Prólogo

P R Ó L O G O

Claire jamás se había enamorado, nunca había sentido las dichosas mariposas en el estómago, o tal vez sí lo hizo, pero ni siquiera se dio cuenta. Había sentido cierta atracción por uno que otro compañero de clase, pero no llegaba a más, simplemente se quedaba en deseo carnal, tampoco eso significaba que no tenía sentimientos.

Simplemente creía en el amor, aunque jamás lo había experimentado.

Hasta que un día Demian Bennet llego a su vida y revolvió todo. Pero, un poco de revoltura no le hace daño a nadie ¿cierto?

Después de eso su vida se resumió en una sola persona, y aunque la gente nunca creía que ellos llegarían lejos, no les importó, porque ambos sabían que se querían, ambos lucharían por estar juntos, le darían otras expectativas a la gente de ellos.

—¿Sabes? —el chico llamó la atención de la castaña —Siempre me ha gustado el color de tus ojos —confesó

Ella lo miro unos segundos creyendo que bromeaba.

—¿En serio? ¿Por qué?

—Es como si un hermoso bosque estuviera dentro de ellos, un bosque invitándome a perderme entre las ramas sus árboles.

Demian nunca había sido una persona romántica, sin embargo, aquella chica solía sacar todo de él, tanto que él mismo se impresionaba de como llegaba a actuar.

Las mejillas de Claire se enrojecieron un poco por aquellas palabras.

—Gracias... Supongo —él solo le regalo una sonrisa y otra vez se quedaron en silencio, solo admirando la impresionante vista del horizonte frente ellos. Al menos hasta que Claire volvió a hablar. —A mí también me gustan tus ojos —admitió.

—¿A si? —Demian dibujo una sonrisa ladina en su rostro —¿Por qué?

—Porque pareciera que un hermoso cielo y un profundo mar estuvieran dentro de ti.

—Es como si un abismo estuviera dentro de mi —corrigió el chico.

—¿Abismo? Suena algo que tu tendrías —trato de bromear la castaña.

—Pero ¿sabes algo Claire? —nuevamente volteo a ver la cara de la chica, quien lo miraba con aquellos preciosos y verdosos ojos que tanto le gustaban

—¿Qué? —respondió.

—Ya no se siente como si estuviera en un agujero sin fondo —suspiro un instante —al menos no cuando estoy contigo.

Claire no podría explicar cómo se sentía en ese momento con aquellas palabras. Demian y ella sin duda alguna no eran lo que la gente llamaría relación perfecta, pero a pesar de eso se sentían como si fueran almas gemelas.

Regalándole una sonrisa al rubio solo pudo cambiar de tema, pues no encontraba las palabras correctas para decirle que pensaba en ese momento.

—¿Qué pasará mañana Demian? — hizo una de sus tantas preguntas existenciales.

Y aunque no lo dijo textualmente, Demian sabia a lo que se refería.

—No lo sé —relamió sus labios —Pero no importa lo que pase, porque siempre estaré aquí, junto a ti —esta vez no volteo a verla pero tomó su mano y la apretó, diciéndole que jamás se iría.

Y si, ambos siempre estuvieron el uno para el otro. Al menos hasta que el fuego de su amor los termino de consumir a los dos.