Liam
Las clases continuaron, yo me dediqué a observarla todo el tiempo, no entendía como podía ser posible que ella estuviera aquí, viva... Como si nada.
— Chicos recuerden traer el permiso firmado por sus padres o algún adulto. Les recuerdo que algunos aún no son mayores de edad— Gritó la profesora antes de salir del salón, sacándome de mis pensamientos.
—Olivia...
— ¿Si?— Contestó mientras guardaba sus cosas en su mochila.
— Tenemos que hablar
—Claro... espera— comenzó a sonar su teléfono — Hola mamá, ¿Qué haces ahí? —Me miró con el ceño fruncido— ¿De qué hablas?, está bien voy para allá.
—¿Está todo bien?
—Mi mamá...— Se rascó la cabeza, —está en tu casa con tus padres y ellos quieren hablar con nosotros.
Salimos de la escuela, Max nos esperaba afuera con el auto así que subimos a él.
—Olivia... ¿En verdad estás bien?— Dijo Max mientras conducía
—¿Por qué no debería de estar bien? ¿Qué pasa? Ustedes dos se están comportando demasiado raro el día de hoy.
—¡Raros!— Max frenó el coche de golpe
—Max Basta, solo conduce y guarda silencio.
—No Liam, Olivia la rara eres tú... Ayer moriste y hoy estás aquí como si nada nunca hubiera pasado... Qué clase de zombie eres.
—No morí, solo fue un sueño — Susurro con el ceño fruncido.
—¡Moriste! Y no podemos comprender cómo regrésate de entre los muertos... zombie — Max continuó manejando, hasta llegar a casa, todo el camino Olivia estuvo en silencio, estudiando cada palabra que Max dijo, bajamos del auto y entramos a casa y si efectivamente ahí estaban mis padres y la madre de Olivia.
—¿Qué pasa? — Le pregunté a mis padres al llegar, pero ellos solo se quedaron en silencio.
—¿Mama, que haces aquí?
—Hija yo... lo siento — La abrazo
—¿De qué hablas?
—Hija, es hora de que sepas toda la verdad... Te he mentido por años y ya no puedo seguir haciéndolo.
—Será mejor que se sienten — Dijo mi padre algo abrumado.
—Hija...— Dio un gran suspiro— ¿Sabes lo que son ellos?— Ella dudó un momento en contestar, me dedico una pequeña mirada y asintió con la cabeza.—¿Sabes lo que eres tú?—Olivia negro y bajo la mirada.— Hija nosotros existimos desde hace muchos siglos yo he tenido una muy larga vida, exactamente 235 años— observo a Olivia y suspiro— hace algunos años existía una Reina... Ella mantuvo unido a los clanes de vampiros y al aquelarre de hechiceras durante mucho tiempo, todo marchaba con tranquilidad, en aquella época la reina contraria matrimonio con un vampiro, él era un joven de muy buena familia — Dirigió la mirada hacia mí— y querían lograr que hechiceros y vampiros gobernaran, la boda estaba pactada entre la familia Coleman y ... Los Smith, pero todo marchó mucho mejor cuando el joven vampiro y la joven reina hechicera se enamoraron, la boda estaba siendo planeada con entusiasmo entre todos, excepto por un clan, los Ventrue. A ellos no les fascinaba la idea de que se hubiera elegido a un Coleman como prometido de la reina ellos exigían que fuera su descendiente más joven, Damián. Más les repudiaba que hubiera florecido amor entre ellos.
Después de un tiempo llegó una chica nueva al aquelarre, era joven y hermosa, ella había perdido todo, la reina se compadeció de su historia y la llevó al palacio como dama personal, su amistad creció bastante y ellas se querían como hermanas o eso creíamos nosotros. Cassandra la chica nueva, comenzó a convivir con Liam el prometido de la reina — Olivia me miró rápidamente— comenzaron a frecuentarse más y más, hasta que por una extraña razón el joven Liam canceló la boda con la reina porque se había enamorado de alguien más, la reina se puso muy triste, pero no interfirió ella quería que el amor de su vida fuera feliz así que decidió reinar sola. Cuando los Ventrue se enteraron de esto quisieron aprovecharse para que Damián fuera el nuevo prometido, pero la reina se negó rotundamente.
—¿Liam en verdad la traicionaste?— preguntó Olivia podía notar la mirada de decepción hacia mí.
—Hija no culpes a este muchacho, pasaron unos años y todo seguía en paz, la reina se había hecho muy solitaria, ya no salía del palacio como antes ya no hablaba con nadie se había hecho demasiado reservada. Durante una celebración a la reina le entregaron un hermoso collar con un pequeño dije en él, lo fabricaron especialmente para ella, para agradecer todo lo que había hecho por el pueblo, ella estaba contenta y se notaba porque el día había sido perfecto y flores habían salido por todo el bosque cercano. Durante una caminata nocturna la reina vio a Cassandra, estaba sola y parecía que estaba asustada, así que la siguió para protegerla. Pero lo que escucho al seguirla la derrumbaría por completo. Esa noche comenzó a caer una gran tormenta así sabíamos exactamente que la reina estaba mal, ella regia hasta el clima en ese entonces. Paso la noche y la lluvia no cesó, así que muchos salieron para ir al palacio, tal vez la reina había enfermado y necesitaba ayuda. De pronto nos topamos con Cassandra, manchada de sangre por todas partes diciendo que la reina había muerto y que humanos habían entrado al palacio y la habían matado que ella no había podido ayudarla, nadie le creyó, era ilógico que simples humanos hubiesen esquivado a la Guardia real o que la reina no hubiese hecho nada para defenderse. Pusieron en investigación a Cassandra, el único qué le creía y estuvo a su lado fue Liam, hasta que en sus pertenencias encontraron libros de magia negra y aquel collar que le habían obsequiado a la reina, así que el aquelarre la condenó a morir quemada por traición y hechicera negra, creímos que había muerto hasta ahora que volvió como un vampiro, supongo que los Ventrue hicieron que volviera.
— Mamá... Cuando Cassandra mató a Lesat ella ya era un vampiro— Interrumpió y mi familia y yo nos miramos fijamente —yo lo vi, en una de mis visiones.
— Por eso no murió, cuando el aquelarre la quemó, ella sabía que harían eso — mi padre me miró molesto — ¿Liam por favor dime que tú no fuiste quien la convirtió?
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Editado: 04.07.2024