Un año después.
Mi grupo favorito iba a ofrecer un concierto en otra ciudad y como era usual no tenía el dinero suficiente para los pasajes de avión, la estadía y las entradas del concierto, el barba sabía que era mi banda favorita y me prometió ir pero como siempre vivía de decepción en decepción nunca me hacía mucha ilusión al respecto.
Los días pasaban y seguíamos enamorados y divirtiéndonos a diestra y siniestra la fecha se acercaba y mis días de clases se pasaban entre lecturas y música. Faltando un mes aproximadamente mi querido, en ese entonces, novio me confirmó la noticia; los boletos estaban pagos al igual que los tiquetes de avión, era un hecho. IRÍA A CONOCER MI BANDA FAVORITA 💃💃💃💃. La emoción no cabía en mi pecho, después de tantos años todo se haría realidad. Estaba pletórica, extasiada y solo era la noticia de saber que si los vería en vivo.
El barba conocía muy poco de esa música, no me malinterpreten él también escucha mucho metal pero muy poco metal sinfónico, a mí me fascina ya que es la perfecta amalgama entre la elegancia de la música clásica y técnicas de canto clásico con la crudeza y rudeza del metal.
Viajamos un jueves, el concierto era viernes y nos regresamos el domingo. Mi amiga Liset fue la encargada de llevarnos al aeropuerto, ella sabía todo lo que pasaría y fue una excelente actriz al fingir lo contrario. El viaje duró aproximadamente una hora y media ya que era un vuelo directo y al llegar el cambio de temperatura fue inminente, amé la ciudad de inmediato.
La comida era deliciosa, el clima de no más de 23 grados centigrados, la cerveza exquisita y la compañía perfecta. Recuerdo que el jueves 18 de mayo estuvimos afuera hasta las dos o tres de la madrugada. El viernes 19 día del concierto nos levantamos a las ocho de la mañana a recorrer la ciudad, montamos en metrocable, conocimos el parque de lo gatos (porque sí, hay un parque dedicado a los gatos y este está lleno de estatuas de gatitos), fuimos a un río a pasar la tarde, todo fue espectacular pero mi ansiedad estaba incrementando al tiempo en que se acercaba la hora del concierto.
Llegamos con el tiempo justo para cambiarnos y salir hacia el concierto, solo me maquillé un poco y cambié mis zapatos por unos más cómodos, los celulares estaban a punto de morir pero no importó, luego de eso salimos directo hacia el teatro.
Una vez llegamos nos ubicamos en nuestros asientos, estábamos en el balcón justo en frente de la tarima; la ubicación ideal para ver todo y que ellos nos viran a nosotros. Mi corazón parecía explotar. Poco después las luces del teatro se apagaron el momento había llegado y junto a los demás grité de la emoción.
Poco a poco fueron salieron los integrantes de la banda; primero el baterista, luego el bajista y el tecladista, luego las dos guitarras y justo cuando empezaron la canción salió la vocalista. La diosa Simone Simons, mi garganta no aguantaba ni un grito más, estuve a punto de quedar sin voz y no me importó nada. Debo confesar que mientras el intro sonaba mis ojos se aguaron, uno de mis sueños se estaba cumpliendo pero me obligué a contener las lagrima, no podía llorar no delante de tanta gente en todo caso.
El concierto fue magistral, perfecto, incluso logré que uno de los guitarristas me saludara y bromeara conmigo desde la distancia y que la vocalista me saludara. (lo sé es una locura) Canté a todo pulmón todas y cada una de las canciones no me importó el frío pero para cuando terminó el concierto toda la actividad física del día me pasó cuenta; estaba realmente agotada y hambrienta. Eran aproximadamente las diez de la noche así que decidimos ir a un bar a tomarnos algo y a comer SIN SABER QUE EN ESE MOMENTO ME IBAN A PROPONER MATRIMONIO 😱😱😱😱😱
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