Blake
¿Qué demonios hice?, actué sin siquiera detenerme a pensar un momento, el es su hermano y yo pensé que se acostaba con el, estaba tan enojado y segado que no medí las cosas, los actos, más bien los daños.
Ella estaba llorando entre su hermano y yo, formando una barrera por ella genial Blake muy buena manera de ganarte a la familia y de ganarte a la Niñata, no le gusta que le diga así pero, amo ver como se enoja, espera Blake tu no amas.
Suena la campana para ir a clases, por mi no hay problema puedo llegar tarde, simplemente irme pero mi primera clase me toca con ella y tendré que arreglar lo que hice acomode el lugar.
–Oscar vámonos. – habla en susurro.
–Enana adelántate, conozco esta escuela.
– Yo...te.
– ¡Ve! por favor. – ella asintió y salió corriendo para el salón, salgo de mi estado de shock y estoy listo para alcanzarla, pero el tipo que se atrevió a golpearme, se voltea a verme.-
–Ya no esta quien me pueda detener, así que arreglemos lo que dejamos pendiente.
–Con gusto, pero tengo que irme a disculpar, no debí haber dicho eso, sólo que pensé que ella...y tu...– hablo nervioso y aún enojado de tan sólo pensarlo.
– Y tu ¿Quién diablos te crees como para pensar eso de ella? ¿Eres su novio? ella nunca llora. –dice frustrado, piensa que es mi novia me alegraría ser algo así, la verdad detesto que sólo se queden etiquetas como, "novios" y todo eso, pero lo segundo que dijo me distrajo, ella nunca llora y yo la hice llorar.
–Yo...yo eh...– tartamudeo no soy de ponerme nervioso pero esa pregunta era algo inesperada.
–Amor mío.– maldita sea lo que me faltaba, Pamela se acerca a donde estoy hablando con Oscar.
–Veo que no eres nada de ella. – su tono de voz era de alivio, pero sigue con algo de enojo en su voz, se acerca un poco a mi oído.– No te le acerques, no la mires, ni le dirijas las puta palabra, no sabes lo que soy capaz de hacer por ella ¿entendiste? – la verdad es que no le tengo nada de miedo, he estado contra peores.
–No te tengo miedo, ni pierdas tu tiempo amenazándome, ¿si?
– Ya veremos eso. – y se va por los pasillos, Pamela llego a donde estoy.
–¿Aún no entras? – se acerca dándome un beso en el hombro ya que es algo alta alcanza perfectamente ciertas partes de mi cuerpo.
– Que acaso no vez. – trato de sonar obvio.
– ¿Qué te parece si vamos por allá? – señala hacia el cuarto de limpieza. – me has dejado sola este tiempo. – la verdad no tengo ni el más mínimo gusto por ella, no puedo negar que tiene un buen cuerpo, pero no es algo por lo que me vuelva loco, pero es buena idea tengo que buscar una buena forma de calmarme y distraerme, la jalo del brazo, no tengo tiempo para coquetear, ni intentar ser romántico con ella, cuando llegamos al cuarto de limpieza, comienzo a quitarle la ropa, no soy para nada tierno, sinceramente solo quiero calmar mi enojo y está era una muy buena manera, así que comienzo a adentrarme en ella, ella me corresponde y comienza a tocarme la espalda y enterrar sus uñas en mi espalda.
Terminamos a lo que veníamos en este cuarto, así que decido comenzar a acomodarme la ropa, nadie me quita de la mente que debo arreglar el problema que ocasione en la mañana, necesito ir a hablar con Nathaly para pedirle perdón, y también dejarle en claro a ella que no soy un patán, soy un maldito mujeriego eso no lo niego, pero jamás me atrevería a creer algo así de ella, aunque claro ella tiene todo el derecho de no volverme a hablar, de odiarme, hasta de golpearme, de lo que sea por ser un idiota con ella, y claro también con su hermano, pero necesito aclarar las cosas con ella, no estoy dispuesto a perderla otra vez, no esta vez.
Intento buscar alguna disculpa en mi cabeza lo suficientemente buena la cual le pueda dar a la niñata, pero no se me ocurre absolutamente nada, es que como le puedes pedir disculpas a una persona que acabas de conocer, en mi caso volverte a encontrar con ella, atreverte a juzgarla sin sentido alguno, lastimarla y luego pedirle perdón es algo que no puedo, me siento mal conmigo mismo, demuestro ser un malnacido pero aún mis características de mi yo anterior, siguen en mi no puedo ser del todo un desgraciado, y menos con ella, con ella que he esperado tanto tiempo para que el destino nos vuelva a juntar, y ahora que la tengo conmigo lo destruyo.