Capítulo 14: Somos Dinamita
Capítulo 14: Somos Dinamita
23 horas después
Voy a tomar el camino equivocado
Voy a salirme de la trayectoria
Voy a meterme en líos, jugar con fuego
Incumplir las normas
Voy a seguir tu senda peligrosa
Voy a encender la mecha
Voy a volverme loca, vestirme de fiesta
Y perder la cuenta
Voy a salir a buscarte
Voy a salir a buscarte
Que hoy las estrellas se ven
Más brillantes
Canto en mis adentros, sintiendo como la dulce melodía mueve mi cuerpo junto al de ella. Su perfume Chanel se cola en mis adentros y me siento tan hipnotizado, me siento tan loco, pero tan atraído a ese olor, a ella. No puedo creer que este aquí con ella, pero estoy seguro de que mi vida estaba conducido a este momento. Nada ni nadie podrá impedir que mis labios se junten a los de ella.
Carajo hasta sus ojos marrones se ven mas brillantes, es tan hermosa.
Hoy la suerte está de mi parte…
- Yo… – murmura entre mis labios sintiendo el roce de ellos, queriéndome volver loco. Pero lo que yo quiero es que ella se vuelva loca de deseo por mí. Que pierda la cabeza, que no siga las normas, encenderé esa mecha para hacer que ella siempre este de mi parte.
Y sin decir nada mas me uno a esos labios que tanto he querido besar esta noche, la beso con fuerza con frenesí, dejándome envolver en su veneno, en su locura. La tomo por el pelo con fuerza y la uno más a mí, quitándole el aire, las fuerzas todo. Quiero quedarme con todo lo que tenga que ver con ella.
23 horas antes
Hoy Héctor haría entrega de Jachis, oro y rubíes en los Emiratos Árabes. La mercancía saldría de República Dominicana luego llegaría hasta las Islas Canarias dónde los esperaría un buzo de los federales que ellos mismo entregarían al Emir nombre. Héctor no lo podía creer que esa era la manera en la que Alexander hacía sus entregas. Estuvo toda la mañana riéndose, como loco al ver los mapas de todos los países que Alexander controlaba como si nada.
- Es un maldito desgraciado – estalló en carcajadas observando cómo funcionaba los terrenos donde Alexander hacía sus entregas. Cannor y yo lo observábamos algo confundidos sin entender muy bien a qué se debía tanta risa. – El hijo de perra tiene controlado a Puerto Rico, ¿sabes cuantas veces intenté hacer negocios con ellos y nunca pude? ¡Llegue a pensar que era los colombianos quienes lo manejaban! - gritó moviendo los papeles incrédulos, mientras que con su otra mano sostenía su tabaco.
- Cómo puede ver resultó ser el – dije sentándome con una sonrisa, me sentía tan orgullosa, si Héctor se encontraba así de feliz era gracias a mí, y eso me daba una idea de cómo ayudar a Alexander a extender su negocio. – Héctor, ¿qué me toca hacer? – preguntó, Héctor de queda serio y sin decir nada camina hacia una caja fuerte donde saca unos documentos, que me entrega. Los ojeos y noto que son planos para un festival de música y otro de música electrónica. Me quedo intrigada, hasta que finalmente entiendo.
- ¿Supongo qué sabes lo qué harás? – dijo Héctor con su sonrisa, mientras botaba humo de su tabaco.
- Por supuesto que si – respondí.
- ¿Puedo llevarme a Connor? Supongo que tienes muchas cosas que hacer –añado observando los papeles para luego verle a él. Este asintió así que tome a Connor para salir de la casa para dirigirme a ver a Alexander.
Así que aquí me encontraba frente a la casa de Alexander junto a Connor a mi lado. No nos habíamos bajado del auto puesto que tenía algo de que hablar con Connor.
- Necesito que me ayudes con esto, nadie mejor que tú puede organizar estos festivales – dije viéndole.
- Lo sé cariño – respondió – pero qué haremos con Héctor, lo escuchaste, no quiere que esté en esto, no entiendo porque tanto cuidado conmigo – siguió a decir Connor mientras ponía sus ojos en blanco mientras le daba un trago a su botella de agua.
- ¿A caso todavía lo preguntas? Héctor te ama, así que mientras tanto ayúdame con esto y ya luego hablaremos con Héctor sobre tu participación en esto. – Ambos nos bajamos del auto y nos encaminamos hacia la entrada, ¿de que si me encontraba con miedo en estos momentos? Si, estaba nerviosa no por la propuesta en sí, sino más bien a su reacción. Alexander se caracterizaba por ser una persona súper honesta y más con su mirada. El hijo de puta no ocultaba la sinceridad de su mirada. Si él está molesto contigo créeme que lo sabrás por cómo él te mire. Así que suspire, y toque el timbre encontrándome con uno de sus guardias.
- Hola, señorita Jazmín, el señor Alexander la estaba esperando – dijo uno de los guardias de Alexander, le sonreí y entre sin decir nada. Camine hacia su despacho seguida por Connor y sin tocar entre a su despacho encontrándome tan arrebatador como siempre.