Katherine
De alguna manera estoy sentada en mi clase de 7 de la mañana, después de la carrera de anoche en la que les ganamos a unos principiantes que creían que podían superarnos, nos fuimos a celebrar hasta la madrugada la victoria que obtuvimos.
Me duele la cabeza y lo único en que pienso es en que quiero matar al maestro Miller, este no es nada atípico, alto, pero gordo, de cabello castaño pero tinturado, sin embargo tiene un defecto y es su voz irritante, porque si, ese chillido que tienen por garganta es capaz de acabar la paciencia de la persona más calmada que exista.
Me encuentro sentada en los últimos puestos del salón, desde aquí puedo ver a todos los idiotas que están en esta tortura de clase, observo a los de la primera fila mirando fijamente al profesor poniendo su cara de que entienden algo de lo que habla, o mejor dicho los típicos nerds, que no contentos con sus notas sienten la necesidad de ser aduladores con el profesor; los de la segunda están igual de atentos, la diferencia es que tienen cara de no entender ni una mierda de todo lo que habla Miller, pero aún tiene algún instinto de responsabilidad y creen en los milagros, porque si, son los que claramente no ganaran la materia; los de la tercera y cuarta fila están tan distraídos en su mundo, unos están ocupados anotando en su libreta, otros mirando hacia la nada, estoy segura de que están dormidos con los ojos abiertos, como yo en este momento, y claramente las últimas filas están perdidos, unos están dormidos, otros están en sus teléfonos; patético, y luego se preguntan el porque reprueban.
Por mi parte estoy comenzando a considerar la posibilidad de tomar mis cosas y largarme de esta tortura de clase, pero sé que si lo hago me llevaría un gran problema por parte del estúpido de Miller, porque es capaz de mandarme un trabajo extra por nada.
No puedo sacar de mi cabeza la carrera de anoche, por un momento llegué a pensar que perdería la carrera:
"Ian estaba teniendo problemas en la trayectoria, en una de las curvas fue al alcanzado por unos de los corredores, estuvieron a la par por varios tramos, sin embargo en la curvatura final, el auto del otro tipo derrapó, no pudo controlar su coche y terminó estrellándose con uno de los edificios que rodean el camino donde se realizan las carreras. Cuando Ian llegó a la meta todos los espectadores comenzaron a lanzar gritos de gloria y a cobrar sus ganancias por las apuestas realizadas. Por otra parte Ian salió de su auto y pronto se vio rodeado de fanáticos y de chicas con poca ropa queriendo llamar su atención.
Poco a poco me fui acercando a él, abriéndome camino entre toda la gente que lo rodeaba, él al verme me regala una sonrisa maliciosa y cuando me tiene cerca me toma de la cintura bruscamente, estampa sus labios con los míos entonces nos fundimos en un beso violento que solo dura unos minutos, cuando nos separamos me mira con su mirada arrogante y da un vistazo a los espectadores que nos miran unos con ojos de deseo, otros con envidia, pero en todos veo algo en común, es que se lee el odio en sus pupilas, mayormente porque más de uno desearía estar en el puesto de Ian y a más de una le encantaría estar en el mio."
-Señorita Campbell..., Señorita Campbell - miró desde donde estoy, escuchó una voz irritante que me llama, !Como no¡, es el Señor Miller que me mira con ojos de repulsión - tendría el favor de decirme lo que acabe de explicar-Me lanza una sonrisa de superioridad, odio cuando me mira de esa forma, lo observo con cara de desprecio.
- Lo siento Señor Miller, pero en realidad me importa muy poco lo que ha dicho - le respondo de la manera más neutral, siendo sincera.
Y como siempre que alguien responde por fuera del molde típico, la clase se volteo a mirar el altercado que estaba sucediendo entre el profesor y yo:
-Señorita si tan poco le interesa mi clase, tranquilamente puede volver al lugar de donde vino, eso sí, espero que apruebe mi clase, aunque sería muy satisfactoria verla el otro semestre - me dijo el profesor con aire altanero.
Bufo como respuesta a lo que dijo, como si fuera a perder esto, ni en sus más locos sueños le daría la satisfacción de reprobarme.
- Yo sé que le encanta mi presencia, sin embargo no planeo honrarlo con ella el próximo semestre- Le digo a él con aire de superioridad y posteriormente me levanto de mi silla para salir del salón de clase, no obstante antes de tocar el picaporte escucho:
-Señorita Campbell, espere en su correo electrónico un taller sobre la clase de hoy valdrá el 25% de su nota final, y lo quiero para el mañana a primera hora - me mira con arrogancia, en ese momento me fijo de que todo el mundo me está examinando a la espera de cómo voy a reaccionar.
Y si, lo que me temía, el desgraciado me ha dañado mi maldito lunes, pero no le daré la satisfacción de que lo crea:
- Por supuesto, mañana mismo lo tiene en su escritorio- Le respondo dándole la mirada más arrogante que pueda tener y sin dejarme intimidar sigo - Y como voy a hacerlo yo, se dará cuenta de que será uno de los mejores trabajos que leerá en su vida- Le digo dándole una sonrisa llena de una malicia, no espero su respuesta, simplemente abro la puerta, y salgo del salón azotándola.