El sol cae, siempre tan igual, pero todo lo ilumina diferente. Tus ojos son un mundo bajo el atardecer, agua y arena encontrándose en una playa. Y el ocaso que ves se refleja en ellos, creando algo más, algo inesperado. Tus ojos se sienten como mi hogar, tan tranquilos y siempre dispuestos a recibir mi presencia. A hacerme un lugar.
No sabes lo que daría por estar una vez más en esa playa con vos, contemplando el atardecer que reflejan. Pero alguien decidió que a ese lugar tan mágico había que clausurarlo, y tus ojos se cerraron para siempre. No te preocupes, mientras los míos sigan abiertos, voy a recordarte siempre.