Bitter daddy

Judit era la mayor de 3 hijos, su madre había muerto de cáncer hace unos meses, así que le toco ser la hermana mayor y “madre” al mismo tiempo con tan solo 24 años de edad. Tenía una hermana de 19 años y uno más de 14 años.  Su padre había sido despedido unos días atrás y ya casi no tenían dinero. Judit comenzó a buscar trabajo para poder ayudar a su familia mientras su padre encontraba empleo. Ella Encontró trabajo de mesera pero se le comenzó a hacer la vida un tanto complicada pues los estudios universitarios eran muy absorbentes también, así que decidió suspenderlos temporalmente pues se sentía agotada, no rendía en ninguna actividad e incluso tuvo un par de desmayos; uno en el plantel y otro en la cafetería donde trabajaba.

Los gastos en su casa eran muchos y el dinero no era suficiente, ahora decidió cambiar de empleo. Fue contratada como secretaria en una inmobiliaria donde la paga era buena, pero el jefe comenzaba a verla con lascivia y era acosada frecuentemente por él, puesto que ella era de hermosa figura. Se vio obligada a renunciar y además, quiso demandar al sujeto, pero como era adinerado, él muy bastardo ya había comprado a las autoridades y el caso quedo impune y no era el primero de ellos.

Días más tarde Judit tuvo una conversación mediante redes sociales con una de sus amigas quien le aconsejo que como su apariencia era atractiva, debería aprovechar y explotarla al máximo y así vivir de su cuerpo prestando servicios como dama de compañía para hombres esos sujetos que se hacen llamar “Sugar daddy”  - hombres de la tercera edad, muy acaudalados que contratan hermosas mujeres jóvenes para que estén con ellos incluyendo la intimidad a cambio de una buena cantidad de dinero – Sonaba muy tentador. Judit al principio se negó a hacerlo, pero el dinero era más que necesario puesto que su padre se había accidentado tratando de colocar un foco, cayó de la escalera y se lastimo la espalda, su rehabilitación seria de 4 meses y no encontraría trabajo pronto.

Judit no tuvo otra opción, así que ingreso en un grupo de redes sociales de damas de compañía donde estos “sugar daddy” ingresaban para ver los perfiles de las chicas y ponerse en contacto con ellas.

A los primeros minutos que Judit termino de registrarse, le comenzaron a llegar varias notificaciones de estos tipejos, así como ofertas para salir de inmediato con ella. Al echar un vistazo a dichas ofertas, había una que ofrecía 400.00 euros por cita, era el doble de lo que pagaban los demás daddys en promedio. Se puso a investigar más del sujeto que le hizo la oferta y se dio cuenta que este no contrataba a cualquier mujer, tenía mucho dinero, vivía en una mansión y coleccionaba coches. Además tenía un jet privado, un yate y se llevaba a pasear a las damas de compañía a Europa, lo extraño es que en el perfil de él, no había contactos, ni recomendaciones. Solo una reseña breve de él, fotos de lugares turísticos y lo que ofrecía a cambio por esos servicios a las chicas. Con todo Judit dudando un poco, accedió a la oferta.

A la mañana siguiente ella salió de su casa con una gabardina larga para ocultar su vestimenta poco decente y no levantar sospechas, solo le dijo a su hermano menor que regresaría más tarde e iría a una entrevista de trabajo y le encargo los cuidados de su padre a él y a su otra hermana. El adolecente estaba viendo las noticias, en concreto en el noticiero. El reportaje hablada acerca de desapariciones de chicas y mostraban la foto de una joven de unos 20 años; pelirroja y de hermosa apariencia que fue vista por última vez hace unos 3 días. Judit se detuvo a ver la foto de la chica y se la pensaba para acudir a la cita, sin embargo las necesidades de su casa eran muchas. Ella decidió salir y verse con el cliente. 

El hombre la recogió en un bar que ella solía frecuentar con sus amigas, ya que no quería que su familia se enterara de su nuevo “empleo”. En un auto muy lujoso llegó por ella y se la llevo. El hombre vestía muy elegante y se presentó diciendo: “Hola preciosa mi nombre es Hernán Ibáñez, tú debes ser Judit”. A lo cual ella respondió un tanto cohibida: “así es señor” y él le dijo amablemente: “Puedes llámame ‘Henry”.

Primero visitaron un restaurante muy lujoso para comer algo, posteriormente visitaron una galería de arte donde pronto se subastaría una pintura muy valiosa, y Henry estaba tentado a adquirirla. Finalmente fueron a escuchar un concierto de una orquesta que estaba de visita en la ciudad, se trataba de La Royal Philharmonic Orchestra (RPO), que es una orquesta sinfónica británica con sede en Londres. Además de escuchar magnificas piezas de arte, Henry le comento varios datos interesantes acerca de La RPO, como que fue fundada en 1946 por Thomas Beecham el cual ofreció su primer concierto en Croydon el 15 de septiembre de 1946. Tambien que Beecham fue su director de orquesta principal hasta su muerte en 1961.La orquesta realizó una gira por Estados Unidos en 1950, convirtiéndose así en la primera orquesta británica en visitar dicho país después de la Orquesta Sinfónica de Londres en 1912.

Llegada la noche, Henry estaba muy contento y agradecido por la compañía de Judit, le dijo que la próxima semana iría a la subasta del cuadro que el pretendía comprar y que estaría extensamente complacido de que Judit fuera su acompañante. A lo cual Judit dijo que lo pensaría y si la agenda estaba desocupada, con gusto lo acompañaría. Henry la dejo a un par de cuadras de su hogar y se despidió amablemente y de inmediato aparto fecha y la compañía de Judit desde su móvil para el día de la subasta.

Al llegar a casa, su padre y hermanos estaban preocupados. Le preguntaron que por qué había tardado tanto. Ella para evitar tantas preguntas les dijo que había muchas personas en la entrevista pero que al final le dieron el puesto, cuando su hermana le pregunto en donde sería el trabajo y que puesto tendría, Judit respondió que iba a ser asistente en una agencia de viajes en el centro de la ciudad.