CAPÍTULO 1. DULCE TORTURA
Desperté del sueño tan lindo que tenía ¿Por qué? Simple, el despertador, en serio otra vez el colegio va a comenzar, no lo puedo creer.
—Litzy, hora de levantarse—mi linda mami me llama desde la cocina, con su hermosa voz (sarcasmo).
—Voy —respondo intentando levantarme de mi cama, creo que las cobijas se me han pegado al cuerpo.
Ups, que cabeza la mía no me presente, es defecto de familia así que no se tienen que preocupar todo se me olvida; será por eso que mi madre es la que pone mi despertador y yo solo me levanto cada día, ummm puede ser, aún recuerdo cuando era el cumpleaños de mamá, papá y mi hermano hicieron una fiesta y yo no me acorde, que horror por lo menos pude comprarle un regalo a tiempo antes de la fiesta.
Jajaja otra vez me salir del tema.
Bueno mi nombre es Litzy Montenegro tengo 16 años, soy de estatura media, ojos café , pelo rubio liso, tengo un hermano de 17 años su nombre Lucas es todo un amor, él es alto, pelo liso rubio igual al mío, ojos café un poco más claro por parte de mi madre. Mis padres son Carolina Umanzor y Luis Montenegro.
Estoy en el último año de secundaria y vivo en Santa Clara un pueblito pequeño al norte de Laitong (país imaginario), somos de los pocos que hablan inglés y español pero vivimos siempre alegres, creo que es el mejor lugar donde podría vivir.
Mi hermano está en la Universidad del norte de Laitong, que queda a 30 minutos de Santa Clara y estudia medicina, algún día espero entrar a ella, es una prestigiosa universidad y solo existen tres en nuestro país.
Luego de levantarme, hacer mis necesidades y bañarme, me coloco mi uniforme (falda negra, camisa verde celeste, medias blancas, zapatos negros), me peino y con una cola alta ya estoy lista, no me pinto solo me pongo un poco de crema en la cara para el sol y lista.
¡ A desayunar!. ¡Siii!
—Buenos días hija, ¿Cómo amaneciste? — me siento en el comedor junto a mi hermano y a mis padres.
—Buenos días a todos— responde mientras mi madre sirve mi desayuno, el cual no es más que unas tostadas, con jugo de naranja al igual que a los demás.
Después de desayunar cogí mi mochila y mis cosas y salí al colegio que está a unos 5 minutos de mi casa, por lo que camino hacía el. Al llegar me encuentro con mis amigos, Fernanda y Fernando, si son gemelos (casi iguales pero con unas cuantas diferencias, como el cabello)que están en la entrada esperándome.
—Hola, hola, que tal las vacaciones—saludo efusivamente.
Me responden con un abrazo muy grande, nos conocemos desde que estábamos en el preescolar y siempre hemos sido inseparables.
—Lit, parece que tenemos estudiantes nuevos, espero que tambien de ultimo año—dice Fer (Fernanda) con una sonrisita, ella siempre ha querido conocer el amor de su vida pero en estudiantes nuevos no en los que ya conoce pero nunca ha pasado.
—¿De verdad?—asiente emocionada hemos quedado solas porque su hermano tuvo que ir con los chicos del equipo de béisbol (uno de los deportes del colegio además del fútbol, el Básquet y el voleibol) —Bueno esperemos que no sean unos engreídos que se las den de mucho y no sean nada—siempre he creido que no necesito tener una relación con nadie mientras no encuentre uno que de verdad me interese y hasta el momento no lo he encontrado, ¿Será que este es mi año? No lo sé.
Luego de charlar un rato más sobre todo lo que habíamos realizado durante las vacaciones entramos a nuestra aula, 1 de las tres del último año de la secundaria; hemos observado que han muchos nuevos de los primeros años y hasta el momento ninguno del último.
Entramos al aula nos sentamos en los últimos asientos, que pensaron que éramos los más estudioso para nada , mis amigos y yo , somos algo así los que pasamos con las completas, y sin querer(queriendo) realmente no, pero no creo que se deba sentar una persona al frente para salir bien en las clases.
Mis ojos van hacia al frente en donde hace su aparición un dios griego (sin exagerar), alto (muy alto), moreno, ojos azules (de los que hipnotizan, y como lo hacen, creo que estoy babeando),cuerpo de modelo de esos de revista, boca perfectamente besable (hay Dios que estoy pensando), hay...mejor no sigo porque no respondo de mí, porque tiene que pasarme esto a mí, un hombre de esos y seguro que ni por cerca se fijaría en mí.
¿Qué he hecho para merecer esta DULCE TORTURA?
De repente nuestras miradas se encuentran y con toda la vergüenza del mundo, sonrojada totalmente, observo cualquier otro lugar, será que es él...no lo creo...