Blanco fácil

Capítulo 41

Cuando me desperté a la mañana siguiente mi mamá vino corriendo a mi cuarto asustada. 

—¡Mayida hija baja! —dijo abriendo la puerta de mi cuarto 

—¿Ma que pasa? —dije asustada de sus gritos 

—¡Ven a la sala a ver la televisión, rápido! 

Salí de las cobijas y corriendo baje las gradas tirándome en el sillón para ver la tele donde en el noticiero de la mañana pasaban un ¿boletín de emergencia?, solo me puse a escuchar lo que los reporteros decían: 

Hoy a las 6 de la mañana se encontró el cuerpo de una adolescente de aproximadamente 15 años, tirado en la avenida occidental y Manuel Córdoba Galarza cerca del redondel del adolescente donde se supone hay bastante movimiento debido a que está cerca de varios colegios y centros comerciales, según informes de la medicina legal el cuerpo tenía varios hematomas junto con las costillas rotas, la pierna derecha rota en dos, y la parte izquierda del cráneo igual estaba quebrada, se presume que fue golpeada hasta la muerte y luego tirada en este lugar, la víctima tenía consigo solo su cédula de identidad que se reconoce con el nombre de Xena Balché, de nacionalidad Ecuatoriana…… 

¿Xena? Cuando escuche el nombre mi corazón se paró totalmente y mi mente se quedó en blanco, ¿Cómo podría ser que ese cuerpo fuera mi amiga? No podía ser, ayer había hablado con ella y estaba bien. Me sudaban las manos y no sabía que pensar. 

—No … no puede ser Xena mamá—dije con los ojos apunto de lagrimear 

—Mi amor ni yo puedo creerlo, pero acaba de salir en las noticias, además de que tenía consigo la cédula, no debe haber error —me dice seria 

—Pe…pero ayer estaba bien —mis lágrimas caían —quiero llamarla, debe estar en el colegio a esta hora —dije sonriendo nerviosamente 

Me pare del sillón y rápidamente puse el teléfono en mi oreja marcando a la casa de Xena, empezó a sonar el teléfono una vez, otra y otra, pero nadie contestaba entonces solté el teléfono muy asustada y fue donde entendí que si era mi amiga la que encontraron sin vida, no pude evitar caer al suelo y llorar. Mi mamá se acercó a mí y me abrazo llorando conmigo. 

—Está bien mi chiquita, para mi igual es algo demasiado duro de asimilar, pero debemos ser fuertes —me dice abrazándome 

—¿Qué voy a hacer sin ella? Era mi mejor amiga y como una hermana para mi —dije llorando —jamás pensé que llegaría el día que no estuviera conmigo 

—Lo se mi bebé, llora para que te sientas mejor 

Abracé fuerte a mi mamá en el suelo aún, nos quedamos así por bastante rato hasta que mi mamá decidió que por mi bien debería no ir al colegio y acepte porque aún no podía asimilar que perdí a la persona con la que había pasado 9 años de mi vida. 

Solo me quedé en mi cama y a mi mente llegaron todos los momentos que pasé con ella, el día que la conocí cuando estábamos en el parque de niñas con apenas 4 años y unos niños estaban lanzándose tierra a la cara hasta que llego ella y los golpeó a todos; ese día jamás se me olvidara. 

—Llorando en mi cama dije —¿Cómo voy a vivir sin ti ahora? Tonta, eras parte de mi vida y te fuiste sin decirme adiós al menos. 

No recuerdo las veces que llore pero no podía controlarme, tanto que me estaba cansando y me estaba entrando muchas ganas de cortarme, así que me levante de la cama buscando algo filoso y encontrando en mi cartuchera un estilete, empecé a hacerme cortes en los brazos y en las piernas que en ese instante no sentía más que una calma momentánea y un poco de placer dejando de llorar pero la ardentía y el dolor de los cortes igual llego al instante haciendo que me empiecen a latir las heridas; yo solo llevaba un pantalón flojo y una blusa de mangas largas ligera así que los cortes no se verían. 

Trate de limpiarme con papeles haciendo que la sangre disminuyera un poco, cuando dejó de salir sangre me volví a acostar quedándome dormida, soñaba que estaba con Xena en el parque y estábamos comiendo toda clase de comida chatarra sin preocupaciones y divirtiéndonos. 

—¡Nena ven corre, alcánzame! —decía 

—¡No corras!, ya sabes que soy lenta jaja —dije 

Empecé a correr atrás de ella hasta que todo se puso oscuro y el piso se llenó de sangre 

—¿Xena donde estas? No te veo —digo en la oscuridad asustada 

—¡Mad! —solo escucho su voz —estoy aquí 

No la veía, pero escuchaba su voz, solo seguí caminando en la oscuridad hasta que escuché un grito. 

—¡Ahhhhh! 

—¿Xena estas bien? —dije sin ver nada 

De pronto el suelo se abrió y caí, al final despertando de un salto sentándome en la cama y con la respiración acelerada, miré a mi alrededor y estaba en mi cuarto, solo abracé mis piernas. 

—¿Qué hora serán? —susurré 

Me levante para ir a la sala a ver la hora, cuando iba bajando mi mamá colgaba el teléfono y me dijo: 

—Hija debemos ir al velorio de Xena, vístete por favor 

—¿Tan rápido será el velorio? —dije sorprendida —pero no ha pasado ni un día ¿Quién dijo que habría velorio? —pregunte 

—La mamá de Xena me acaba de llamar, la familia así lo ha decidido debido a que no quieren pasar más días para poder velarla, en la mañana reconocieron el cuerpo y pues así paso hija. 



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En el texto hay: drama adolecente

Editado: 13.12.2024

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