Borja sabía que era un día importante, por lo mismo todos aquellos pensamientos oscuros se apoderaban de él. No deseaba ni necesitaba toda esa mierda que durante años lo atormentó; las inseguridades, las cosas negativas y ataques de ansiedad que se apoderaban siempre que algo importante pasaba en su vida. Por eso estaba poniendo todo de sí para que todo saliera bien. Así que se dirigió al estacionamiento y montón su Opel Corsa, colocó el GPS de su móvil marcando el camino hacia uno de los lugares más ricos y lujosos de New York.
La música de una de sus bandas favoritas lo acompañó durante todo el trayecto hasta llegar a los Hamptoms. Al entrar a la zona de tan alto nivel, las grandes mansiones aparecieron en su campo de visión y no era que lo sorprendiera tanta extravagancia, en algún momento de su vida había estado dentro de eso tipo de propiedades.
Llegó hasta la dirección que Sara le pasó a través de un correo electrónico, así que detuvo su automóvil enfrente de una reja en la cual se encontraba un guardia de seguridad, le pidió su identificación y así verificar si estaba en la lista de personas autorizadas para entrar. Pasaron unos minutos y el portón se abrió permitiéndole el ingreso a la propiedad, que a simple vista era impresionante. Estaba observando la arquitectura de la casa cuando dos automóviles aparecieron en su campo de visión, el primero un Ferrari rosado, él admiraba ese tipo de maquinas pero todo su atractivo se perdía al tener tan mal color. El segundo vehículo era una camioneta Hummer negra que se le hacía conocida. Apartó su coche al lado del Ferrari.
Estaba por salir de su auto cuando unos gritos llamaron su atención, sobre todo porque reconocía con claridad a quién pertenecía; eran de Stef y por lo que se notaba estaba muy enojada. Lo primero que pensó es que algo estaba saliendo mal con los preparativos, por eso se apresuró en bajar de su coche. La escena que se le presentó no era algo que él esperara.
Una Stef muy enojada le gritaba a una mujer rubia que estaba al lado de Zacarías, el cual solo observaba a su compañera. Borja sin saber que hacer se quedó quieto como una estatua. No conocía hace mucho a Stef pero por su lenguaje corporal y verbal era más que evidente que estaba enojada, y los causantes de esa furia eran ni más ni menos que su jefe y la mujer que lo acompañaba.
No sabía cuánto tiempo había pasado cuando Stef decidió entrar a la casa dejandolos solos.
Borja decidido a no meterse donde no lo llamaban, quería regresar a su coche pero antes que lo hiciera la voz de su jefe lo detuvo.
—¿Hace cuánto está aquí, señor Loson? —preguntó Zacarías consciente de que su nuevo empleado había presenciado todo.
—No hace mucho señor.
—Claro —respondió.
—Amor, ¿Quién es ese? —preguntó la rubia mientras abrazaba a Stanfort. A Borja no le gustó nada que esa mujer se refiriera a él de ese modo.
—Jude —le llamó la atención—. Compórtate por favor, el señor Loson es el compañero de Stef, uno de los creadores del sistema que probaremos hoy.
—¿Este niño? ¿Estás seguro de que se graduó de la universidad? Parece más un chico que no ha terminado el instituto, si solo mírale las fachas —Borja respiró profundo tratando de calmar todos sus demonios. Por personas como Jude era que él estaba tan jodido.
—Jude, más respeto. El señor Loson es de los mejores de su clase así que te pido que te disculpes con él. Además, si a mí no me importa cómo se visten mis empleados a ti tampoco —estaba agradecido con Zacarías por defenderlo del ataque se esa arpía.
—No es necesario señor, estoy acostumbrado a que personas con tan poca visión me juzguen por ser demasiado joven, ya sabe lo que dicen: "la edad no te da la inteligencia o madurez". Así que señora, no la culpo por no ver más cosas aparte de mi apariencia —Zacarías intentó no sonreír, pero le resultó imposible. Sin duda Borja era ingenioso para insultar a una persona sin necesidad de ser vulgar. Su acompañante necesitaba que la pusieran en su lugar.
—¿Me está llamando tonta? —preguntó Jude.
—Para nada señora, solo le digo cómo muchas personas son muy limitadas para ver más en mi —Stanfort sabía perfectamente que si no detenía la lengua viperina de su acompañante, atacaría a Borja. Prefería evitar otro desafortunado ataque, y estaba vez su empleado sería la víctima.
—Loson —lo llamó.
—Dígame señor —respondió Borja.
—Stef lo espera adentro.
—Ah —eso era una clara invitación para que se fuera y él dichoso la tomaría. No soportaba tener a personas como "Jude" cerca de él—. Claro, ¿Dónde la encuentro?
—Está dentro de la casa. Seguramente la encontrarás en el estudio, ahí está la base de operaciones.
—Si no es mucha molestia ¿Me podría decir dónde está esa habitación?
—Es cierto que no conoces la propiedad, ahora mismo te guío —al escuchar eso, Jude lo atrajo hacia ella.
—Zac, deja que la encuentre él, tú y yo tenemos cosas que hacer —dijo coqueta.
—Él no conoce la casa —respondió Zacarías con cansancio. Estar con una mujer como Jude era todo un lío, pero también era de lo más fácil, ¿La razón? Él jamás sentiría nada más que lujuria por una mujer como ella. Aunque dudaba que alguien podría hacerlo sentir algo después de su bella Scarlet.
—Déjalo, seguro los gritos de tu querida niña hacen que encuentre el estudio.
—No se preocupe señor —entre más rápido se alejara de esa mujer mejor estaría, no le agradaba para nada la forma tan despectiva en que se refería de Stef.
—Jude, respeta a Stef.
—Cuando esa niña lo haga —Zacarías no pudo más que poner los ojos en blanco e intentar alejar a la rubia para poder guiar a Borja hacia a Stef. Pero esta no se lo permitió.
—En serio señor Stanfort, yo encontraré a Stef. Usted en este momento está muy ocupado.
—Así es niño, ve a buscar a esa mal educada y pónganse a trabajar —sin decir una palabra más, Borja se dirigió hacia la entrada de la mansión, dejando atrás a su jefe y a esa mujer tan desagradable.