Siento un vacío adueñarse de mí, desde que te escapaste de mis manos no siento más que dolor. Cuando me dejaste te llevaste mi amor. Todo el amor que te di voló junto a ti.
Desde que te fuiste mi corazón late sin sentido, ya no tiene una razón. Dejaste un vacío tan grande que cada latido resuena en mi cabeza, un constante recuerdo de los viejos arrebatos que me daban al verte.
Sin ti, mis sonrisas son rotas y mis lágrimas tristes. Ya no río al pensarte, mi almohada ha dejado de escuchar historias sobre ti, ahora ella es la que me consuela.
Mi cuerpo ya no es cálido, donde antes estuvieron tus manos ahora está esa piel pálida que tanto dijiste amar.
Ni el cálido sol anima mi día, ni la preciosa luna que tanto observamos me hace olvidarte. Ni el olor de las flores supera tu fragancia, ni el color del cielo logra que olvide tus ojos negros.
Te metiste tanto en mi piel que ahora tus caricias no son más que recuerdos y delirios de un poeta roto. Dejaste tan vacía mi alma que solo soy una cáscara de lo que era junto a ti, te llevaste mi amor.
Extraño tu sensual presencia, extraño tus salvajes sentimientos, extraño tu mirada pícara y tus cabellos revueltos.
Tus ojos eran tan míos pero ya lo olvidaste. Yo era tan tuya pero ya lo olvidaste.
No solo te fuiste sino que te llevaste mi alma y fuiste lo que solías ser, un sueño.
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Capítulo dedicado a esas personas que aún aman a alguien que ya no está):
—Alex.