Blood Rites (the grey Wolves #2 )

Capítulo 36 Annabeth XXXVI

Annabeth no podía decir que no estaba nerviosa mientras Percy la llevaba a su habitación en la mansión. Cuando Percy había terminado ese beso y le hablo, se dio cuenta que Percy no estaba a cargo y el lobo estaba en control. Al llegar a la puerta, Percy se volvió y la miro.

No tengas miedo, estoy aquí. Estoy en control, pero el lobo se ha adelantado porque los Ritos de Sangre son una unión entre el lobo y su pareja, tu. No vamos a hacerte daño, Annabeth.Dijo Percy 

Annabeth le sonrió y se inclinó para besarle suavemente los labios.

Compañero, confió en ti susurro ella.

Un gruñido bajo retumbo desde Percy mientras suavemente la metida en la suite. Annabeth podía oler flores y cuando miro hacia el suelo supo por qué. Había un sendero de pétalos de rosa que conducían a la suite. Había estado en su habitación varias veces en las últimas dos semanas. Básicamente era como una suite de hotel, solo que muy lujosa.

Tenía una sala de estar con chimenea, la cual Annabeth se dio cuenta que tenía una manta extendida frente a ella con una cesta llena de comida. La suite también tenía una pequeña cocina y comedor. Mientras seguían el camino de pétalos de flores en el suelo se encontró admirando todas las velas encendidas por todas partes que emitían un resplandor suave. Al llegar a la habitación que Annabeth sabía era donde Percy dormía, sintió su estómago caer a sus pies y su respiración acelerarse.

Percy abrió la puerta y la visión momentáneamente le quito a Annabeth los miedos y la dejo sin aliento. Había velas de diferentes formas y tamaños en todo el lugar. Tenía que haber cincuenta o más. La cama estaba cubierta con una colcha que Annabeth nunca había visto. Era una colcha con dos lobos en el centro. Uno más grande que el otro. El lobo más pequeño estaba metido en la parte delantera del pecho del lobo más grande mientras la protegía. Era una hermosa colcha y lo decía todo. Al mirar alrededor de la habitación, Percy se alejó de ella. Lo vio tomar un cuenco de agua que estaba en una placa da calentamiento y colocarlo sobre la mesa de noche. Junto a ello coloco varias toallas. El debió sentir su confusión porque se volvió y le sonrió.

Es para limpiar las marcas de mordeduras, amor, eso es todo.Dijo Percy 

Annabeth sintió calor recorrer su cuello y cara ya que él lo había recogido de sus pensamientos.

Se sentó en la cama y miro a Percy, sorprendida por su propia confianza mientras ella lo miraba a sus hermosos ojos.

Entonces, ¿Cómo funciona esto?Dijo Annabeth 

Tendrás que quitarte el vestido, amor le dijo Percy, con los ojos brillando con malicia. Luego agrego si lo deseas, puedes ir al cuarto de baño y allí hay una bata para ti.Dijo Percy 

Ella le sonrió.

Eres malo, ¿lo sabías? Tratando de asustar a una chica inocente, deberías estar avergonzado.Dijo Annabeth

Percy la tomo de la mano y le beso antes de que pudiera alejarse.

Debería estarlo, pero no lo estoy.Dijo Percy 

Annabeth sintió los ojos de Percy en ella mientras se retiraba al baño a cambiarse.

Unos minutos más tarde, salido con una bata blanca de felpa que le llagaba a las rodillas. Con la cabeza gacha, los ojos entornados, no podía evitar sentirse vulnerable sabiendo que no había nada debajo de la bata. Sin embargo, se recordó una vez más, como lo había hecho cientos de veces, mientras estaba en el cuarto de baño, Percy era su esposo y su compañero. Oyó la inhalación de Percy y finalmente alzo la vista.

Su mandíbula había caído abierta, los ojos muy abiertos mientras la veía de la cabeza a los pies y viceversa. Annabeth nunca se había sentido más hermosa.

"Nunca has estado más hermosa, amor." Oyó las palabras de Percy y aun en su mente sonaba sin aliento.

El respiro hondo y se pasó las manos por el cabello. Annabeth podía sentir lo agitado y desesperado que estaba por completar los Ritos de Sangre, pero él estaba tratando de ser amable con ella.

Se acercó a él y le tomo los brazos, tirando de ellos alrededor de su cintura para rodearla. No sabía qué hacer, así que solo dejo al instinto hacerse cargo. Lo miro a los ojos con toda la confianza del mundo. Inclino la cabeza y le expuso su cuello. Vio sus ojos brillar más fuerte y escucho un gruñido.

¿Estas segura de que estas lista? le pregunto Percy, con la voz ronca por la emoción.

Percy, confió en ti.Dijo Annabeth

Lo sintió acercándola, y luego su mano tiro de la bata suavemente hasta que expuso su cuello y hombro. Sus dedos trazaron sus marcas de emparejamiento en su espalda, ya no se veían estropeadas por las marcas de garras, sanadas por completo y enteras. Piel de gallina apareció en toda la piel de Annabeth y se estremeció bajo su tacto. El acuno su nuca y Annabeth los sintió colocar la nariz contra su piel y le oyó respirar profundo. Oyó un ruido sordo en su pecho. Se tensó brevemente y luego se relajó al sentir sus labios contra su piel.

Él le dio suaves besos desde su barbilla a su hombro luego de vuelta hasta su cuello justo debajo de la oreja. Annabeth sintió sus labios abiertos y una caricia de su lengua, luego se escuchó un gruñido profundo mientras un dolor agudo le atravesó el cuello, y luego se había ido. Todavía podía sentir la boca de Percy en ella, pero donde primero sintió dolor ahora sintió placer. Estaba haciendo a su estómago hacer cosas raras. Se sintió empujando contra el cuerpo de Percy y oyó un suave gemido. Un momento después se dio cuenta que los gemidos venían de ella. Debería haber estado avergonzada, pero no podía hacerse a sí misma sentir eso cuando este era su compañero, la otra mitad de su alma quien la sujetaba.

Entonces Percy se estaba alejando. Envolvió sus brazos alrededor de su cuello desesperada por traerlo de vuelta, pero Percy era más fuerte y continuo retrocediendo hasta que pudo ver su rostro. Annabeth vio las lágrimas de él que corrían por sus mejillas y sintió en su corazón la intensidad de su mirada. La mirada cambio bruscamente a preocupación mientras miraba su cuello. Tomo una de las toallas que había dispuesto y la surgió en agua caliente, exprimió el exceso, y la llevo a su cuello para limpiar la sangre. Ella no pudo evitar una mueca de dolor que cruzo su rostro cuando el agua toco la herida.



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En el texto hay: hombres lobo, sangre, ritos

Editado: 17.06.2020

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