Blinding Love

Capítulo 7: Lluvia

Gangster Vol.1

Capítulo 7: Lluvia

 

A veces la lluvia solo es el llanto de un día triste

 

Miles de gotas bañaban la caja fúnebre de mi amada Alexandre. Cada gota caía en la parte donde su hermoso rostro aún era visible. Así siempre la tendré en mi mente hermosa, radiante, una mujer que de tan solo mirarte te alegraba los días más oscuros. Así era ella, un ser lleno de vida, luz y alegría.

 

¿Cómo es posible que la perdí de tal manera?

 

Esa bala no le pertenecía a ella, esa bala tenía mi nombre era a mí a quien tuvo que haber impactado. No a ella, levanto mi vista y me enfoco en la chica de ojos cafés que está en frente a mí. Jazmín esta aquí junto a Héctor quien trato de salvarle la vida a Alexandre y por más que intento decirme a mí mismo que él no fue el culpable, el escenario sigue siendo el mismo. Mis deseos de asesinarlo aumentan cada vez que lo observo y no entiendo el porqué. Noto como el padre deja de hablar es momento en cuando la realidad me golpea, jamás volveré a verla. Esta es la última vez que veré su rostro, el amor de mi vida ha muerto.

 

Muerta.

 

  •  ¡Alexandre!

 

  • Patrón tiene que aceptarlo, ella estará en un mejor lugar.

 

  •  ¡Blasfemia! Ella no estará en ningún mejor lugar, su lugar estaba a mi lado conmigo – grite alejando a Marcus de mi lado. Sentía como mi alma se me quiebra en miles de pedazos, como el aire les faltaba a mis pulmones el dolor que tenía en mi pecho no tenía ninguna piedad. Era como si miles de púas se clavaran lentamente mientras mis pulmones eran apretados sin ningún remordimiento. Sentía como de repente, unos brazos cálidos que me abrazaron haciendo mi dolor más soportable, me gire y me quede viendo aquellos labios rojos a causa del frio que hacía aquella tarde en las Vegas dándome de cuenta que quizás Jazmín quizás era aquella compañía que me sacaría del dolor. Y no en la cuestión de amor o lujuria, si no aquella compañía que tienes con algún amigo.

 

Porque de algo estaba, seguro jamás amare a nadie como ame alguna vez a mi querida Alexandra.

 

*^*

 

Verlo de esa manera me habia roto el alma, como era posible que si conocer a alguien lo suficiente, verlo destrozado podía ser un sentimiento bastante doloroso. Y era justamente lo que había sentido cuando vi como Alexander se rompía en pedazos por la muerte de su prometida.

 

¿Lograré que el sienta quizás lo mismo o más de lo que sintió por ella?

 

Mi plan de destruirlo parecía estar cada vez más lejos.

 

Camine hacia la cama y me recosté dejando Gasoline de Hailey invadiera mis oídos, mientras algún programa de animales se trasmitía en aquel televisor exageradamente grande que se encontraba en frente de mi cama. Cuando de repente escuche el sonido de unas gomas chillar, me levante de prisa y me asome en la ventana que se encontraba abierta y sentí como el corazón se aceleró al verlo allí parado en medio de la cera. Aquel hombre vestido completamente de negro con aquella camisa abierta era capaz de robarme el aliento con una sola mirada.

 

«¿Pero es que a este hombre no le da pena, causarme tantos suspiros?»

 

Ni siquiera el cabron tuvo que articular alguna palabra o gesto para indicarme que si estaba en frente de mi ventada a las 1:11 de la madrugada era por mí. Y mira que me sentía como una bendita quinceañera en estos momentos. Salí de mi habitación importándome muy poco la ropa que tenía puesta dejara todo a la vista. Es que solo lo culpo a el por hacerme hacer este tipo de locuras.

 

  • ¿Qué haces aquí?

 

  • A verte a ti, ¿no es obvio?

 

  • ¿Pero a estas horas? Supongo que no es una visita de cortesía.

 

  • Así es, he venido hablar de negocios.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.