Boceteando Un Camino

Capítulo 4: "Trato"

Después de dar 5 o 6 pasos mas, noté que solo se sentían mis pisadas, así que me detuve y me dí la vuelta.

Allí fue cuando me dí cuenta de que Emily había dejado de caminar en el preciso momento que solté la información. Su mirada estaba perdida, como tratando de asimilar la información de hace unos segundos, y el buñuelo que estaba peligrosamente cerca de ser devorado, yacía en el suelo... eso me alertó, ella no desperdicia la comida de esa forma.

"¿Tanto le asombró la noticia?"

-¿Emily...?- dirigí unas palabras hacia ella. Aunque lo dije casi entre dientes, fue suficientemente audible para que las palabras recorrieran los 4 metros que nos separan para llegar a sus oídos.

-¡No puedes dejar de pintar!- protestó, recobrándose de su mirada perdida -¡como tú representante exclusiva, te lo prohíbo!- demandó.

"¿Qué?... ¿ella me lo prohíbe?"

Cuando habla de ser mí "representante exclusiva", siempre lo hace con un tono que lo hace sonar en broma, pero curiosamente, no sentí su tono "bromista" esta vez, tanto su voz como su rostro demuestran que habla totalmente en serio.

-Bueno, realmente me expresé mal- dije dejando de lado mi leve intriga para tratar de explicar mejor lo que quise dar a entender desde un principio -no dejaré de pintar, solo dejaré de trabajar en ello.

-Quieres decir que... ¿dejarás hacer dibujos en la plaza? ¡no! ¡me niego rotundamente!- inquirió con mucha autoridad -¡Si dejas de dibujar en la plaza, entonces ya no podremos...!- cortó sus palabras antes de terminar de desarrollar su argumento.

-¿Eh?- hago una mueca de desconcierto.

-Quise decir que... ¡no puedes dejar tú trabajo así como así! ¡necesitas el dinero!- se excusó con ese argumento. Aunque siento que hay otro motivo.

-Por eso mismo es que lo dejo-
Emily me miró con intriga mientras yo procedía a explicar mis razones -hace semanas que mis ganancias son casi nulas aún con tú ayuda, cosa que realmente te agradezco mucho, pero me avergüenza a pesar de que lo haces sin necesidad de que te lo pida. Realmente necesito una fuente de dinero fija, ya estamos en el último año de secundaria y no quiero que todas las cuentas y la paga de mis estudios universitarios recaigan en mi madre mientras que yo espero a que alguien me compre un dibujo por la mitad del precio que realmente vale- A medida que hablaba, Emily comenzaba a comprender -ahora soy el hombre de la casa, debo tomarme un poco más en serio las cosas, no deseo que mi madre trabaje doble turno para compensar mi falta de apoyo, no podría seguir soportándolo- agregué con un poco de frustración.

-Ya veo...- expresó Emily con cierta pena.

El ambiente se tornó rápidamente tenso por mis respuesta, sentí que era mi responsabilidad devolver el aire liviano que antes había.

-¡Bueno!- exclamo, rompiendo el hielo -¡supongo que la culpa es totalmente tuya! ¡debiste asegurarte de no elegir a un artista fracasado para representarlo! ¡qué pésimos gustos tienes!- inquirí dándome el privilegio de bromear al respecto.

-¿Qué me estás diciendo?- respondió Emily recuperando sus ánimos -¿Vuelves a dudar de mis habilidades como representante? ¡qué descarado eres!

-¿Descarado yo?- lancé mi contra-ataque -¡te haces llamar a ti misma: "mí representante exclusiva" y casi ni me conseguías ventas! ¡qué pésimo servicio! ¡cero estrellas!

-¡Qué malagradecido eres! ¡después de todas la veces que te ayudé!- replicó rápidamente Emily -¡ya verás! ¡haré que vuelvas a pintar y te haré ganar mucho dinero! ¡entonces te arrodillarás para besarme los zapatos admitirás públicamente que soy la mejor representante exclusiva del mundo mundial!- afirmó su declaración con mucha seguridad en ella.

"¿Mundo mundial?... estoy muy seguro que esa frase está gramaticalmente mal"

-¡Entonces es un trato!- extendí mi mano hacia ella- si logras hacerlo, entonces te besaré los zapatos con todo gusto.

-¡Me aseguraré de saltar sobre lodo antes de que los beses!- y con una sonrisa amenazante, estrechamos nuestras manos para sellar el trato.

Dudo que eso realmente ocurra, pero por el momento, solo me reconforta saber que Emily volvió a ser la misma.

(...)

El camino a casa transcurrió sin muchos revuelo, sólo caminamos hablando de temas sin mucha relevancia a la par que ella ser terminaba rápidamente los buñuelos restantes.

Al llegar a la zona donde vivimos, Emily quiso pasar a saludar a mi madre en la panadería, pero cuando vió lo ocupada que estaba debido a la gran cantidad de clientes, desertó su idea y se dirigió a su casa, yo hice lo mismo.

(...)

Subí las escaleras y entré a la pieza a la que llamo cariñosamente "hogar". No con ansias y entro a mi habitación solo para desplomarme boca abajo en mi cama. Mi habitación, al igual que todo el apartamento, no es muy grande, pero es agradable tener algo a lo que puedo llamar:"mío".

Saqué mi celular para mandarle un mensaje a mi madre con la intención de informarle que ya regresé (otra vez). cuando lo hice, inmediatamente recibí un mensaje de ella.

Mi madre bella:

"Okis cielito! no hagas
cena, llevaré pan. Te amo!"

Después de leerlo, me cambié de ropa y decidí que haría un poco de aseo en el hogar para recibir de buena manera a mi madre cuando llegara a eso de 9:00pm.

Comencé a eso de 6:23pm y terminé al cabo de poco más de media hora. Barrí, trapeé y perfumé un poco las habitaciones y sala con un aromatizante olor a lavanda.

Con el tiempo que me sobró, decidí adelantar algunas tareas escolares en la sala. Logré terminar en sincronía que mi madre llegó, y me levanté de la silla para recibirla.

-¡Bienvenida! ¿qué tal el trabajo hoy?- pregunté con ánimos de saber.



#31751 en Novela romántica

En el texto hay: comedia, romance, drama

Editado: 01.11.2020

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