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〈〈 Por alguna razón siento algo, y no es la impaciencia por saber. 〉〉
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Suelto una carcajada, que sale desde lo profundo de mi pecho. Lea me mira profundamente, incluso percibo algún brillo que me hace sentir bien. Ya hacen dos semanas desde que desperté, y todo este tiempo ha sido muy extraño. Me han hecho mil pruebas diferentes, y estoy luchando por volver a mover mi cuerpo sin ayuda de nadie durante la rehabilitación.
Por otro lado, nadie ha venido a verme en ningún momento, he estado al lado de Lea. Ella se ha convertido en una persona bastante importante en mi vida, puesto que es la única que parece preocuparse por mí y no forma parte del equipo médico. Me han tratado genial, pero necesito descansar de ellos, es agobiante. También he aprendido algo sobre mí.
Parece ser que me agobia que muchas personas estén encima de mí, así que intentan ayudarme con ello. También conocí a mi doctor, y le pedí explicaciones sobre mi vida, pero me dijo que no podrá contarme nada hasta que él considere correcto. Por lo que ahora mismo sólo puedo concentrarme en rehabilitarme por completo, mientras sigo aquí encerrada sin saber nada de mi vida.
— ¿En qué piensas, Kaia? Te has quedado callada de repente—dice Lea, mirándome divertida. Siento el calor en mis mejillas.
—Lo siento, es que aún le doy vueltas a las palabras del doctor. Quiero saber todo, ¿por qué no me da la oportunidad de saber?—murmuro, confusa.
La verdad era que me sentía atrapada en este cuarto. No podía salir de él más que para la rehabilitación, quería salir allí fuera y sentir el frío o el calor. Sólo sé que estamos en primavera por la ventana y algunas enfermeras que tienen alergia, si no fuera por eso, seguramente ni sabría en que año vivo. Aunque con Lea esto se hacía más ameno.
Me ha enseñado a jugar a las cartas, hemos visto muchas series e incluso me ha enseñado muchas canciones. Lo bueno de esto, es que he estado recordando levemente. Sólo cosas triviales, como las canciones que me gustan, libros que leí alguna vez y algunos gustos sobre la comida y bebida. Era extraño, pero el doctor me había dicho que era un gran avance, y no debía perder la esperanza.
—No te preocupes por eso, Kaia. Los doctores hacen lo que creen que es mejor para sus pacientes, y si dice que es mejor esperar, haz caso a sus palabras—dice, tomando mi mano—. Además no está equivocado, debes preocuparte por ti y luego tendrás tiempo para recordar de sobra. Has estado haciendo avances, no seas boba.
—Espero no arrepentirme de recordar—murmuro, mirando el plato de pasta frente a mí.
—Eso no puedes saberlo, Kaia. No seas impaciente.
Algo de lo que he estado pendiente, es que me vuelvo demasiado impaciente a medida que pasa el tiempo. Quiero saberlo todo ahora mismo, sin importarme nada. Debe ser una secuela de la vida que no recuerdo, porque mi impaciencia por saber no es algo normal según Lea. Y ella sabe mucho más que yo, aunque no es difícil saber más que yo en esta situación.