Beside You | Straykids |

21 | Sentimientos

—Tu no querías parar y yo solo…

—¡Cállate! De verdad no quiero escuchar más —niego repetidas veces—. Esto ya es demasiado vergonzoso para mí.

Suelta una carcajada y niega, divertido. Toma mi mano y la caricia suavemente con su pulgar. Lo miro con los ojos entrecerrados, niego y después de unos segundos me uno a él. Parecemos unos completos locos por estarnos riendo de esta forma recién levantados.

Suspiro pesadamente, aliviada. Seungmin se ha despertado antes de poder ver debajo de las sábanas. Al ver mi cara de susto, me ha contado que nada ha sucedido aun entre nosotros. Lo que paso es que después del beso, lo interrumpí, pues las náuseas invadieron con rapidez mi cuerpo. Seungmin me miro confundido y por la posición en que nos encontrábamos, me fue difícil salir de su agarre, por lo que fue demasiado tarde cuando el reacciono y termine vomitando encima de él. Después de eso comencé a llorar extrañamente, sin ninguna razón. Él solo actuó con lo primero que se cruzo en su mente, se quito la camisa y se acostó conmigo, intentando tranquilizarme. Es así como nos quedamos dormidos y olvido vestirse.

Ahora que me cuenta lo sucedido puedo recordar borrosamente todo eso.

Vomitar encima de él de verdad es lo más vergonzoso que jamás había hecho. Y aunque estaba un poco ebria, no es ninguna excusa por lo sucedido, aunque si me ayudara un poco para que no se burle demasiado de mí. No estaba en mis cinco sentidos.

—Bajemos a desayunar —anuncia, aun con su voz ronca. He de admitir que suena demasiado sensual. Jamás había escuchado su voz así. De verdad en estos momentos creo fielmente que su voz ronca de recién levantado debería tener su propio fandom—. Hace muchas horas que no pruebas bocado.

Asiento y se levanta de la cama. Se dirige al baño y he de admitir que, aunque no quiera, me es imposible desviar mi mirada de su espalda desnuda.

Salgo de mi trance cuando escucho el sonido de la puerta cerrarse. Menos mal no me ha pillado viéndolo. De lo contrario, de verdad me molestaría sin parar por eso.

Me levanto de la cama, muevo las cobijas a la parte inferior y me dirijo a mi maleta aun sin desempacar. Saco ropa deportiva cómoda y me visto rápidamente, antes de que Seungmin salga del baño. Arreglo un poco mi cabello y lo ato en una coleta baja.

Seungmin sale del baño a los segundos. Me apresuro a entrar y cierro la puerta. Hago mis necesidades y aunque no pueda, me dispongo a hacer cada una de ellas lentamente. Siempre suelo ser rápida, pero esta vez, tengo que darle el tiempo suficiente a Seungmin para que se vista.

Mientras tanto, observo con delicadeza cada detalle del baño. No había notado que la pared tenia pequeños brillos. Se mira demasiado bien.

—¿Estas lista? —Seungmin toca la puerta, haciendo que de un respingo.

Abro la puerta y ahí se encuentra el, con un conjunto deportivo de color negro y una gorra que hace juego. Sonríe ligeramente, mientras me mira fijamente. Se siente demasiado extraño. Supongo que después de todo, no fue todo un caos pasar la noche con él, en la misma habitación. O al menos eso pensé recién que nos asignaron las habitaciones.

Me ofrece su mano, la tomo sin dudarlo y ambos salimos de la habitación. Bajamos las escaleras, y a la mitad de estas, escuchamos un gran alboroto.

—Buenos días —decimos al unísono al llegar al comedor.

Automáticamente las miradas de todos se posan sobre nosotros. Nos miran algunos con asombro. La mayoría con cierta picardía.

Sujeto fuertemente la mano de Seungmin, nerviosa. Se que todos piensan otras cosas, pero lo cierto es que no sucedido nada después de que Seungmin me subiera a la fuerza a la habitación. Supongo que es algo que tendremos que aclarar en algún momento.

—Buenos días, tortolos —responde Woong, divertido.

Niego levemente y solo me dispongo a sentarme y tomar mi desayuno. No estoy ahora mismo en las mejores condiciones para entrar en debate con todos por lo que claramente no sucedió.

El desayuno transcurre tranquilo y nadie dice nada sobre nosotros, aunque puedo sentir las miradas ocasionales. Félix, por su parte, me mira de vez en cuando, pero puedo notar algo raro en su mirada. Konnie… bueno ella… se mira realmente furiosa. Ni siquiera le interesa tratar de disimular un poco. Le dedico algunas sonrisas, victoriosa, cada que la pillo mirándome. No es mi culpa que a Seungmin le molestara el reto de Minho y me llevara así a la habitación.

Terminamos todos de desayunar y a Han se le ocurre la maravillosa idea de pasar el día en la alberca. Todos aceptan sin protestar, se levantan de la mesa y van a sus respectivas habitaciones a ponerse una ropa más adecuada, ya que la mayoría esta usando ropa holgada o incluso, aun llevan su pijama.

Seungmin, Hesvel y yo nos quedamos a recoger la mesa y lavar los platos. No queremos tener que hacer la limpieza de la casa el mismo día que nos marchemos de aquí. Seria todo un caos.

—Te juro que no le hice nada malo a Legna —comunica Seungmin de pronto, sin dejar de lavar los platos.

—¿De que hablas? Yo no te he preguntado nada.

Hesvel suelta una risita, divertida. Me mira y se encoge de hombros. Me limito a sonreír forzadamente.



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En el texto hay: humor, drama, straykids

Editado: 29.04.2023

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