¿Un monstruo? No, encantador

Muchos creerían que Jimin es toda una bola de ternura y que sería incapaz de odiar a alguien, y efectivamente estaba lleno de ternura, pero sí podría odia a alguien. A Joonhyuck. Especialmente porque cumplió su amenaza de obligar a Taehyung a casarse con él.                        

Joonhyuck y Jimin se conocen realmente desde siempre —principalmente porque sus padres les organizaban citas— y éste último siempre lo odió, siempre que iba al palacio esperaba ver al príncipe puro —más que nada para no lidiar con Joonhyuck— y no al bastardo pero el príncipe nunca aparecía, la reina decía que estaba en sus clases de piano, de pintura, de cocina, de caza y un sinfín de clases que a Jimin le provocó un sentimiento de preocupación hacia el príncipe, le preocupaba que no pudiera divertirse como él —Claro, cuando no estaba presente el bastardo—. Y una vez se infiltró en las clases de tiro con arco y por primera vez vio al príncipe.                        

Y se pudo dar una idea de porqué el príncipe siempre estaba ocupado, o mejor dicho, porqué su madre lo ocultaba. Y es que el niño era muy blanco, su cabello era, al igual que su piel, blanco y tenía los ojos de distinto color. El ojo izquierdo era púrpura y el derecho estaba dividido en dos colores; el rojo y negro.                       

Y a Jimin le pareció muy bonito, no era la belleza que estaba acostumbrado a ver, pero sin duda era una gran belleza. «Sus ojos son encantadores» había pensado el pequeño asombrado.
Sin embargo, la reina y el propio príncipe, no compartían la misma idea. Y por eso cuando Jimin se vio descubierto espiando y huyó, el pequeño niño de tez blanquecina, pensó que lo había espantado con su fealdad y entristeció. Pensó que iría al día siguiente y lo esperó, pero aquel niño rubio no volvió, ni siquiera los siguientes días se apareció. Y una vez más, se convenció de que era horrible.                       

Pero la razón por la que Jimin no volvió al palacio, fue porque la reina ya no quiso tener conexión con la familia Park, principalmente porque creía que el pequeño Park contaría lo que vio y temía que arruinara su reputación.                       

Y ahí comenzó el rencor de Joonhyuck hacia Jimin y le juró que se casaría con el mejor amigo de éste, así fuera a las fuerzas lo haría. Y.… lo cumplió.                      

—Como lo odio—masculló tajante mientras veía al bastardo fulminante.                        

—¿Jiminie odiando a alguien? No lo creo—llegó Namjoon con su bonita sonrisa con hoyuelos. Dejó caer su brazo en los hombros de Jimin y lo apretó contra su cuerpo—. ¿Quién es el desafortunado de que esta bolita de ternura lo odie?                        

—El bastardo—y por su pronunciación, Namjoon supo que el chico estaba haciendo un puchero. Soltó una risa por la ternura que le causaba Jimin y se rindió. Así que le apretó las mejillas con ambas manos, sorprendiéndose de lo suavecitas que estaban.                        

—No debes decirle así. —reprochó el mayor aún con sus manos en las mejillas del chico.                        

—Para mí siempre será el bastardo. El príncipe es el bonito niño de piel blanca.—soltó un suspiro y bajó la mirada— Era tan bonito...                        

—¿Conociste al príncipe? —cuestionó asombrado. No había sabido de nadie que hubiera visto al príncipe puro. Era imposible verlo. — ¿Cómo fue eso posible?                        

—Fue a escondidas.                        

—¡Jimin! —llegó un alterado Jungkook, tan alterado que no le tomó importancia a la posición en la que estaba Namjoon con Jimin—. Escuché al príncipe decirle a uno de sus guardias que avisara al conde Park que estabas aquí, que porque te estarían buscando sus guardias. Dime, ¿Por qué te buscan?                  

—Escapé de mi boda—soltó y corrió hacia los jardines donde esperaba que estuvieran Taehyung y Yoongi.                      

—¿Boda? ¿Con quién? —preguntó a la nada Jungkook. «Tal vez esa sea la razón por la que estos dos terminaron juntos», pensó.                   

—¡Agust! —gritó Jimin y paró de golpe al ver que Yoongi le estaba haciendo una llave a Taehyung—. ¿Qué le haces a Taehyungie?    

—¡Nada! —lo soltó y rápidamente le acomodó el traje— ¿Ves? Está bien.    

—Agh... Yoongi hyung, no sea agresivo—le dio un golpecito en el brazo y luego recordó a lo que iba— Nos descubrieron.    

—Cuántos problemas con ustedes—soltó fastidiado. Se giró hacia Taehyung y le hizo un movimiento con la cabeza, el chico entendió la indicación y fue a su habitación. — Ve con los otros, yo esperaré a Taehyung.    

Jimin salió corriendo, dejando a Yoongi en medio de un gran y bonito jardín.    

Mientras esperaba, una bonita fragancia llenó los sentidos del mercenario y se giró de golpe hacia ella al reconocerla.   

—Hola, querido—habló la reina, ya que a pesar de que Joonhyuck se había casado, aún no quería ser rey. No se sentía «listo»—. ¿Cuál es tu nombre?    

—Agust—respondió, tanteando el terreno, en el tiempo que habían estado ahí, en ningún momento la reina se había acercado a hablar con él. Tenía que estar alerta.   

—Interesante nombre...—murmuró, mientras escudriñaba a Yoongi, caminando a su alrededor.   

—Mis padres eran raros.    

—Creo que te conozco—soltó de golpe la reina, ignorando las anteriores palabras de Yoongi—. Pero no sé de dónde.    

—No lo creo su alteza, yo vengo de muy lejos y es imposible que me haya visto alguna vez. —vio por encima del hombro de la mujer, a Taehyung con una mochila colgando de su hombro mientras le hacía señas— Me tengo que ir.    

Y sin esperar respuesta alguna de la reina, la pasó de largo y tomó la mochila de Taehyung. Giró una vez más hacia la reina y vio cómo ésta se dirigía a un guardia.     

—Creo que tu suegra nos descubrió—siseó el mercenario, apresurando el paso tomó del brazo a Taehyung— Ve a la cocina, a tu derecha vas a ver una puerta de cristal que está cerrada, la llave está bajo la mesa en la que comen los empleados; cuando entres vas a dar con unos pasadizos, siempre dirígete hacia la derecha. Al final, va a ver otra puerta que siempre está abierta porque nadie la conoce, cuando salgas vas a estar en el bosque. Te encontraremos ahí.