Observo como la persona que había noqueado y posteriormente amarrado en una silla, despertaba lentamente. Dejo su daga sobre una mesa de metal y se cruzó de brazos
-¿Quién eres tú y cómo supiste dónde estaba? –cuestionó con frialdad, su rostro no expresaba ni el más mínimo sentimiento, cosa que le envió un escalofrió al chico atado.
-Bueno, si no querías que nadie se enterara de tu paradero, no debiste causar ese escándalo en la taberna –le reprochó, olvidando su aprecio a la vida al estar regañando a uno de los mercenarios más peligrosos que había en los cinco reinos.
Yoongi sonrió de medio lado recordando su pequeña pelea y le dio, internamente, la razón al chico.
En mi defensa, ese tipo insulto mi asombroso atractivo. No podía dejarlo así –se excusó Yoongi en tono divertido y procedió a desatar al chico. Extrañamente, le estaba agradando.
-Me recuerdas a un compañero que tuve en la escuela de magia, antes de que me expulsaran –recordó mientras seguía los movimientos de Yoongi-.Se la pasaba dormido pero era uno de mis mejores amigos.
El azabache se sorprendió que, Yoongi, un mercenario temido por muchos y con una reputación de ser un gran idiota, llegase a ser agradable una vez que le encuentras el modo.
-Tu nombre –pidió una vez que termino de desatarlo-. Necesito saber tu nombre para poder realizar el trabajo.
-¡Cierto! Soy Jung Hoseok, un gusto –sonrió por primera vez y le extendió la mano a Yoongi. Al pálido le tomo por sorpresa que una persona brillara tanto incluso cuando segundos antes había estado atado a una silla.
-¿Hobi? –pregunto frunciendo el ceño ligeramente. El chico lo miro con sorpresa para segundos después asentir mientras sonreía. Al parecer si era ese chico dormilón de la escuela de magia. Yoongi le regalo una bonita sonrisa- ¿Cuál es el trabajo?
-Necesito que te robes a Kim Taehyung y me lo traigas porque va a cometer el mayor error de su vida. Es uno de mis mejores amigos y su familia lo está obligando a casarse con alguien a quien no ama y él lo hará porque es una hermosa cosita que haría cualquier cosa por ver felices a sus padres.
-¿Ubicación?
-La Iglesia de Cristal en el segundo reino.-Hoseok sacó del bolsillo de su chaqueta un paquete unto con una fotografía del chico y se lo extendió a Yoongi. No dejes que se case, por favor. No puedo dejar que cometa ese error.
-¿Cuándo es? –sigue preguntando el de cabello verde mientras apuntaba los datos en un papel que estaba añadido a la manga de su chaqueta.
-Mañana a las doce del día –Yoongi lo miro con reproche, porque en ese caso tendría que irse ya mismo y no le daría tiempo de hacer lo que tenía planeado hacer ese día-. Hey, no me mires así, que yo estuve buscándote por días pero tú no te aparecías.
[…]
-¡Te ves hermoso! –chillo la señora Park mientras veía a su hijo enfundado en un bonito y elegante traje-.Taemin es tan afortunado de tenerte.
-A él lo único que le importa es nuestro dinero –espetó Jimin con una clara mueca de disgusto. Se miró al espejo y, aunque ese traje lo hiciera ver muy bien, no pudo evitar que un puchero se formara en sus labios, él no tenía la intención de casarse y mucho menos con Taemin. Se giró hacia su mama con los ojos llorosos-. Mami… no me obligues a hacer esto. Por favor…
-Es por el bien de nuestras familias, Jimin. Ya lo habíamos hablado –fue lo único que dijo la señora Park antes de darse la vuelta y dejar a Jimin temblando mientras se aguantaba su llanto.
-Tal vez te enamores de él con el tiempo –murmuro Jimin, recordando las palabras que le había dicho su mamá la primera vez que habían hablado de eso. Lo repetía cada vez que se sentía incapaz de seguir con eso y se engañaba a si mismo creyendo que así seria.
-Joven Jimin –llamo una integrante de la servidumbre. Ella la miraba con pena y lo único que hizo fue deprimir más al pequeño-, tenemos que arreglar su cabello.
Sintió cabizbajo y se sentó en la silla frente a las mujeres que se encargaron de su peinado, echarle algunos brillos en el cabello y darle unos pequeños arreglos a su traje.
-Se fuerte, Park Jimin. Se fuerte –murmuraba para si mismo antes de salir por las grandes y pulcras puertas de su habitación, ya completamente arreglado.
[…]
Vio una última vez la fotografía del chico y miró a un par de metros de distancia dos puertas de cristal que permanecía cerradas y eran adornadas con unas bonitas flores.
Se acercó a paso rápido y habría cumplido con su propósito un poco más rápido de no ser porque un guardia lo vio e intentó golpearlo. Pobre hombre, no sabía en lo que se había metido. Se deshizo de él en cuestión de minutos y limpió un poco la sangre que le había salpicado las manos Abrió las puertas de cristal y los presentes se giraron a verlo y maldijo en voz baja al ver que ninguno de los chicos que estaba en el altar, era el tal Taehyung. Hoseok se había equivocado, uhg, Yoongi iba a matarlo cuando lo viera. No le importaba que hubieran sido amigos en la infancia.