Brilthor

4

El atardecer cae a mis espaldas, la última luz del día se despide al deslizarse lentamente sobre todo lo que toca hasta desaparecer y dar paso a la noche, Prada se acicala, sentada sobre mi escritorio sin ninguna preocupación en el mundo aparte de estar limpia, como la gatita vanidosa que es.

En cambio, yo, con mi pijama puesto, mi cabello en una coleta desordenada y la tapa de mi marcador entre mis dientes, tenía todas las preocupaciones del mundo, trabajar con lo que tengo muchas veces es algo molesto, estresante, y la información que recolecte hoy, no es información, solo es confrontación porque tengo un carácter de mierda.

—¿Qué conseguí hoy? Nada, solo hacer molestar al jefe de los policías — Suspiré, mis ojos están cansados de mirar las mismas líneas rojas con la misma información, repasando la una y otra vez. — sé que el jefe Moreno está ocultando algo, algo muy sucio, tengo cero pruebas, pero mi mente sobre pensó y me dijo que tengo razón. — mi celular vibro al ritmo de hey Brother cerca de Prada, ella lo observa antes de empujarlo con su pata directo al suelo, ya estaba acostumbrada a que ella haga eso cada que mi celular repica, por lo que yo ya estaba lista para atrapar mi celular antes de que se estrellara contra el suelo.

—¿Mande? — Respondí sin siquiera mirar el contacto.

—Abre la puerta

—¿Tienes comida contigo?

—Claro, ¿De qué otra manera iba a conseguir que me dejaras entrar? — Colgué sin decir nada más, abrí la puerta en dónde Oliver estaba de pie con dos cajas de pizza en una mano y en la otra una bolsa transparente con dos refrescos grandes.

—¿Qué haces aquí? — dije, Oliver me esquivó para ir directo a mi habitación, lo seguí arrastrando los pies del cansancio, en mi habitación Prada ya estaba degustando un pedazo de pizza y Oliver masticaba un gran pedazo mientras miraba mi pared llena de fotos y líneas de conexión.

—¿Qué tienes hasta ahora?

—La información que todo el mundo tiene — dije — no tengo nada más porque no sé a dónde ir ahora.

— ¿Tienes alguna teoría?

—¿Por qué preguntas? Creí que no te gustaba que me metiese en estas cosas

—De nada me sirve el impedir que lo hagas — dijo Oliver, se encogió de hombros y volvió a morder su pizza — igual encontrarás la manera de meterte dónde no debes

Tomé un pedazo de pizza y volví a mi posición inicial antes de qué Oliver llegara solo que ahora él estaba junto a mí mirando con detenimiento todo.

— ¿Entrevistaste a Manuel?

— Solo le hice saber sobre mi presencia

—¿Cómo piensas entrevistar a un hombre que no puede hablar?

—Claro que puede hablar, solo que no quiere hacerlo

—¿Cómo estás tan segura de eso?

—Solo lo sé

—Siempre tan reservada, me desesperas a veces — dijo Oliver, dando largos tragos a su bebida — dime en qué te atascaste para ayudarte.

—Debo conseguir más información sobre Manuel Sánchez, quién fue, a dónde fue y todo lo que hizo antes de asesinar

—¿Localizaste a su madre?

—No la he podido encontrar, se la tragó la tierra después de salir del centro de rehabilitación hace dos años atrás.

—¿Su padre?

Fui hasta mi escritorio, rebusqué entre los papeles hasta encontrar el que buscaba.

—El padre de Manuel Sánchez fue encontrado muerto hace año y medio, luego de meterse en una pelea con quién se cree era su proveedor de drogas — dije, leyendo con detenimiento el papel en mis manos, uno que era bastante probable que no debería tener — según la autopsia, sufrió múltiples heridas causadas por un objeto punzante, una de las heridas fue exactamente en la carótida lo que provocó que se desangrara con mayor rapidez.

Oliver me miró con atención, suspiró y puso una de sus manos justo en su sien, como si quisiera detener alguna migraña.

—Lexi, ¿De dónde exactamente sacaste esa información?

—Del papel

—¿Y el papel?

—De tú escritorio

—¡Estás leyendo información clasificada!

—No es exactamente algo secreto si lo dejas a simple vista sobre tu escritorio

—Sí, pero — Oliver gruñó frustrado — No era algo que una civil como tú, leyera, joder me van a despedir.

— Relájate es solo una copia — dije, agité el papel en mis manos y lo dejé nuevamente sobre mi escritorio —. El original no ha dejado tú oficina, la cual deberías ordenar más, ¿Sabes? Es un desastre

—Vas a ser mi muerte — dijo Oliver, se sentó en mi cama con su rostro escondido entre sus manos — okay, fingiré que mi trabajo no está en peligro por tú culpa — suspiró — sigamos, ¿A quién más tienes?

— Está la ex esposa de la víctima, sus hijos, la vecina, tú jefe.

Oliver de por sí es una persona de piel blanca, uno pensaría que no podría ponerse aún más blanco, pero todos podemos equivocarnos, con lo pálido que se puso bien se pudo haber transparentado.

—¿Hablaste con mi jefe? ¡Otra vez!




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