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Terminó su bebida de un trago antes de arrojar la lata vacía al río Han. Todo un ridículo acto de rebeldía por su parte, pensó con cierta burla.

Una acción indicada para un momento indicado. 
Lo había perdido todo, únicamente por miedo. Lo había perdido todo desde el momento que Seok-Jin le confesó su amor y lo odio por eso. Por qué eran tan felices… triunfando en sus carreras, conviviendo con Army, saliendo de gira. ¿Porque tenía Jin que arruinarlo todo? ¿Por qué tuvo que confrontar a Soobin?¿ Por qué Taehyung lo dejó solo?¿Por qué le angustiaba tanto estar solo?

¿Cuánto alcohol debería tomar para anestesiar las emociones que lo estaban atormentando?

Se encontraba mareado, pero aún consciente.
Deprimirse no estaba permitido dentro de su trabajo, ya ni hablar de algún vicio que afectará de alguna manera su voz, por esa razón, Jungkook había tenido que buscar su adicción en el dolor físico. Primero explotó su cuerpo con ejercicios, después lo marcó con tatuajes, incluso se pinchaba con alfileres como una manera de desviar su dolor emocional por el físico. Hace pocos días había llegado al punto de jugar con una navaja sobre su piel, y aunque aún no se había atrevido a cortarse más allá de simples rayones, llegó al punto de no salir de casa sin ella.

Sacó su billetera en aquel momento y tomó del interior la fina cuchilla. Miró un largo rato el filo y entonces lo colocó en su muñeca, presionando muy suavemente y dejando una fina línea rojiza sobre la pálida piel. Respiro profundamente ante el pequeño ardor, antes de intentar hacer otra marca, pero está vez ejerció un poco más de presión, de modo que unas pequeñas gotas de sangre emergieron de la herida, era casi hipnotizante, así que lo hizo otra vez, y otra, y otra, hasta que su antebrazo quedó lleno de pequeñas marcas.

El dolor hizo un efecto relajante en él. 
Era un maldito bicho raro por sentirse tan libre y tan bien con aquello.

Entonces volvió a hundir la cuchilla y está vez dejó que la piel se abriera notoriamente. Soltó una maldición al darse cuenta que no había medido bien la profundidad, pues no eran ya únicamente gotas de sangre, sino que el caliente líquido salía a borbotones, manchando su ropa.

Soltó la navaja y se sujetó el brazo aplicando presión para detener la sangre.

-- Oh maldita sea…--

Se puso en pie rápidamente, lo cual no resultó una buena idea porque el mareo que sintió lo hizo trastabillar casi cayendo al vacío a través del puente. Había cruzado las líneas de seguridad para sentarse en el borde, lo cual había sido jodidamente descuidado. Afortunadamente no pasó a mayores y simplemente corrió hacía él final del puente, hasta donde había estacionado su carro.

Subió y sin pensarlo dos veces se puso en marcha rumbo a una clínica para atenderse lo del brazo. Se sintió tan jodidamente estúpido por haber llegado tan lejos. ¿Cómo diablos explicaría a la empresa lo que había sucedido?

Perdido en sus pensamientos solo miró la cegadora luz que nubló su vista. Dió un giro brusco para evitar la colisión, pero no evitó el impacto contra el muro de contención. Fue entonces que todo se tornó rojo.

Todo lo vio en cámara lenta. Las patrullas, la ambulancia y llegando al hospital ya había cientos de reporteros.

Jungkook cerró los ojos, no estaba de ánimo para afrontar esto, ni lo imbécil que había sido. Solo deseaba quedarse dormido.

-- Señor Jeon, manténgase despierto por favor.-- decía la voz del médico que lo atendía.

El doctor no veía marcas visibles en el joven, quizá un golpe en la frente, y quizá tendría dolores musculares más tarde, pero eso explicaba el porqué tanta sangre. El accidente no había sido tan grave como para heridas que dejarán ese tipo de lección. Fue entonces que el doctor quitó el abrigo que Jungkook tenía puesto y dejó expuesto el brazo, ahí el orígen de la sangre. Fue una sorpresa ver la cantidad de marcas en la piel, las cicatrices y las heridas sangrantes, pero de entre todas, destacó una marca profunda en la muñeca.

-- Enfermera, prepare el quirófano, el joven Jeon necesitará cirugía.--

-- ¿Qué? No… no puedo… es…-- intentó protestar, pero su cabeza se sentía confusa, simplemente le costaba formar palabras.

-- Señor Jeon -- el médico le tomó por los hombros obligándolo a mirarlo.-- ¿Tomó algo a parte de la cerveza? --

-- Yo… ¿Tomar?-- preguntó confundido.

-- Sí, ¿Tomó algún medicamento? ¿Alguna droga?--

-- Los Idols no pueden drogarse.-- dijo soltando una carcajada. -- Somos seres casi perfectos ¿No ve las noticias? --

-- Señor Jeon, por favor, estoy tratando de mantener esto discreto, si mando a hacer exámenes de drogas, esto será noticia nacional.--

Jungkook hizo una mueca y negó lentamente.

-- Me dolía la cabeza… tomé algunas pastillas para la cabeza… pero solo eran Aspirinas…--

El doctor palideció y comenzó de inmediato a aplicar un torniquete, un momento después Jungkook recibió una inyección de algo que ardió un carajo.

-- Tomó usted un diluyente sanguíneo. Necesitaremos hacer una transfusión. Llamaremos a su agencia para notificar su estado de salud.--

-- No.-- dijo casi de inmediato.

-- Señor Jeon, el hospital está lleno de reporteros, lo indicado es que su empresa informe su estado de salud y que lidie con ellos.--

-- A mí empresa le importa un carajo, ya lo resolvieran, siempre lo hacen.-- dijo con una mueca.

-- De acuerdo, pero su familia y sus amigos.--

-- Mi familia está en Busan y no voy a llamarlos ahora… y mis amigos…-- negó con un gesto de la cabeza.-- No tengo ninguno…-- entonces volvió a pensarlo mejor.-- Chanyeol… en mi teléfono está su número… vendrá.--

Después de eso, fue preparado para la cirugía, al parecer había picado una vena importante y algo sobre daño de un tendón que no entendió mucho, solo que era necesario que firmara algunos papeles antes de preceder.

Horas más tarde ya estaba en una habitación, recostado entre almohadas mullidas, conectado a un montón de aparatos absurdos, cansado y abatido.