Broken: Un nuevo comienzo

Capítulo Once

 —Dayra—
 

Por una vez en mi vida el canto del gallo no me molesta... Okey, mentira, sí me molesta, y mucho.

Me pongo las sábanas tapando toda mi cara y suelto un gruñido lleno de frustración, quito las sábanas aceptando el hecho de que, mi sueño no lo podré recuperar.

Agarro mi celular y veo la hora en éste, son las seis. Esta vez me ha despertado más temprano, suspiro y me levanto de la cama y estiro cada parte de mi cuerpo, pongo mis pies en el suelo frío, okey, no pierdo nada con intentar. Me armo de valor y recargo mi pie izquierdo y luego el derecho, me levanto, okey, siento un leve cosquilleo y aun está ahí el dolor, tristemente seguiré así.

Bufo y dejo de recargar mi pie izquierdo y agarro las muletas, sólo para llegar bien a mi armario y sacar mi ropa de deporte, estoy segura que Luke y Emily me están esperando abajo para hacer ejercicio.

Me pongo rápido un conjunto y bajo con cuidado, veo a Luke al final de las escaleras y cuando me ve viene rápido hacia mí para ayudarme, al bajar vamos hacia el patio y empezamos nuestras rutinas, estiramientos, abdominales, sentadillas, pero esas no las podía hacer yo.

—Hoy es el partido de Cole ¿No?—pregunta Emily y asiento mientras tomo agua. Ya habían pasado tres días desde aquel festival y desde que yo ya era oficialmente novia de Christian.

El sábado y domingo estuvo viniendo a visitarme para darme los masajes y luego unos que otros toqueteos y besos, pero hasta ahí, me sentía sin duda segura con él y nunca terminaban los temas para hablar. Siempre teníamos cosas que contarnos.

— ¿Debemos ir con un color en específico?

—Si pudieran ir de color vino sería estupendo—veo hacia la puerta de la cocina que da al patio, era Cole.

— ¿Tú qué haces aquí?—me levanto con cuidado y cruzo mis brazos.

—Venía a dejarles esto —me da un gis de la forma de un rectángulo, color vino—Es para que se lo pongan en la cara—menciona y asentimos los tres— Bueno debo irme, el partido empieza a las seis, no lo olviden.

Se va y nosotros terminamos de entrenar, los chicos hacen pasos de baile y estiran, luego me ayudan a estirar mis piernas con cuidado y con delicadeza.

—El viernes te quitan la férula... ¿Cómo te sientes?—pregunta Emily mientras se limpiaba el sudor de la frente con un trapo.

—Me siento bien, ya no soporto esta cosa, pero lo malo es que tendré que volver a ocupar las muletas para todo—no puedo evitar realizar una mueca de disgusto.

—Tranquila, al menos ya te estas recuperando, cuando menos lo pienses en las próximas dos semanas ya estaremos en camino a New York—asiento lentamente al escuchar lo que dice Luke, tiene razón, si me recuperación se hace correctamente sin duda alguna me podré ir de aquí en dos semanas... ¿No?

Recogemos todo y veo la hora, ya eran las 7, nos vamos los tres a darnos una ducha, me pongo unos vaqueros ajustado bajo crudo Rotos y una sudadera color vino con capucha y cordón de hombros caídos, opto por unos tenis del mismo color que la sudadera, me cepillo el cabello y secarlo para peinarlo en una cola alta dejando caer unos pocos cabellos rebeldes, me maquillo ligeramente, me pongo sombras color vino y labial del mismo color, me hago una línea en la mejilla derecha con el gis que nos dio Cole y luego otra línea en la izquierda. Me veo en el espejo, quedé perfecta. Me pongo mi perfume de vainilla, me coloco mi bolso y salgo del cuarto.

Camino con cuidado, como siempre, ya puedo recargar un poco más mi pie con la férula, pero si lo hago sin él, el dolor es poco tolerante.

—Aún faltan horas para que comience el partido Dayra...

—Es una tradición en el pueblo utilizar los colores del equipo todo el día aun cuando no ha dado comienzo, así mostramos nuestro apoyo—explica mi madre, Christian se encargó de decirme todo y por eso me maquillé desde ahora.

—Exacto—aparece Luke en nuestro campo de visión, estaba literalmente todo de vestido de color vino y blanco, la mitad de la cara la tenía pintada del color del equipo y su cabello también.

—Creo que te lo tomaste muy literal...

— ¡Vamos Glaseados!

—Somos Gladiadores...

— ¡Vamos Gladiadores! —levanta el puño con entusiasmo y con una gran sonrisa, lo cierto es, que ninguno de nosotros tres hemos asistido a cosas así, supongo que el ballet y nuestra vida que gira al rededor del baile nos escondió de lo que había en el mundo.

— ¿Es el primer partido al que van?—los tres asentimos—Eso es triste chicos, vengan, vamos a desayunar e iremos a la casa de Christian para comer y poner de ánimos a Cole.

Mi padre baja y me da risa al verlo, puesto que, está igual que Luke.

— ¿Se pusieron de acuerdo? —digo burlona y ambos se ven con el ceño fruncido pero después chocan los puños.

— ¡Ya llegó el guapo de la familia! —Pongo los ojos en blanco al escuchar a mi hermano— ¡Luke, yo soy el hijo, no tú! —me confundo cuando dice eso y noto que está pintado de la cara igual que los otros dos ridículos.

—Tranquilo, podemos ser felices los tres...

—Tendrían que ser cuatro.

— ¿Ah?

—Por lo de, felices los cuatro... ¿No?

—No Emily, no me gusta Maluma, a ti te gusta el pelón ese, pero a mí no, aléjate de mí—la empuja directo a la puerta y en ese mismo momento la abren provocando que mi pobre amiga rebote contra la pared.

— ¡Oh por dios, he matado a la chica que me gusta!—oh, es Kevin... Es gracioso que Kevin haya sido quien abrió la puerta— ¿Emily estás bien?—es notoria la preocupación, mi amiga sólo asiente mientras se agarra la frente con cuidado.

—Me las vas a pagar muy caro Luke—comenta Emily mientras se soba la zona afectada.

—Oh aquí tenemos a otro ridículo—expreso al ver como también Kevin estaba con la mitad de la cara pintada de color vino.

—Te ves sexy Dayra ¿Verdad Emily? —dice juguetona Linda.

—Es lo que le dije ¿Qué opinas Dayra, un trío? —sube y baja las cejas Emily  y ambas ríen cuando las veo mal.




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