Blanco, negro o bello gris

Capítulo 2.

Dulce dolor.

Emma.

Siento que se me quiere salir el corazón del pecho, el llanto me ahoga, los pensamientos me asfixian, sollozo, mi cara esta hinchada por todo este tiempo llorando, mis manos tiemblan, mi cuerpo parece que se va a desvanecer, siento como si el simple hecho de respirar me pesará.

- Emi - Ahlan me abraza, acariciando mi cabello. - Respira, trata de explicarme, llevas toda la noche así - pide, cosa que se entiende, ya que lo traje casi a rastras, sin darle ni una sola explicación y ya llevamos aquí más de cinco horas.

Levanto la cara, tiene ojeras por la mala noche, se nota que esta exhausto, cosa que me hace sentir peor.

-E... Él, me...me dejó - lloro. - Se va a casar con Laura - logró articular, antes de volver a romper en llanto, porque de verdad, es algo que no esperaba, jamás se me pasó por la cabeza una situación así.

Es un idiota, es el mayor idiota de todos.

Le conté mi vida, lo hice parte de ella, le hable de mis miedos, de mis aspiraciones, le dije porque era como era... Pero él decidió amar a la chica que me causó tanto daño.

Laura...

- Lo odio - murmuro, dejando que mi primo me abrace, lo ha hecho tantas veces esta noche, que me recuesto en su pecho, mientras él suspira, acariciando mi cabello color chocolate.

- Emi - me llama y lo miro. - Estamos en un mundo donde los que merecen ser felices sufren, mientras los infelices gozan, no quiero ninguno de esos lados para tí - asegura. - Quiero que puedas seguir tu vida tranquila, no importa Mateo, ni sus decisiones, él es libre de hacer con su vida lo que le plazca, lo que no comparto es que no haya sido claro contigo desde el principio, por eso, te pido que ya no estés así, cada uno da lo que és y pierde a quién quiere perder - me toma del rostro, para que nuestras miradas de acero se encuentren - Tu te mereces el mundo si así lo quieres, ya has pasado por mucho - murmura, tocando mi abdomen, donde yace la marca del puñal que casi me quita la vida aquella vez.

Asiento, volviendo a abrazarlo, sollozando hasta quedarme dormida.

Me despierto con la respiración agitada, después de un tiempo, Ahlan se despierta cuando me muevo y esta vez estoy llena de rabia, me limpio las lágrimas, mirando al chico que para mí es como mi hermano.

- Haré que pague, Ahlan, te lo juro, haré que pague - prometo, temblando, con un cúmulo en el pecho, con un torbellino en la mente y una sensación fría en el vientre.

Te arrepentirás de todo esto, Mateo Volkov, lo juro.

Ahlan me pide que me acueste e intente descansar, ya que el no dormir no cambiará la situación de ninguna manera, pero aún así no lo consigo, así que es Ahlan quien termina dormido a mi lado, sacándome una pequeña sonrisa torcida.



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En el texto hay: comedia, #romance, #dramas

Editado: 18.11.2024

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