Borja intento por todos los medios a sacarle a su hermana quien ere Sofia en la vida de Stef pero Vanesa era una tumba, le dejo claro que si ella no le había contado nada acerca de Sofia por algo seria, así que mantendrá la boca cerrada, ya que ese no era un tema de su incumbencia. Frustrado dejo el tema por la paz pero no estaba conforme, necesitaba saber quién era esa chica, no le gustaba estar en la ignorancia.
El resto de la noche la pasaron viendo películas de terror y comiendo palomitas, aunque no lo admitirá en voz alta extrañaba vivir con su hermana y por lo visto no era el único porque Chama estaba más que feliz de tener a Vanesa en casa.
Cuando llego la hora de ir a dormir ayudo a su hermana a llegar a la única habitación que había en el departamento, así que a él le toco dormir en el sillón y no le molestaba, lo importante era que su hermana se sintiera cómoda y pudiera descansar después de un día muy largo.
Se acomodo en su pequeño sofá y tardo un poco en conciliar el sueño, no dejaba de pensar en Stef, no entendía por qué en tan poco tiempo esa chica se le había metido tan hondo. Lo peor de todo era que no la conocía del todo y a pesar de ver visto más su lado malo y prepotente, también sabía que era una mujer muy dulce y con un gran corazón. Cansado de darle vuelta tanto al mismo tema se quedo dormido sin siquiera darse cuenta.
Unos lengüetazos lo despertaron, trato de aparta a Chama para que lo dejara dormir, pero al ser un perro tan grande le era difícil alejarlo de él, así que resignado abrió los ojos y la primera imagen que apareció ante él fue la de un Chama feliz.
Pocos minutos después se escucho la risa de su hermana, Vanesa amaba que Chama la despertar a lengüetazos como ella decía “que la despertara con besitos”, eso Borja lo sabía de sobra.
Al tener visitas decidió hacer el desayuno que por la hora que marcaba el reloj de la cocina seria almuerzo, pero que importaba era fin de semana y no tenía nada interesante que hacer, aunque tenía que sacar a Chama a dar su paseo.
Sin perder más el tiempo puso manos a la obra y preparo dos platos de panqueques con fruta y miel, la cocina era una de las cosas que no se le dan tan mal y que lo relajaban. Al vivir en un constante mundo de cambios y contratiempos necesitaba cosas que lo alejaran de sus problemas, entre mas ocupada estaba su mente, mejor.
Pasaron el resto de la comida poniendo se al día, a Borja le gustaba escuchar a su hermana, podían verlos juntos y decir que no tenían ningún parentesco, Vanesa era tan extrovertida y llena da vida que era muy difícil que se quedara quieta un minuto por eso le hacía gracia que al estar enyesada tendría que bajarle un par de revoluciones. Por otro lado él era todo lo contrario a su hermana, un chico introvertido, tímido, inseguro, perfeccionista y prefería vestir de negro que cualquier otro color y Vanesa era de las mujeres que le encantaba experimentar con cualquier tipo de color y no le daba pena llamar la atención en la calle. Y él odiaba ser el centro de atención en cualquier situación, sin duda eran como el agua y el aceite pero aun teniendo mil diferencias se querían incondicionalmente.
Estaba recogiendo los platos cuando sonó su teléfono y dejo lo que estaba haciendo para ir por él a la sala. Verifico el numero del cual le llamaban pero era desconocido pensó en no contestar pero el teléfono no dejaba de sonar por lo que contesto.