Ya es costumbre.
-Señoritas- habla Rafa- sobretodo Erin, tenemos que pasar a buscar a Dario- dice haciendo una mueca
-Oh, esta bien, no hay problema- digo con una media sonrisa
Rafa asiente, veo que Nacho le hace una mirada que no logro descifrar y Rafa le sonríe. Vale me da un codazo, la Volteo a ver y me hace un gesto de pregunta, me encogo de hombros haciéndole saber que no tengo la menor idea. Llegamos a un café, Rafa hace sonar el claxon, las paredes del café son trasparentes por lo que se puede ver a Darío con la chica del otro día. Él se para, se despide de la chica y sale. Al verme veo como saca una sonrisa ladeada. Me arrimo más a la ventana de mi lado, Vale se corre hacia mí, pero Darío da vuelta se para en mi ventana
-¿Estás esperando que te pida por favor que te corras? - pregunta burlón
Solo giro los ojos, Vale se corre a su ventana y hago lo mismo, Darío sube, se sienta a mi lado, su cercanía hace que sienta algo de nervios, me limitó a verlo de reojo, siento su mirada directamente.
-No seas grosero- lo riñe Rafa mientras avanza
-¿Por qué traes a bichos? - dice viéndome cómo si fuera una clase de cosa rara
-Dario- advierte Nacho
-Déjenlo, de nada le sirve tener cerebro si no sabe utilizarlo, es normal, ya me acostumbré a su baja coeficiencia intelectual- digo de manera indiferente
Darío pasa su brazo en mis hombros y me jala a él.
-¿Baja coeficiencia intelectual? - pregunta divertido
Mi corazón comienza a latir con fuerza, lo miro a los ojos, él hace lo mismo, y luego mira mis labios.
-Robin, ¿Quieres pasarte de copiloto? - dice Rafa
Me alejo de Darío, lo Volteo a ver, le sonrío.
-Estoy bien, gracias- me sincero
Volteo a ver de mala gana a Darío quien tiene una sonrisa arrogante
-Asco- murmuro lo suficiente alto para que me escuche
Suelta una carcajada, ruedo los ojos, pongo mis manos encima de mi pierna, él de manera sorpresiva pone la suya sobre la mía, la apartó inmediatamente viéndolo con mi cara horrorizada. A él parece divertirle por qué no hace más que sonreír.
Idiota
-Listo Robin, llegamos- dice Rafa llamando mi atención
Volteo a ver a mi al rededor y noto que ya estoy en casa
-Gracias Rafa- suspiro
Vale se baja, estoy por bajarme cuando siento alguien agarrar mi mano
-¿Y mi despedida? - dice con un puchero Darío
Ruedo los ojos, le doy una sonrisa fingida, acuno su rostro con mis manos, él me dedica su típica sonrisa ladeada, borro mi sonrisa, y pellizco sus mejillas fuertemente. Me salgo del auto.
-Adiós Rafa, Adiós Nacho- digo acercándome a la ventana de copiloto
Volteo a ver la parte de atrás donde Darío se sigue sonando sus mejillas y me fulmina con la mirada.
-Adiós Robin.
-Adiós Erin.
Dice los dos reprimiendo las carcajadas que quieren salir.
Camino directo a casa donde Vale se ríe mientras niega con la cabeza divertida
-Eres todo un caso- dice cruzandose de brazos
-¿Y qué quieres que hiciera? - digo extendiendo mis manos a los lados
-Él quería otro de tus besos que excitan a cualquiera- dice de forma soñadora
-¡VALENTINA! - exclamó divertida y sorprendida
-Es la verdad Erin, ese chico está loquito por ti- dice con una sonrisa picarona
-Ya, entremos- digo fastidiada
Entro a casa con Vale detrás de mí. Noto que no hay nadie a casa lo que se me hace raro, no le doy tanta importancia y vamos a mi habitación. Al entrar nos dedicamos a hablar de cosas sin sentido. O bueno lo que siempre las mejores amigas suelen contarse. Dando las 4 de la tarde Vale tubo que irse, su mamá le habló y se fue. Checo el reloj, son las 6 y mis padres aún no llegan, miro mi celular, veo que tengo mensajes de mi mamá.
Cariño, estamos fuera de la ciudad, tuvimos que ir a ver unos asuntos del trabajo de tu padre, lo estoy acompañando, regresaremos hasta mañana en la mañana, hay comida en el refrigerador. Cuidate.
Bufo, últimamente mis padres están fuera, y me molesta, me siento lejos de ellos, bien, mi padre es fotógrafo, por lo que suele salir de viajes a menudo y de vez en cuando mamá lo acompaña. Ya que es contratado por las mejores empresas.
Pov. Rafa
-¿Cómo lo sabias? - insiste por milésima vez
-Bien- digo cansado- un día me la encontré regresando caminando a su casa y la lleve-digo mirando a los ojos, él asiente- ¿Te gusta? - curioseo
-Creo que sí - suspira- ¿y a ti? - pregunta viéndome cómo si fuera un león cazando a su presa.
-No- digo seguro- Si estás así por que me llevó bien con ella, es solo eso, una amistad, me cae bien, es agradable- digo encogiendome de hombros
-Bien, lo siento- dice abrazandome
-Tranquilo hermano- digo devolviéndole el gesto y palmeando su espalda.
-Te dejo, tengo que irme, iré a ver a Jane- dice caminando hacia la puerta
-Si sabes que a Jane le gustas ¿no?- le digo fruciendo el ceño
-¿Yo? ¿Gustarle? - dice divertido
-Sí, se distingue a leguas, ella está enamorada de ti desde que te conoció - le digo- debes tener cuidado, que tus acciones no la ilusione- advierto
Darío parece pensativo, me mira
-De acuerdo, lo tendré - dice con una sonrisa.
Sale de mi casa, lo veo desde la ventana irse, suspiro. Checo la hora, son las 6:30 de la tarde. Subo a mi habitación, estoy por acostarme cuando escucho a mis padres entrar
-Rafa, cariño baja- escucho gritar a mi madre
-Voy- le grito de regreso
Bajo de inmediato, están algo nerviosos, mi madre se sienta en el sofá. Mi padre se acerca
-Siéntate hijo, necesitamos hablar- dice pasando su brazo en mi espalda
-Diganme- digo mientras me siento enfrente de mi madre. Mi padre se sienta a su lado
Editado: 19.11.2019