Tenía días sin ver a Spencer.
Creo que por fin había entendido que seguir insistiendo no iba servir de nada.
Cuando el fin de semana llegó, yo no podía sentirme mejor; lo había esperado tanto.
-¿Que haremos este fin de semana?
Stella estaba recostada en el sillón de la pequeña sala. La observo y esperé a que dijera sus planes para el fin de semana.
Me encogí de hombros.
-Me encantaría ir a la playa. -Dije cerrando mis ojos. -Pero...
-Sabía que había un pero.
-Estoy demasiado agotada como para ir.
-¿Agotada? -Stella se ríe. -¿Exactamente de qué?
Volví a encogerme de hombros.
-Tengo una mejor idea. -Stella se sienta bien y me observa. -Podemos ir a la playa, rentamos una habitación en un hotel barato y regresamos el domingo por la tarde.
La observo; no sé qué tipo de expresión tengo en el rostro, pero simplemente algo no está claro.
-Vamos, es una excelente idea, si nos vamos ahora disfrutaremos del sol, veremos el atardecer.
-No lo sé, hay cosas que hacer en casa.
-¿Cómo qué? -Pregunta cruzando sus brazos. -Y no me digas que lavar tu ropa, porque evidentemente no haces eso muy seguido.
-Bien, me convenciste.
Stella y yo hicimos de la forma más rápida nuestras maletas (Aunque en realidad solo llevábamos dos cambios), y salimos del departamento.
No pasaba de medio día, así que llegaríamos a tiempo a pasar la tarde en la playa y disfrutar el sol.
En un abrir y cerrar de ojos, Stella y yo ya estaba acostadas en la arena sobre una manta disfrutando del día.
Escuchar las olas del mar me relaja demasiado.
-¿Que has sabido de Spencer? -La pregunta de Stella me saco de mi estado de relajación.
Alcé mis lentes y la observé.
-Stella, estás arruinando mis pequeñas e improvisadas vacaciones.
-Lo siento, solo quiero saber.
-No hay nada importante que saber.
-No sería genial que lo encontrarás aquí. -Se apoya con los codos y me observa. -Sería como una película romántica, donde la chica encuentra al amor de su vida...
-¡Alto! -Sonrío y la observo. -No digas esas cosas, suena muy estúpido.
-Tú suenas muy estúpido. -Por un momento creí que estaba bromeando, pero Stella no sonrío. -Ya deja de pensar en los chicos fracasados con los que has salido en el pasado, Spencer puede ser diferente.
-Eso no lo sabemos. -No quería sonar molesta, pero tal vez lo estaba.
-Pues entonces averígualo, creo que sería una aventura increíble. -Stella esta vez sonríe y toma mi mano. -Quiero que salgas de tu zona amargada, esto... -Me señala haciendo un círculo a mi alrededor. -Se puede pegar, y no quiero terminar amargada como tú.
-No soy amargada. -Sonrío divertida.
-Así me gusta Emma, verte sonreír.