-Apúrate Camila o llegaremos tarde al partido de tu hermano-, gritaba mamá.
-voy ma, respondia ella mientras bajaba por las escaleras una pequeña niña, la luz de mis ojos, mi pequeña hermana.
Salimos de casa muy felices hacia el campo de futbol del instituto de Madrid, yo estaba muy emocionado por el partido, ya que de eso dependía la beca que me daría una universidad de nueva York, todos los goles que anote se los dedique a ella, a mi hermana, quien me apoyaba siempre en las buenas y en las malas, era 2 años menor que yo, pero a veces me regañaba como si fuera mi hermana mayor, pero yo siempre la protegía, en especial de mi mejor amigo Cristian, a quien le gustaba jugar con las mujeres, claro que yo era igual, pero mi hermana era prohibida para mis hermanos.
El partido terminó, hemos ganado, y con eso he ganado mi beca deportiva busco con la mirada a mi pequeña hermana, pero no la encuentro, mi madre me dijo que se fue a los vestidores, voy en busca de ella, pero lo que veo al entrar ahí es desgarrador, ella esta golpeada, inconsciente y con su ropa rasgada, los peores pensamientos llegan a mi mente, hasta que llega mamá y grita por ayuda, enseguida los paramédicos entran y se la llevan al hospital, trato de abrazar a mi madre, pero ella me lo impide, supongo que quiere ir donde Camila. Al llegar al hospital mi madre se me acerca y me da una bofetada.
-que te ocurre mamá- pregunto sorprendido.
-como se te ocurre hacerle eso a mi hija, a tu propia hermana- gritaba, mientras me golpeaba en el pecho.
-de que hablas mamá yo no le he hecho nada a Camila, ella estaba así cuando yo llegué-
-no mientas, Cristian me dijo que Camila estaba en los vestidores y gritaba tu nombre para que no le hicieras daño.
- eso no es verdad madre, y créeme que me duele que confíes mas en el que en tu propio hijo.
- pues Cristian se ha portado muy bien con tu hermana, ahora me doy cuenta que no fue mala idea darle permiso a tu hermana para que fuera novia de Cristian.
-de que hablas mamá, como que Cristian y Camila eran novios, y por qué no me lo dijiste,
-porque sabia que te ibas a interponer, y ahora entiendo porque no querias que ella tuviera novio, para hacerle esto, dijo con rabia.
-por quien me tomas madre, te das cuenta de lo que dices, por dios es mi hermana, como se te ocurre que soy capaz de hacerle tal atrocidad a mi hermana, pero sabes que no voy a discutir contigo, en cuanto Camila despierte ella te dirá todo, dije y me marche del hospital.
Al día siguiente salgo de casa muy temprano hacia el hospital, por suerte mi madre no está y aprovecho para hablar con el doctor, quien me notifica que esta fuera de peligro y me autoriza a pasar a su habitación, al entrar me encuentro con una pequeña niña llorando, y en cuanto me ve trata de limpiarse las lágrimas, cierro la puerta, y ella solo extiende sus brazos, yo sin dudarlo la abrazo con todas mis fuerzas, ella solo llora y no sé cómo consolarla, -fue Cristian- esas dos palabras me hicieron enfurecer y salir de esa habitación a buscarlo, escuchaba los gritos fuertes de mi hermana, quien me suplicaba que no hiciera nada pero la ira pudo más y fui a buscarlo.