Por fin la jornada del día escolar había acabado, me encontraba caminando hacia al estacionamiento sumida en mis pensamientos, recapitulando lo que me había pasado en todo el día y lo feliz que me sentía al haber echo de una nueva amiga se llama Yessenia, pero me pidió que le dijera Yess y una nueva enemiga a mi ya larga lista de enemigas.
Flash Back
–Fíjate por donde caminas idiota.– una chica me grito.
- Fíjate tu, ibas tan metida en el celular que no te das cuenta por donde vas.
-¿Qué no sabes quien soy yo?
-Ah ¡da! soy nueva que no se nota.
– Valla una nueva víctima para Pamela – así supe como se llamaba – ten cuidado idiota puedo hacer de tu vida un total infierno.– esas ultimas palabras me dieron escalofríos "tu vida un total infierno " eso no me gustaba, no me gustaba esas palabras me recordaran mi pasado.
-Eso ya lo veremos.– conteste en tono rudo, mi primer día y que esta chica me venga a molestar no lo iba a permitir, y se fue por el largó pasillo.
Fin flash Back
Cuando ya esta a unos centímetros de mi auto veo de nuevo al idiota de la mañana.
-¿Qué haces aquí y en mi auto?
-Oh lo siento niñata no sabía que esto fuera tuyo. - hablo en tono arrogante.
-Pues si es mío y deja de decirme así ¿quieres? – conteste en tono enojado, comenzó a acercarse de poco a poco a mí en modo desafiante.
-Yo te digo como yo quiera, y me quedó donde yo quiero, escuchaste.– se paro enfrente de mi.
-Aleja te de mi hombre, idiota. – nunca pensé que me alegraría de escuchar esa voz.
-No soy tu hombre – bufa el chico, me giro para quedar cara a cara con la dueña de esa voz, cuando por fin llego enfrente de mí, me da una cachetada haciendo que me quede atónita, hasta que reaccione y me lance sobre ella.
–¡A MI NADIE ME TOCA ESCUCHASTE! – grite furiosa, sentí como unos brazos fuertes me tomaron por la espalda.
–¡DEJAME, DEJAME! – grite desesperada por que me soltara.
–¡Ya! tranquila, la vas a matar.
–Eso es lo que se merece esta maldita anoréxica – me cargo y me metió dentro del auto ¿a que hora le di las llaves de mi auto?
–Yo puedo manejar, gracias.– trato de quitarlo del asiento.
–Te llevare a tu casa.– y arranco el auto, en todo el camino no le dirigí la palabra solo le indique por donde tenia que ir, llegando al frente de mi edificio se despidió entregándome las llaves y se fue.
–¡Quien es ese bombón que te trajo! – grita Vane en cuanto puse un pie dentro del departamento.
–No es un "bombón". – hice comillas al decir eso. – Es un idiota que impidió que le diera una lección a esa anoréxica.
–Pues es un idiota muy guapo. – dijo coqueta. – espera ¿qué anoréxica?, Tu peleandote ¿TU?
–Si.– solté cansada.– ven. – le indico que se siente a mi lado en el sillón para contarle mi día.
Después de contarle todo a Vanessa y que quedara atónita, me dijo que tendríamos que olvidar la pizza e iríamos a una fiesta y como hoy fue un día muy aburrido, y molesto no le veo lo malo no soy mucho de fiestas, pero de todos modos me terminaría convenciendo, solo acelere el proceso.
–Ve a bañarte y esperame sentada en tu cama. – me ordena Vanessa mientras se alejaba de mi, me dirijo a mi habitación para tomar mi toalla y sandalias, después de una larga ducha decidí salir del baño y hacer lo que Vane me ordenó.
–¡Ah! – grite, Vanessa me salto encima ¿qué rayos le pasa? – ¡Dios Vanessa me asustaste!
–Ya estamos a mano por lo de esta mañana. – río al acordarme de su cara.
–Esta bien.
–Dios te tardas siglos en bañarte.
–Sigue y no iré.
–Que fresa. – dice Vane en tono gracioso.
Después de que Vane revolviera mi armario para encontrar el atuendo perfecto, se decidió por una falda negra a cuadros y una playera de mangas largas blanca, claro con mis tenis, y ella llevaba puesto un short con una camisa morada a cuadros y unos tacones, ya arregladas, salimos del departamento y nos encontramos con Cris un gran amigo desde la infancia que nos acompañaría esta noche, el llevaba puesto unos pantalones negros, medios rasgados una playera blanca con unas letras en negro y una chamarra de mezclilla con unos tenis blancos, la verdad se veía muy bien pero no lo suficiente para llamarme la atención, a decir mejor nadie me llegaba a atraer, no después de lo que paso.
–Chicas pero que guapas se ven. – nos alago Cris en tono dulce.
–Gracias. – decimos Vane y yo al mismo tiempo, lo cual causa que nos de gracia, nos subimos a la camioneta de Cris.
–Por cierto Cris tu no te vez tan mal. – Vane le dice coqueta, causando que Cris se sonroje.
–Gracias. – dice apenado.
Después de 20 minutos llegamos a una casa gigantesca, retumbaba la música en el suelo y el alcohol se podía oler a kilómetros.
–Vamos. – Vanessa nos toma a Cris y a mi de la mano, yo por la derecha y Cris por la izquierda, nos adentramos en el lugar cuando observe todo el lugar me sentí monja, había chicas que prácticamente sólo traían puesto su ropa interior me sentía algo incomodo.
–Y Vanessa ¿Dónde esta? – estaba tan embobada viendo a mi alrededor que no me di cuenta que se había ido de nuestro lado.
–Ven vamos a buscarla – tome la mano de Cris para adentrarnos entre la multitud.
–¿Segura? que tal si ya sabes esta ocupada.– no lo quería admitir pero si, me mataría sí la interrumpiera.
–Tienes razón.– afirme.
–Ven vamos a la barra.
Llegamos a la barra el chico que la atendía me guiño un ojo era guapo ojos azules tés blanca, lo siento chico, no me interesas. No llevaba la cuenta, pero más de 3 rondas si pasábamos no era nuevo esto para mi y no estaba sola así que seguí bebiendo.