Me encontraba en mi habitación dibujando que es lo que más me gustaba, me aburrí, pero escuché un teléfono sonar, era de Bea. Corrí hacia la puerta para escuchar la convesación.
-¿Sí?- preguntó mi hermana-.
Creo que no sabe quien es.
-Sí soy yo, ¿ha pasado algo?- preguntó-.
Vale esto se me hace extraño.
-Oh dios mio y ¿está bien?- preguntó-.
¿Con quien demonios está hablando?.
-Sí de acuerdo voy en camino- dijo y colgó-.
Vi que se iba a ir algún sitio así que decidí salir de mi habitación.
-Bea, ¿que ha pasado?¿con quien estabas hablando?- pregunté normal-.
Ella no me contestó.
-Lixy...tengo que ir a un sitio mejor quédate aquí- dijo-.
Se iba a ir, pero la cogí del brazo.
-Bea...sé que a veces nos peleamos, pero que sepas que puedes en mí- dije-.
Ella suspiró.
-Me llamó el hospital y me han dicho que mamá ha sufrido un accidente, ¿quieres acompañarme?- preguntó-.
Mi cara estaba perpleja, pero enseguida acepté. Salimos corriendo como hemos podido hasta llegar al hospital, directamente salió el doctor.
-¿Son sus familiares?- preguntó-.
Las dos asistimos jadeadas.
-Pues vuestra madre había entrado en coma y pues una hora después nos dimos cuenta qque ya falleció- dijo-.
Al escuchar eso Bea se puso a llorar y yo intenté aguantar las lágrimas. Mi corazón estaba agitado y un nudo se formó en mi estómago, no pude aguantar y dejé caer algunas lágrimas.
Sé que la noticia es trágica, pero debemos ser fuertes y vencer a la tristeza y a la depresión
(.....)
Volvimos a casa y nos sentamos en el sofá.
-¿Y ahora que vamos a hacer?- pregunté-.
-Preparar a nuestra madre un funeral digno- contestó-.
Nos quedamos en silencio, sé que duele, pero esas heridas son como las heridas que una persona se puede hacer y solo hay que esperar a que se cierre. Me tumbé en las piernas de Bea y ella me empezó a acariciar mi cabello de tal forma que me dormí.