Un ruido la sobresalta, y es entonces cuando se da cuenta de que no está sola en ese lugar. Mira hacia un lado y el otro, pero no logra ver nada. Lentamente va dando pasos pequeños que la acercan al lugar del ruido, y una vez allí, no encuentra nada. Se queda quieta, intentando oír algo más, pero sus sentidos parecen haberse apagado. Sólo es consciente de su respiración y del frío que lentamente penetra sus capas de ropa para colarse en sus huesos.
Es entonces cuando despierta porque un ruido la sobresalta, y se da cuenta de que no está sola en ese lugar.