Olivia.
Llegué a la cafetería y observé a Ruth sentada con Ken, estaban riendo y disfrutando de su momento, así que caminé dispuesta a sentarme sola para no interrumpir, comencé a caminar para el lado contrario con el fin de que no me vieran.
— ¡LIVI! —volteé y observé a Ruth sobre una silla, señalando mi camino hacia ellos, le sonreí y camine hasta ellos, me senté junto a Ruth y ella me abrazó.
—Hola, Ken, le dije con una sonrisa.
—¿Cómo te fue en tus vacaciones, Olivia?—se puso su sándwich en la boca.
—Bien, lo mismo que siempre, ya sabes, estar en casa... —tomé un sorbo de mi jugo— ¿A ti?
—Muy bien, ¿verdad, amor?...—miro fijamente a Ruth con una sonrisa en los labios y se acercó a besarla, Ruth me miró con una expresión de culpa inmediatamente.
— ¿Así que en compañía de Ruth eh? —Voltee a verla y achique los ojos, no me lo había contado — ¿Por eso tenías tantas ganas de verlo esta mañana?
—No te molestes, te lo contaría —me abrazó de nuevo— ¿Sabes yo sé dónde venden tu helado favorito?— se recargó en mi hombro y me guiño un ojo.
— ¿Me chantajeas con un helado?—comencé a reír.
—No, como crees yo solo digo que ahí venden chocolate con chocolate y más chocolate ¿Lo sabías?
—No estoy molesta, me alegra que estén juntos, se ven muy bien son la pareja perfecta, son tan adorables, aunque eso si lo tenemos que celebrar con un helado de mi lugar favorito ¿Verdad Ruth?—levante las cejas.
—Todos los que quiera la mejor amiga del mundo mundial— tomó mis mejillas—Oye Liv...— fijó la mirada en Amber— ¿Ese no es tu collar?— Amber nos miró con desprecio.
—Era mi collar— suspiré.
—¿Por qué lo tiene ella?—preguntó Ken, solo levanté los hombros— No debes permitir que Amber te trate de esa manera, esa no es la Olivia que yo conocía— negó con la cabeza y golpeó la mesa con su mano—¿Dónde está la chica que me golpeó el año pasado por no fijarme por dónde caminaba? ¿Dónde está la persona que no se dejaba de nadie? La que le tiro un diente al capitán del equipo de fútbol solo por…
—¡Ya Ken! Ya lo entendí,esa Olivia se fue desde que empezó a fallar mi corazón.— puse la mano en mi pecho y me sentí molesta porque deje de hacer muchas cosas que me gustaban aparte que no me gustaba recordar esa parte de mi vida ni hablar sobre mi salud.
—Pero Olivia…
— ¡KEN! Ya déjala tranquila— dijo Ruth al verme incómoda.
—Lo siento— dijo Ken ofreciéndome una barra de chocolate.
—Novios tenían que ser—reí y tomé un chocolate—chantajistas… los dos son iguales.
Cuando comencé a comer chocolate, Liam entró en la cafetería y me miró a los ojos. Simplemente me saludó con la mano antes de caminar hacia la mesa donde estaba sentada Amber. Sí, lo compruebo, este hombre ha caido demasiado bajo.
— ¿Qué opinas, Liv?— Ruth golpeó mi hombro al ver que no le prestaba atención.
— ¿Qué?— volteé confundida.
— Iremos a la fiesta de Amber—tomo un mechón de mi cabello y comenzó a enredarlo en su dedo.
— ¿Amber dará una fiesta?— mordí una manzana que lleve a la escuela y fruncí el ceño.
—Sí, creo que por su cumpleaños o algo así—contesto Ken parándose de la mesa.—Ya sabes los ricos todo celebran
—Y estamos todos invitados— dijo Ruth tomándome del brazo haciéndome parar, sin dejarme terminar la manzana que comía, como se les ocurre que iba a ir a la fiesta de alguien que me odiaba sin razón alguna y aparte me acababa de robar.
— Están locos si creen que iré a esa fiesta—pare en el pasillo.
— ¡Vamos amiga! Es nuestra primera y última fiesta de preparatoria—se me colgó de un brazo haciendo un drama.
— ¡Si Liv vamos! Si no vas tú, yo no podré ver a mi amorcito —Ken me tenía del otro brazo, ahí estaba yo con dos dramáticos colgados de mí, fingiendo un llanto haciendo que todo mundo volteara a vernos.
— ¡Ya! Está bien, solo dejen de hacer esto — me aparté de ellos.― Me avergüenzan.— susurré.
—¡Sí!— gritaron al unísono, alzando las manos— ¡iremos a la fiesta!—daban vueltas a mi alrededor, dios que he hecho para merecer esto.
Liam
—Entonces… bebe, ¿Vendrás a mi fiesta?— tomo mi cabello y jugueteo con él
—Por supuesto, Amber— la miré fijamente, ¿cómo has cambiado tanto?, intenté entrar en su mente pero me interrumpió.
—Aquí está mi dirección—me extendió la mano con una servilleta con la calle y el número de casa.
—Nos vemos entonces— tome la servilleta y se fue, me levante de la mesa y al salir del comedor, me encontré con tremendo circo, Olivia y dos chicos más bailando alrededor de ella, al verlos no pude contenerme y una gran carcajada salió de mí.
— ¿Pero qué clase de ritual es este?—metí las manos a los bolsillos del pantalón, acercándome a ellos— Creí que las brujas ya no existían.
—Es un encantamiento, convencentus a Oliventus para ir a la fiespetrus— su respuesta provoco que me riera aún más — Soy Ruth—extendió la mano para saludar, y le correspondí.
—Soy Ken—igual extendió su mano.
—Liam, mucho gusto— seguía riendo un poco al recordar la escena con la que me encontré—¿Así que para convencer?
—Si— contesto Ruth animada
—¿Puedo ayudar?— miré a Olivia, ella casi me mata con la mirada mientras se cruzaba de brazos — Tal vez podemos usar más hechizos que sirvan para otras cosas.
—No te preocupes, déjalo así ya me convencieron, no necesito de más “encantamientos” , Ruth te está haciendo daño ver Harry Potter — frunció el ceño y sonó la campana—¡Salvada por la campana!— era hora de entrar a clases nuevamente así que comenzamos a caminar hacia el salón de clases.
—Olivia espera, solo un segundo— paró antes de entrar al salón.
— ¿Dime?— Se acercó a mí la observé unos segundos fijamente. Había algo muy extraño en ella, y desde que entré en la oficina del director esta mañana, me ha estado inquietando tenía la sensación de conocerla de algún lugar y quería preguntarle pero por alguna razón no me atrevía.
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Editado: 04.07.2024