Capítulo 4.-

Olivia

Sonó la campana, las clases habían terminado por fin, todos comenzaban a pararse de sus butacas para marcharse a casa y yo tomaba mis libros.

—No se olviden del proyecto muchachos — dijo la profesora antes de salir.

Comencé a caminar con los libros entre mis brazos, pero antes de llegar a la puerta del salón sentí que alguien tomó mi brazo e imágenes raras comenzaron a venir a mi cabeza, sentía una preocupación inmensa, un dolor indescriptible en mi pecho,comencé a reconocer lo que veía, las imágenes de aquel día comenzaron a venir a mi cabeza, gente alrededor de mí creyendo que estaba muerta, lo podía ver como si fuera una persona más ahí, mirándome en el suelo mientras llegaban los paramédicos, había sangre por todos lados. De pronto estaba de nuevo en el salón de clases, los libros que llevaba conmigo cayeron al suelo mis manos se postraron en mi pecho rápidamente ¿Me estaba dando un infarto? Sentía como mi corazón se aceleraba cada vez más y no podía evitarlo ni controlarlo el pánico comenzó a invadirme, al recordar algo que creí que había borrado de mi memoria después de ese día.

—¿Olivia? ¿Estás bien? ¿Olivia? — Liam me sacó de ese trance; me miraba aterrorizado y su voz resonaba en mis oídos como eco, mi mirada viajaba por todo el salón buscando por todas partes la horrible escena que acababa de revivir—¡oye! ¿Estás bien? ― gritó para que mi atención se centrara en él, lo mire fijamente y comencé a llorar.

― ¿Dónde está?― Lloraba asustada.

―¿Quién?― preguntaba confundido.

―No dejes que se acerque a mí otra vez—le supliqué con la voz quebrada mientras me miraba—agarré su mano con fuerza y él simplemente me abrazó, y supe que estaba tan o más confundido que yo. Este recuerdo estaba destinado a romper la estabilidad mental y emocional que había construido desde ese día; se esperaba que el trauma me hiciera olvidar todo, pero allí estaban esperando a salir a la superficie cuando menos los esperaba.



Liam

La sostuve fuertemente, creí que en cualquier momento podía desfallecer.

―No dejes que se acerque a mí de nuevo ― Me suplicaba, su cuerpo temblaba así que la abracé, no sé si la ayudaría porque no sabía que mierda sucedía.

― Tranquila, nadie se acercará mientras yo esté aquí te lo prometo ―Pude ver todo lo que ella vio cuando la toqué, pero esas imágenes finalmente no me dijeron nada. Tal vez fue el accidente que tuvo, pero dado el miedo que tenía, creo que no fue un accidente. Me miró fijamente y asintió mientras se aferraba a mí.
A pesar de que mi curiosidad me estaba comiendo, quería hacerle preguntas sobre eso, pero no me atreví, así que me quedé allí en silencio para hacerle compañía. Después de todo, estaba devolviendo el favor por ayudarme hoy en mi primer día.

―¿Estás mejor?― Pregunte después de unos minutos y ella asintió limpiándose las lágrimas que aún salían de sus ojos.

—Me... tengo que ir, Ruth debe estar buscándome —Apartó su mano de la mía.

—Sí... debe estar preocupada ― La ayudé a recoger los libros que estaban en el suelo ― Yo los llevaré... ibas a la biblioteca a entregarlos ¿no?

―Sí... la biblioteca.

―No te preocupes yo paso por ahí y los dejo ― su mirada viajaba por todo el salón de clases, estaba demasiado nerviosa

—Lo siento— se disculpo en un susurro.

—¡Livi! — Apareció Ruth haciendo que nos sobresaltáramos.― ¿Qué pasa?― Miro a Olivia y la sonrisa que tenía se le borró de la cara ―¡Tu maldito! ¿Le hiciste algo?

—Yo...

—No... espera Ruth, él me ayudó, me comencé a sentir mal y Liam amablemente se quedó conmigo― Dijo Olivia antes de que su amiga me descuartizara.

—¿Tomaste tu medicina?―pregunto Ruth preocupada y Olivia asintió.

―Tal vez solo se me bajó la presión o algo, pero ya estoy bien no te preocupes, vayámonos ya es tarde y mi madre nos matará.— sonrió sin ganas

—Iré a comer a tu casa, mi mamá ya me dio permiso —dijo Ruth riendo — ¿Crees que tu madre me invite a comer?

—Olivia ― La detuve antes de que saliera del salón ― Te puedo llevar a tu casa si quieres...

—Estoy bien― Me sonrió y salió del salón, pero regresó unos segundos después ― Gracias por todo y... lo siento por haberte hecho pasar este mal rato― le brotaron algunas lágrimas de sus ojos y se marchó, salí unos minutos después y lleve los libros a la biblioteca.
Ya estaba en mi auto con las manos en el volante, listo para salir del estacionamiento de la escuela, pero miré a Olivia con Ruth pasando frente a mí ¿Qué te ocurrió Olivia? No era normal que ella lograra transmitirme una sensación de miedo tan fuerte cuando toqué su brazo; todo lo que vi fue algo muy serio, y no creo que haya sido un accidente. La vi alejarse antes de encender mi auto, salir del estacionamiento y detenerme lentamente.

—Sube, te llevó — sonreí.

— Hola, bebe — beso mi mejilla y serró la puerta del auto.

— ¿Dónde vives? — voltee hacia Amber con una sonrisa, comenzó a darme instrucciones mientras yo conducía.

— Bonito auto —toco la piel del asiento — sabes... también es muy cómodo — tenía una mirada insinuante.

— No es mío, es de mi padre — paramos frente a su casa, más bien mansión con grandes ventanas y jardines.

— Sabes Liam podemos hacer bastantes actividades aquí— toco mi pierna y subió su mano un poco más de lo normal, bajé rápidamente del auto y me dirigí al otro lado para abrir su puerta, ella me miraba confundida y molesta, pude escuchar su pensamiento y para ella ya soy el idiota que la está rechazando.

— Me tengo que ir—dije mientras la hacía bajar del auto, ¿Cómo puede ser ella?, ¿Cómo puede un alma cambiar tanto? Ahora siento que no la reconozco.

— Te veo en la noche —tomo mi brazo antes de dejarme subir al coche— la fiesta recuerdas ¡Dah!—rodó los ojos.