Silas llega a la plataforma con la velocidad de un rayo y me atrapa entre sus brazos, estrechando mi cuerpo con el suyo. Mis mejillas arden y mi corazón golpea contra mi pecho al grado de hacerme creer que él lo ha sentido.
Desliza sus manos grandes por mis delgados brazos hasta llegar a mis manos, elevandolas al aire, sujetandolas con las suyas.
—Y bien, ¿qué te ha parecido? —pregunta, la emoción chispea en sus ojos y una enorme sonrisa se dibuja en su rostro, haciendo que mi corazón dance.
—Eso ha sido increíble, Silas —más bien no hay palabras para describirlo—. ¿Por qué no me has dicho que eres el vocalista?
—Te dije que me gustaba más utilizar mi voz. —me recuerda, frunciendo el ceño.
—Sí, lo recuerdo. Pero nunca me dijiste lo demás. —farfullo, cruzandome de brazos.
—Debiste de mirar su rostro, Silas —le comenta Lessa, eufórica—. Estaba extasiada. En serio, la quiero por estos rumbos más seguido.
El miedo me invade y observo a Silas, podría volver a venir, no lo niego. Me ha encantado tener está experiencia pero, no...no son mis aires. No es mi gente. Pero mierda, que bien me hacen sentir, al menos Zack y Lessa que son los únicos que han sido presentados.
—¿Asi? —cuestiona con voz pícara, arqueando una ceja. Mientras su sonrisa se ensancha aún más.
Me encojo de hombros, restandole importancia.
—Es muy normal que alguien se comporte así con una banda como esta. —contraatacó.
—Pensé que no te gustaba el estilo de música. —inquiere.
—¡Ya cállate, Silas! —exclamo, furiosa.
—Vale, vale. Ya te he cabreado. —dice, llevándose las manos a la altura de los hombros, temeroso.
Lessa suelta una risita.
—Me agrada esta chica. —confiesa, aún riéndose por Silas.
Silas fija su atención en mí e inicia a presentar a los demás chicos conforme van llegando a la plataforma, Zack aparece antes que los demás con sus ojos grises mirándome.
—¡Epa! —exclama—¿Has disfrutado la presentación?
—Ha sido muy buena. —le digo, sonriente.
Al cabo de un rato, los otros chicos llegan: un joven alto, de ojos castaños oscuro, y de cuerpo desgarbado con aspecto rociero nos saluda. Seguido de otro chico de ojos azules y cabello negro que para ser honesta emana peligro. Este último me mira de manera letal, la agresividad se siente en el ambiente y no puedo evitar apartar la vista de él.
—Tessa, ellos son: Liam Grace y Seth Crowell, ya conoces a Zack. —Seth me saluda y asiente con la cabeza, mientras su rostro se suaviza conmigo. Pero el rostro de Liam se ve irritado y molesto por mi presencia.
A diferencia de Seth; Liam evita el contacto conmigo ya sea físico y visual, lo cual en cierta parte no me importa. Yo por mi parte evitó a toda costa cruzar palabras con él. Pasamos hora tras hora hablando, Lessa, Zack y Seth me preguntan cosas triviales y doy respuestas cortas y fáciles. También descubro que Lessa es fan de Halsey, lo cual la hace asombrosa.
Finalmente, cuando Silas atrapa mi mano con la suya la electricidad nuevamente se dispara como latigazo por todo mi cuerpo, asustandome.
—¿Quieres que te lleve a Portland o quieres pasar la noche aquí?
La pregunta me pilla por sorpresa, nunca he dormido con nadie que no sean mis hermanos cuando era pequeña o con Bree.
Palidezco.
—Sí, sabía que no querrías dar explicaciones.
Me lleva a despedirme de los chicos, y ellos lo hacen con cariño, deseando mi regreso. Les digo que espero regresar pronto y ellos aceptan.
Tras horas bajo el techo de Presagio, por fin salgo nuevamente a la luz plateada de la Luna. El silencio es absoluto, la música aún resuena como un eco sordo a través del exterior pero no muy bajo. Las estrellas nos dan la bienvenida y la noche color Violeta nos arropa con regocijo. Quizá, había pasado tanto en la oscuridad que no recordaba lo maravillosa que era la luz de la Luna.
La brisa del viento me acaricia el rostro con suavidad, haciendo que se me erice la piel. Ahora que estoy fuera de el club con Silas me dan ganas de salir corriendo, correr y correr hasta que el corazón de me vaya a salir del pecho o me explote, lo primero que pasé estaría bien para ser honesta. ¿Cómo es posible que tenga tantas emociones y sentimientos a la vez con una sola persona?
—Tessa, la puerta espera. —habla Silas en un susurro, su voz me atrapa y camino, es como si mi cuerpo siguiera las órdenes por si solo.
Silas alza la vista al cielo que ha comenzado a adquirir un sutil color grisáceo cubriendo un tercio del cielo violeta y después me mira.
—Será mejor que partamos, no quiero que corras ningún riesgo mientras la carretera se encuentra llena de agua —me deja pasar al interior del Mustang y yo me deslizó sobre el asiento del copiloto, cierra la puerta en el mento seguido en el que he abrochado el cinturón de seguridad y después camina hasta su puerta para luego deslizarse por su asiento—. Vale, ¿lista?
Asiento ligeramente.
—¿Crees que llueva? —interrogo mirándole a los ojos, tratando de concentrarme.
—Es probable, viendo cómo se encuentra el cielo. —los ojos de Silas se ven sombríos bajo la escasa luz de la Luna y hace que me quede sin aliento.
No me he equivocado al decir que él me deja sin aliento, lo hace con frecuencia al menos para las escasas semanas de conocernos. Nunca había conocido a alguien cómo él, ¿será por eso que me atrae tanto? Es como si robara mi alma.
Ellison introduce las llaves en la ranura del volante y estas tintinean, empuja al frente la llave y el auto suelta un sonido ahogado. Mi mente se encuentra demasiado lúcida y siento como si mi corazón hubiese dejado de latir.
«¿Por qué él me hacía sentir en la nada y en todo a la vez?»
Silas tira de su cinturón y lo cruza sobre su torso, y después lo lleva hasta la parte baja del asiento, y lo presiona hasta que el candado emite un click, pisa el acelerador y el Mustang comienza a avanzar en la oscuridad. Recargo mi cuerpo sobre el asiento y dejo escapar el aire que no me había dado cuenta que estaba reteniendo con pesada lentitud. Un escalofrío me recorre el cuerpo y se sacude ante la sensación.