Sábado, para muchos es un descanso pero para mi no, era el día en que tenia que hacer cosas en la casa, después del trabajo claro.
Así que aquí estoy lavando mi ropa, el timbre de la entrada sonó haciendo que saltara en mi lugar ¿Quién sería? Vanessa y Oscar tienen llaves, Blake no vendría hoy.
Me dirigí hacia la entrada para abrir y ver a Máx en el umbral de mi puerta.
– ¿Máx? ¿Qué haces aquí?
– Quería hablar contigo.
– ¿De qué? – sabía perfectamente de que quería hablar, solo que lo estaba evitando.
– Lo que paso el Viernes yo...
– Máx, hay que dejar esta farsa del noviazgo. – lo corté.
– ¿Lo quieres? – pregunto serio, no conteste pues no sabía si lo quería o no, no me había planteado esa pregunta. – ¿Enserio Nat? ¡El es amigo de Chace! – me quede quieta en mi lugar.
– ¿Y tu como conoces a Chace? – Máx se tenso, pareció notar su error. – Contéstame Máx.
– No es bueno que lo sepas.
– ¿Ah no? – pregunte irónica. – ¿Por qué? ¿Tu también estas con el?
– ¡No!
– ¡¿Entonces?!
– No te lo voy a decir.
– Dímelo Máx. – exigí. – ¿Tu también me querías violar? – las lágrimas y el miedo comenzaban a meterse en mi cuerpo, de nuevo.
– ¡Por dios Nat no!
– ¿Entonces?
– El trabajaba con los que mataron a mis padres. – me tense.
– ¿Qué?
– No sabes todo el dolor que cargo cada noche al dormir, recuerdo ese día, ese maldito día, el esta involucrado con la gente que mato a mis padres, y a estado ayudando a esa gente a huir para no ser atrapados. – sabia que Chace era malo pero ¿ser capaz de matar a alguien también venia incluido? eso ya era otra cosa.
– Tenemos que decirle a Blake. – tome mi teléfono para marcarle a Blake.
– ¡No!
– Máx, también mataron a sus padres, y hizo otras cosas que...
– Lo se Nat, lo investigue.
– Por favor. – suplique con la mirada.
– Bien.– se dio la vuelta para dirigirse hacia la estancia, en lo que yo le marcaba a Blake.
– ¿Blake?
– ¿Ya me extrañas Niñata? – quise reír, pero la situación no me lo permitía.
– ¿Puedes venir?
– ¿Estas bien?
– Máx esta aquí, y sabe algo de Chace...
– Voy para allá. – y colgó dejándome a media frase.
(•••)
Nadie quería hablar todos estábamos callados, Blake en cuanto llego se sentó conmigo en el sofá grande haciendo todo lo posible para mantenerme lejos de Máx y serca de el, muy serca, Máx estaba parado junto al mueble la televisión.
– Dime que sabes Máx. – Blake hablo serio.
– ¿Qué gano? ¿Qué destruyas mis planes?
– No seas idiota, los dos queremos vengar a nuestros padres y sabes perfectamente que te puedo ayudar. – la respiración de Blake era apresurada.
– Ja ¿tu, ayudarme? Si claro.
– Como quieras, si no me vas a decir nada, deja a Nat en paz y no la busques. – Blake se levanto de golpe.
– Tu no me prohíbes nada Wiliams.– Máx se puso de frente a Blake tratando de intimidarlo.
– ¡Basta! – forme una barrera entre ellos con mi cuerpo. – Máx ya hablamos de esto hace rato, y dejen de provocarse para pelear.
– Bien. – los dos se calmaron y se sentaron. – como sabes nuestros padres eran los jefes de la mafia rusa. – un escalofrío recorrió mi cuerpo, aun no me acostumbraba a escuchar aquello. – y por ende tenían muchos enemigos. – Máx tomo aire. – la mafia irlandesa fue quien mando a matar a nuestros padres. – las facciones de Blake se endurecieron aún más.
– ¿Cómo sabes?
– Tengo un topo.
– Bien gracias por decirme . – Blake hizo un intento por levantarse y sacara a Máx de ahí.
– Hay algo más, Chace esta con ellos y tuvo algo que ver con los irlandeses. – me comenzaban a fallar los intentos por conseguir aire. – De ahí supe lo que paso con Nat hace tiempo. – gire mi vista hacia la cocina, no podía con su mirada de pena de Máx y la ira en la mirada de Blake. – Lo que no se es quien fue los que se llevaron a Nat, alguien la esta siguiendo, aparte de Chace. – mi corazón comenzó a latir muy rápido.
– No dejare que se la lleven.
– ¿Crees que yo la dejaría?, uno tiene que averiguar la muerte de nuestros padres y otro cuidara a Nat, los dos no podemos hacer lo mismo.
– Yo cuidare de ella. – Blake se posiciono de forma retadora.
– No yo cuidare de ella. – Máx adopto la misma postura.
– Se les olvida algo, estoy aquí, los dos tienen que averiguar la muerte de sus padres.
– Nat...
– No, mi hermano me puede cuidar.
– Pero. – ambos hicieron el intento de hablar.
– ¡Basta! mi hermano se podrá hacer cargo.