TARDE CON DYLAN

Me desperté, hice mi rutina de siempre y bajé a desayunar. Al terminar me encontré a Jeff dirigiéndose hacia el instituto.

-Hey Jeff!!!- le llamé-.

Volteó y saludó con la mano. Corrí a acercarme a él.

-Lixy...he pensado si podríamos por la tarde ir a dar un paseo o a comer un helado- me propuso-.

-Lo siento Jeff, pero he quedado con Dylan en su casa para estudiar, tú debes hacer lo mismo- le contesté-.

Puso cara de poco ánimo.

-Ya hemos hablado, ya hemos elegimos un tema para el trabajo- me dijo-.

-¿Ah sí?¿y cual vais a hacer?- le pregunté-.

-De los seres vivos de la planta y de todo ese rollo- me contestó-.

-Sé te ve muy aplicado- comencé a reír-.

Llegamos al instituto y Mónica se enfermó.

-Demonios......toca Educación Física- dije fastidiada-.

-Sí, ¿que pasa?- me preguntó-.

-Odio esa asignatura, soy muy mala- le contesté-.

-Que bueno que soy bueno en esa asignatura- dijo orgulloso de él mismo-.

Rodee los ojos

(....)

Ya volvía al orfanato, me encontré con Olivia.

-Hola Lixy..¿que tal la escuela?- me preguntó-.

-Como siempre..¿y tú?- contesté-.

-Lo mismo- dijo con una expresión seria-.

-Bueno..me voy a comer- dije-.

Me fui a la mesa, comimos macarrones y albóndigas. No comí mucho y me fui a hacer mis deberes. Esperaba que llegase las vacaciones porque me va a explotar la cabeza de tantos deberes, cuando terminé vi la hora y marcaba las cinco y media. Me metí en la ducha..

Me vestí una camisa negra con un vaquero negro,me cepillé el cabello dejándolo suelto, cogí mi mochila y me fui a la casa de Dylan, me abrió su madre.

-Hola señora, ¿está Dylan?, es que hemos quedado para estudiar- le dije-.

-Sí querida, pasa está en su habitación- me dijo-.

Le agradecí y subí hasta su habitación, toqué su puerta y este me abrió.

-Hola Lixy...pasa- me dijo con una sonrisa-.

Entré, examiné su habitación con la mirada, había un escritorio, una cama, un  armario y una ventana. Nada fuera del otro mundo, cogió una silla.

-Siéntate- me dijo-.

-Gracias- le dije-.

-¿Y bien pensaste en un tema ?- me preguntó-.

-Sí he pensado en uno, ¿y tú?-  le pregunté-.

-Sobre el cuerpo humano- me dijo-.

-Yo sobre células- le dije-.

-Pues....nos quedamos con las células ya que suena interesante- me dijo-.

Asentí.

-También pensé en investigar información y con una cartulina grande escribirla ahí- propuso-.

-Sí, me parece prefecto- le contesté-

Entramos en su ordenador del escritorio, comenzamos a investigar, estar con Dylan no está nada mal, es un chico agradable. Entró su madre con galletas recién hechas.

-¿Quien quiere galletas?- nos preguntó-.

-Lo siento, pero es que no tengo hambre- le dije-.

-Vamos querida, seguro que te encantará- me dijo-.

Asentí, cuando las probé estaban ricas. Dylan se me quedó mirando.

-Si que están deliciosas, ¿receta familiar?- le pregunté-.

-Sí, de mi abuela- me contestó-.

Se me quedó mirando.

-No nos conocemos- me dijo-.

-Pues la verdad es que sí- dije-.

-Siempre te veo con el nuevo alumno....Jeff, ¿sois pareja?- me preguntó-.

Comencé a reír.

-No, no somos pareja, solo somos amigos de la infancia- mentí-.

Nos quedamos en silencio.

-Tienes unos ojos hermosos- comentó-.

Un ardor en la mejilla me subió.

-Gra gra gracias- tartamudee-.

Era agradable, era simpático, dulce y cariñoso....espera.....¿me estoy enamorando?. No no no, esto debe ser una confusión. Miré la hora y era...las once!!!.

-Dios mio, que tarde- dije levantándome preocupada-.

-No pasa, si quieres yo te acompaño- me dijo-.

Sentí cosquilleos en el estómago.

-¿En serio?...gracias- le dije-.

Se puso su chaqueta y bajamos.

-Adiós señora- me despedí-.

-Adiós y llámame María- me dijo-.

Salimos, hacía frío.

-¿Tienes familia?- me preguntó-.

-Mi padre murió antes de que naciera, mi madre acaba de morir y mi hermana me abandonó. Vivo en un orfanato- dije fría-.

-L l lo siento, no era..- 

-No pasa nada- le interrumpí-.

Llegamos.

-Bueno.....-dije-.

-Bueno....-dijo-.

-Adiós, nos vemos en la escuela- le dije-.

-Adiós e igualmente- me dijo-.

No podía asegurarme mis sentimientos hacia el, pero sentí cosas fuertes. Entré en mi habitación y cuando encendí la luz me encontré a la persona sin párpados.

-Hola, vaya horas a que llegas- me regañó-.

-Ya sabes que estaba estudiando con un compañero- le contesté-.

-¿Seguro?- me preguntó picarón-.