Menudo día para mi último año en el instituto preparatoriano.
Es muy temprano y tengo demasiada pereza, aunque no la tendría si la noche anterior me hubiese dormido temprano en vez de ponerme a leer libros sobre el espacio y la astronomía, pero bien es cierto que yo no tengo la culpa de haber heredado el gusto por esos libros Y ese tema en especial.
En realidad la tiene mi padre puesto que él es astrónomo, trabaja para una compañía en los Estados Unidos por lo cual casi no lo veo, pero cuando vine a casa leemos libros de este tipo juntos.
Me enseña lo que sabe, me lo explica tan bien y lo hace con tanta pasión y paciencia que me terminó gustando a mí también.
Es como si fuera mi profesor personal de astronomía, aunque no negaré que como padre también es una maravilla y muy cariñoso aunque de cierto modo un tanto estricto.
Gracias a su carrera y su sueldo de trabajo y su propio trabajo, mi madre y yo estamos muy bien respaldadas por el gobierno y no precisamente hablo del dinero.
Su salario es muy justo y bueno como para vivir bastante cómodas sin ninguna necesidad de carencia económica.
Por lo tanto, todo el esfuerzo de papá ha valido la pena pues gracias a eso y a él, desde pequeña siempre he podido estudiar en los colegios más prestigiados que puedan existir sin necesidad de estar becada.
Así que por lo tanto,sí, en estos momentos me encuentro estudiando una de las mejores preparatorias de Wisconsin.
Instituto UW-Madison, una de las mejores instituciones de Wisconsin. Porque sí.
En estos momentos me encuentro en los Estados Unidos con papá ya que gracias a todo lo que él hace me consiguió un mejor lugar para continuar mis estudios en Wisconsin.
Pero solo estudié medio año del primer grado ahí, no me agrado mucho aunque fuera uno de los mejores colegios de Wisconsin.
Sin embargo, me regresé con mi madre quien ya me había conseguido un lugar en nuestra ciudad natal.
No estaba mal, también era uno de los mejores colegios y honestamente, me gustaba más.
Aquí hice amigos en el medio año restante y fueron los mejores, me gustó mucho estar aquí y aquí me quede.
Mi padre me quería allá porque después de ese colegio ya tenía un instituto para estudiar lo mismo que él.
Pero no, eso no acepte y termine hablando con él.
Y aunque mi padre haya estudiado para ser astrónomo y me haya dado un poco el gusto por ello no estudiaría lo mismo que él pues para ser sincera....me gusta mucho pero en realidad solo es eso, pues no me apasiona lo suficiente como para estudiarla y ejercerla como mi padre.
Aunque nadie de mi familia sea abogado o abogada, desde niña, siempre me gustó la justicia y todo lo que tenía que ver con las leyes pues la injusticia me molestaba.
Ahora que soy grande me he dado cuenta de que mis gustos no han cambiado y me he dado cuenta de que la carrera de Derecho me llama mucho la atención.
Investigué un poco más sobre el tema sobre, la carrera y todo lo posible que pudiese investigar Y definitivamente es la carrera de mis sueños...es lo mío.
Mis padres ya lo saben Y ambos me apoyarán aunque sé que a mi padre le hubiese gustado que si hubiera estudiado lo mismo que él pero lamentablemente el sueño de él, más no es el mío.
Sé que no lo decepcioné pues me educaron bien y siempre me enseñaron a tomar mis propias decisiones por sí sola y ellos siempre las han respetado aunque algunas no les guste a su parecer.
Hace un par de meses apliqué mi examen y dentro de poco más me entregaran los resultados de mi examen prueba para la carrera de Derecho, pues aún no es el real.
Mientras tanto, el día de hoy inicia un nuevo semestre que por cierto, también es el último.
Estoy por llegar y muero de ganas por saber quiénes serán mis nuevos compañeros los quiero conocer aunque De cierto modo tengo un poco de nervios y miedo.
A pesar de que llevo estudiando ahí por dos años y medio y por lo cual este es el último, mi institución hizo algo que para ningún alumno resultó tan agradable como todos lo pensaban.
Conforme vamos pasando de año y semestres nos cambian de compañeros, nunca pasamos con los mismos que tuvimos en un inicio, según ellos para que logremos convivir todos con todos como si eso nos importara realmente a nosotros.
Y es que por qué no seguir con la misma generación de inicio, digo, ya nos conocíamos y todo era más agradable pero en fin. Lamentablemente no es algo que yo pueda dar y logre decidir.
Por lo tanto, solo me queda entrar en resignación total, mientras mi madre va manejando yo me encuentro en la parte trasera del auto observando a través de la ventana y mi mente se está preparando para algo horrible, mi mayor miedo verdadero sin duda alguna.
Socializar.
Aunque no lo parezca realmente socializar no es lo mío Y es que aunque para algunos es lo más normal y fácil del mundo para mí totalmente es algo horripilante y fastidioso.
-Llegamos cariño. -escuché a mi madre decirme en su tono tan agradable que solía tener, mismo que me desconecto de mis pensamientos tan profundos.
-Claro madre, muchas gracias. -agradecí antes de bajarme del auto.
Al bajarme del auto le dio un semi abrazo a mi madre acompañado de un beso suave en su mejilla, mismas acciones que ella no tardó en devolverme.
Al llegar a la entrada principal, como cada nuevo año hay dos filas de estudiantes donde nos dividen a las mujeres de los hombres.
Siendo sincera no entendí el motivo de dividirnos así si una vez que ingresaremos quedábamos totalmente tal cual iniciamos perdidos Y mezclados por igual.
Al llegar y entrar al patio principal como era de esperarse, nos revolvieron a todos...en este aspecto no se sabían organizar muy bien que digamos.
Después de esperar 20 largos minutos por fin llegó el turno de los grados mayores, así que sí, por fin me asignaron a mi aula de clases y me indicaron dónde se encontraba.
Comencé a subir las escaleras y por fin llegué a mi salón de clases era muy amplio y eso me gustaba pues no me gustan los espacios cerrados, tengo claustrofobia.
Al llegar tome haciendo la primera fila que se encontraba cerca de la puerta y las ventanas, primera fila en el penúltimo lugar.
Nunca me gustó sentarme hasta adelante.
Cuando yo llegué ya había unos cuantos compañeros ahí y para ser sincera de todos, solo conocí a uno.
Era un compañero que tuve conmigo desde el medio año de primer grado que inicié mis clases pero jamás fuimos amigos como tal.
Sin embargo, mientras mis ojos seguían vagando, hubo un pequeño momento donde mi mirada se detuvo y se concentró totalmente en un chico que sin conocerlo de nada llamó mi atención.
Intentaba no mirarlo demasiado pero no podía evitarlo, era como un imán del cual mis ojos no se podían despegar.
Y no....no era atractivo de verdad, tampoco era horrible pero a decir verdad mi gusto y tipo de chico no era en realidad.
Simplemente era un chico más del montón y con apariencia ordinaria e inusual.
De mí misma estatura y un poco más alto, color de ojos café claro casi un color miel, nariz, cejas y la piel de su rostro eran perfectas. Cabello castaño, piel blanca y un físico agradable, no era de tener músculos pero tampoco era un popote.
Estaba bueno el tipo.
*Digo... qué... *
Lo consideraba un poco lindo pero no llegaba más y era muy tímido, demasiado callado pero muy concentrado en su trabajo.
En el descanso mis ojos no dejaban de buscarlo y ni siquiera sabía por qué.
Primer día de nuevo inicio de año y el nombre de un hombre ya me estaba atormentando.
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Editado: 15.07.2024