Blue Diamond #1 ( Saga Luz y Oscuridad: El Surgimiento)

22. Pequeña para una pérdida...

 

 

 

—Rayo de Luz.

—¿Mhmmm?

—Aquí —dejo el libro que estaba leyendo para ponerme al lado de Reynolds. Su respiración choca contra mi cuello en el momento que me inclino para ver lo que señala—. Se parece mucho a ti, es como una réplica.

—Eso es porque... —mi aliento se atasca en mi garganta durante unos segundos— porque realmente se parece a mí. Es mi mamá, tendría unos dieciocho años por su físico en aquel entonces.

—Entonces tu mamá si tuvo que ver con aquella guerra de Pounders contra Fitxponds.

Si esto no fuera serio diría que estamos hablando de un capítulo de Club Winx.

—¿Como se llama el libro?

—Removeré Maldad, y habla mucho acerca de la guerra que se dio en ese año, no es mucho pero...

—Es bastante —poso mis ojos en sus orbes cafés—, eso quiere decir que mi madre realmente tuvo algo que ver con Sairus Young. Sea lo que sea que ella hizo, fue poderoso para detenerlos durante años. No tenemos que averiguar sobre Young, sino sobre mamá. Ella tiene las respuestas a lo que soy, a lo que son, a él, a los Fitxponds.

—Puede que sea así Rayo de Luz, pero la única fuente de información que tienes sobre tu madre es tu papa.

—Hay otra fuente de información, sólo que esta vez no estoy dispuesta a ponerme vestido.

 

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—De haber sabido que íbamos a venir a este lugar me habría puesto algo más decente —gruñe Sara en los asientos de atrás—. De todos modos, cómo demonios piensas hablar con el dueño o poner un pie en ese lugar cuando lucimos de esta manera.

—No nos vemos tan mal —se defiende Dylan.

—Siete adolescentes, dos de ellos con tatuajes, un chico con una camiseta de Batman, uno que luce como si fuera a una junta de gobierno, yo de lo más sencilla posible y.... —le dirijo una mirada de advertencia a través del retrovisor.

—Te dejamos afuera si lo deseas, nos evitaremos escuchar tus insoportables quejidos —murmuro. Retirando mi cinturón de seguridad para bajar del auto antes de que la castaña logre decir algo—. La anterior vez tarde más en ponerme de gala que en salir de este lugar.

Coloco las llaves del auto dentro de mi gabardina, al tiempo que comenzamos a caminar donde se encuentra el guardia del establecimiento. Cuando pasamos me regala un asentimiento, dejándonos pasar libremente.

Caminamos con tranquilidad, o al menos yo lo hago porque la curiosidad parece haberse apoderado de Dylan quien observa todo como un buitre. No tenemos que caminar demasiado, ni siquiera entramos por completo al lugar. La imagen de Rickhill de espaldas aparece ante nosotros.

Me sitúo detrás de él, aclaro mi garganta para atraer su atención.

Al voltear me sonríe.

—Diamond, ya decía yo que te estabas tardando mucho —suelta un suspiro—. Desafortunadamente me tengo que ir, necesito atender unos asuntos con la dama y sus... —voltea sobre sus talones observando quienes me acompañan antes de regresar su mirada a la mujer frente a él— acompañantes. Por favor, síganme.

Comienzo a darme cuenta de que no nos está guiando a su oficina. Antes, a medida que nos acercábamos a su oficina, la luz era opaca; actualmente es una luz plateada y el camino es más largo.

Ahora puedo sentir con claridad de cada Pounder que se encuentra en el club, o los que están arriba pero su otra yo aquí, también los humanos que saben de esto. Resulta tanto relajante como peligroso, me pone alerta.

—¿A dónde vamos? —pregunto.

—¿Te gusto mi regalo?

—¿El Flashlighter? Nada mejor que ello para abrir una grieta en el suelo que casi nos da un infarto.

—Vamos a un lugar para que firmes tus papeles y te pueda contar todo de manera ordenada —dice. Al cabo de unos segundos nos encontramos frente a una puerta negra sencilla. Parece el cuarto de un conserje pero no lo es. Se trata de un enorme laboratorio lleno de libros, botellas con contenido que no puedo explicar, cuadros enmarcados... —. No me gusta el olor a cigarrillo —murmura, casi de inmediato extiendo mi mano hacia Rowan para que me pase uno. Soy capaz de escuchar la risa de mi amigo, aunque de todos modos me lo pasa—. Parece que ninguno de los Diamond posee modestia.

—Y parece que alargas demasiado todo ¿Qué es este lugar?



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En el texto hay: peligro, accion, amor

Editado: 02.07.2019

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