Blanco fácil

Capítulo 33

Estábamos en clases de Ciencias naturales cuando a la puerta tocó la inspectora. 

—Buenas tardes Licen —dijo sonriendo —¿puede prestarme a la Señorita Rigau por favor? 

—Buenas tardes inspec, claro; Señorita Rigau salga 

Cuando dijeron eso me levante rápido para ir con la inspectora, la verdad no sé porque quería verme y no creo que sea para hablar de mi comportamiento ya que según yo es excelente. 

—Sígame señorita —me dice caminando delante de mi 

—Si licenciada —dije siguiéndola 

Caminamos subiendo las gradas en el mismo edificio hacía en tercer piso, pasamos por alado de la biblioteca cosa que me puso nerviosa y solo agache la mirada porque no quería que me vea el Licenciado Guiem, aun no superó la situación pasada; alado de esta estaba la enfermería y junto a la enfermería estaba la oficina del médico. 

Entramos y yo detrás de la inspectora, ella se dirigió al Doctor y le dijo: 

—Buenas Doc ¿qué tal los chicos enfermos? —dice sonriendo 

—Buenas tardes Licenciadita jajaja —se ríe a carcajadas —no ha habido muchos hoy 

—Afortunadamente para usted, miré le traje una nueva paciente —dice señalándome 

¿Yo? Pero si no estoy enferma ni me sentía mal, ¿por qué estoy aquí? Es lo único que me preguntaba, el doctor es una persona mayor y parece que ya ha trabajado bastante por las canas de su cabello y se ve alto. 

—Ahh ¿la chica de la que nos habló el Licen de educación física?, debe ser ella 

—Si, es Mayida Rigau —dice la inspectora 

—Bien mucho gusto Mayida, soy Kenner el medico encargado de todos los estudiantes de este colegio ya sean del básico o de bachillerato —me extiende la mano para saludarlo 

—Le doy mi mano —Soy Mayida Rigau, estoy en 10mo paralelo C mucho gusto doctor —sonrió ligeramente 

—La dejo aquí Doc, tengo que irme —dice la inspectora 

—No se preocupe Licen yo me encargo 

La inspectora salió y me quedé con el doctor, y aún estaba confundida de porque estaba allí y no estaba en clases. No pude esconder mi cara de asombro y de dudas 

—Siéntate —me dice señalándome una silla cerca de su escritorio —Me imagino que debes estar confundida y preguntándote muchas cosas, pero déjame explicártelo. 

—Me senté y dije —Ehh si, no sé porque estoy aquí si no estoy enferma ni nada —dije 

—Es verdad al parecer no lo estas, pero tu profesor de educación física está preocupado por ti, me avisaron que tu peso es algo bajo y esa es la razón por la que estas aquí 

—¿Mi peso? —pregunte 

—Si, para una niña de tu edad el peso mínimo es de 55 kilos y más si es de tu altura porque a simple vista se te bastante alta comparado con las demás chicas. Mira ven súbete a esta balanza —me dice 

Le hago caso y me quito mis zapatos para subirme a la balanza 

—Mmm —dice viendo los números que indicaba —¿si ves? 41 kilos, incluso has perdido un kilo más que antes ya que tu profesor me dijo que pensabas 42 kilos hace dos semanas —me ayuda a bajarme de la balanza 

—Pero no entiendo porque tanto alboroto por eso —digo seria poniéndome los zapatos nuevamente 

—Se que es difícil para ti entenderlo, pero es tan simple como te lo explique antes tu peso es bajo y eso te puede traer consecuencias, dime ¿te has desmayado? ¿Has sentido que no te puedes concentrar en clases? O ¿la ropa te queda grande últimamente? 

—Mm —pienso —pues si me pasa todo eso 

—¿Ves? Incluso podrías estar teniendo anemia y no lo sabemos, es por eso que estas aquí, para que yo te trate y que hable con tus padres urgentemente —me dice mientras escribe algo en su libreta —debes traerlos lo más pronto posible ¿de acuerdo? —me da una hoja 

—Mm bueno los traeré —digo 

—Y después ya veremos qué exámenes requieres y ver si podemos derivarte a un nutriólogo para que empieces a recuperarte, me doy cuenta tan solo con ver tu cara que. O estás muy bien; eres muy pálida y ojerosa Mayida —me mira serio 

Asiento a todo lo que me dice, jamás pensé que el saltarme las comidas podría llegar a hacerme daño, la verdad siempre fue así desde que era niña, nunca me ha gustado comer, pero antes no era un problema, supongo que se volvió algo serio ahora. 

—Lo demás lo hablaré con ellos cuando vengan, creo que eso es todo lo que tengo que decirte —me dice serio 

—Asiento —¿Ya puedo irme? 

—Si, ten cuidado, nos vemos cuando vengas otra vez 

—Hasta luego Doctor —digo y salgo de allí 

Mientras caminaba iba pensando en que debo contarle todo a mi mamá y decirle que el médico quiere verla a ella y a papá, no pensé que sería tan grave, bueno no tanto como lo de mi hombro, eso sí fue bastante malo y mejor ni pienso en eso luego solo me deprimo más. 

Pensando todo eso camine lentamente y algo distraída mientras mordía mis uñas, cuando llegue al aula y ya casi era la hora del receso, ya habían pasado las 3 horas de clases antes del receso, solo me senté en mi pupitre y guarde mis cosas para ver que hacer luego. 



#387 en Thriller
#124 en Suspenso

En el texto hay: drama adolecente

Editado: 13.12.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.