Billete de ida (narciso)

Capítulo 6: Marrón vs. azul.

Capítulo 6: marrón vs. azul.

16 de septiembre, 2019.

Thomas me deja en la entrada del instituto Rosa-Luxemburg-Gymnasium tras un monólogo suyo sobre que él no era taxista y no sé cuántas tonterías más; sin embargo, no tiene problema en que me ponga detrás, de alguna manera él se dio cuenta de que algo me ocurre cuando subo de copiloto en el coche.

—¿Por qué no cenaste con nosotros el sábado? —Thomas Koch era observador, no hablaba, no decía mucho memorable, sólo intervenía de vez en cuando pero siempre parecía estar atento a todo.

No le respondo.

Le miro y está observando a un grupo de personas y suspira, se baja las gafas de sol y sin poder evitarlo confiesa:

—Qué bonita es.

—¿Quién? —Asomo la cabeza por entre los asientos y me mira mal.

—A ti qué te importa.

—¡Fuiste tú quién lo dijo!

—Luego vendré a recogerte —Le miro curiosa—, me lo ha pedido Jhon; dejaste tu bono al lado del de mi madre y ella se lo llevó sin querer esta mañana.

Me despido de él y me voy hacia la entrada no sin antes fijarme en el grupo en el que se había fijado; hay dos chicas que no reconozco y una a la que sí: Erlin Baltßun, la cual me saluda con alegría y viene a darme un abrazo y un sonoro beso en la mejilla. Me presenta a uno de los chicos del grupo que estaban y me hace saber que se llama Niklas Waagner; su pelo es rubio oscuro y lleva una coleta recogiendo parte de su pelo, sus ojos son aceitunados y los esconde bajo unas gafas de ver, es alto, medirá un poco más que Erlin. Definitivamente es un chico guapo.

A lo lejos veo a Daniella con un chico y una chica y como me siento un poco abrumada cuando todo el grupo de Erlin viene decido de manera bastante cortés salvarme.

No me gustaba ser el centro de atención.

—Buenos días —digo al mismo momento en el que Dani señala su mejilla izquierda pidiendo que le dé un beso de saludo—, Nela Schrödez, encantada —Estiro la mano esperando recibir la de ellos.

El chico lo hace y se presenta como Dian Purhor, su acento es parecido al de Caroline, probablemente sea de la zona de Renania del Norte. Ella no.

—Venga Avy, dale la mano. No seas maleducada. —Presiona Daniella.

—¿A una Schrödez? —pronuncia mi apellido con verdadera tirria—, ¿a ti qué mosca te ha picado?

—Avy… —Él también intenta disipar la tensión que se ha instaurado en el ambiente.

Dian Purhor tiene las raíces del pelo algo oscuras y se le van aclarando en un degradado natural, tiene un flequillo que hace que casi se le tape un ojo, aunque no llega a ello y tiene pecas por toda su cara. Los ojos los tiene algo caídos y marrones. Su nariz va adornada por un piercing en uno de los lados.

—Avery Hedbrandh. —Me devuelve el saludo de mala gana.

Ella por su lado tiene el cabello castaño y es entre ondulado y rizado, algo extraño, le cae sin mucha gracia por debajo de los hombros y lo lleva algo despeinado. La nariz es un poco grande, pero creo que tiene los ojos más bonitos que he visto nunca. Son de un verde bastante claros y muy expresivos. Tiene una cara exótica.

—Avy… —Daniella vuelve a recriminarle mientras entramos dentro.

¡Será maleducada la alemana esta!

—Lo siento Dani, pero ella es una jodida Schrödez; tú haz lo que quieras, yo no voy a juntarme con la hija de quien tanto daño te hizo.

¿Qué?

—¡Ella acaba de llegar! —Pone las manos en jarra, frenándose en seco—, yo la he visto con su familia y créeme que ella no tiene nada que ver.

—¿Y a mí qué? —Alza un poco la voz, provocando que varios alumnos por el pasillo se giren.

—No es de los Schrödez; ¿tú te crees que si ella fuera mala estaría presentándola ahora mismo? ¡Creo que la que mejor puede hablar de lo ocurrido es la afectada y esa soy yo!

Niega con la cabeza. ¿Qué había pasado?, ¿qué había hecho mi padre? Voy a preguntar qué he hecho, pero Avery decide hacer una pequeña tregua y me ofrece su mano.

Hablo un poquito con ellos y decido que me caen bien; bueno, Avery dentro de lo que cabe no es horrible. Al menos no me hace el vacío. Tengo que preguntar qué ha pasado.

—¿Tienes segundo apellido como Daniella? —Dian pregunta fascinado y Avy se integra en la conversación.

—Sí —confirmo con orgullo— García, es bastante común en España.

Llevo con orgullo su apellido; eso no lo menciono, pero lo pienso con todo mi corazón.

—Para ser española hablas bastante bien alemán, con buen acento. —Avery tiene un acento parecido al mío y ella lo ha notado.

Asisto con Dian a dos clases, con Avery a una y la última la comparto con Erlin y Dani.

Salimos las tres juntas y nos volvemos a ver con Dian y Avy una vez terminadas las clases.

—¿Todo bien, Erlin? —Avery le pregunta y al parecer sin ser del mismo grupo de amigos suelen ir juntas en los trabajos puesto que les va bien.




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