¿Qué sucede? se preguntaba. Escucho pasos, cantos, ruidos ¿qué es esto?, no logro entenderlo. ¡Estoy completamente sola! Sabía que allá afuera le esperaba otro mundo, un mundo que ella no podía ver, pues se sentía atrapada, sentía que algo le decía que tenía que salir, los cantos de pájaros le llamaban, pero seguía allí, solo colores venían y en otras un camino oscuro, se preguntaba ¿Cuándo podré encontrarme con ellos? quería gritarles, pero así lo hiciese con toda su fuerza, esa coraza como un guerrero galáctico le envolvía, no le permitía ver ese mundo exterior que allí estaba, sentía estar cerca, pero cuán lejos de ella vivir, olfatear y disfrutar ese mundo desconocido.
De pronto, escuchó que alguien habló, le falta poco, pronto ¡será hermosa!
Ella dijo a ¿quién se refieren, será a mí? ¿Quién soy? Que horrible estar atrapado así, escuchar voces, escuchar risas, escuchar cantos y no poder estar allí, siempre lo mismo. Fue como empezó a sentir que algo se quebraba, ¿una lluvia de meteoritos? ¿Qué ocurre?
Es mi fin, si ya se acabarán mis días en este infernal encierro.
Gracias Pachamama, por permitirme morir al fin, no puedo seguir sufriendo así, no he hecho nada malo y me tienes encerrada aquí, sin dejarme salir.
Un ruido más fuerte se escuchó, un crack crack fuerte empezó a retumbar con más fuerza. Es así cuando, empezó a ver un poco de luz, algo que nunca había visto. Pachamama ¿qué ocurre? Y una voz suave le dijo: ¡Tranquila, ya eres libre, solo sales de tu crisálida!