—Dayra—
El marcador, dado a lo que me dijo Emily, vamos ganando las chicas y los chicos iban perdiendo, cortesía de Luke, ya que lanzaba pésimo y no ha tirado ni un bolo en el tiempo que hemos estado aquí, lo cual, se ve que ya está poniendo furiosos a los chicos.
—Luke, mejor descansa—propone Kevin a mi amigo, el cual, lo ve con una ceja alzada.
—Yo sé que puedo, soy genial en esto, en New York me llamaban el rey de los bolos.
—No es cierto—comenta Emily con el ceño fruncido.
— ¡Cállate!—trato de reprimir mi risa cuando Luke le grita como contestación a Emily.
—Dejen de pelear, parecen niños pequeños—reclama Dylan y los chicos se sientan sin rechistar.
Seguimos jugando, a Luke lo mandaron por unos y tiraron por él para al menos dar puntos a su equipo ¿Los dieron?, para nada.
Al final las chicas y yo ganamos.
— ¡En su cara perdedores!—expresa Cloe con emoción y bailando de una forma extraña, Cole la ve mal y le jala un mechón de su cabello— ¡Ay idiota!
—Cloe, no malas palabras—la reprende Christian y la susodicha pone los ojos en blanco.
Agarro una bola para tirar, Luke se iba a levantar pero esta vez lo hace Christian, nadie dice nada al respecto, me ayuda con la bola y a agarrarme para que no pierda el equilibrio y me vaya de boca o me lastime.
Al tirar pongo en mi rostro una expresión de triunfo al ver como todos los bolos caen.
— ¡Eso no es justo, tu eres genial jugando esto!—me acusa Luke y yo le enseñó la lengua, hace lo mismo y pongo los ojos en blanco. —No pongas los ojos en blanco o si no, le diré a Christian que se convierta en Christian Grey y te castigue por hacer eso—abro los ojos como platos cuando dice eso y estoy segura que estaba roja como nunca, Chris no entendía hasta que Samantha me susurra algo en el oído y el pobre se ahoga con su propia bebida.
—Luke, estás loco—dice Christian tratando de tranquilizarse y mi amigo levanta las manos en señal de inocencia.
—Oh por favor, ya van para una semana que están saliendo, hacer eso empieza a la cuarta cita ¿Acaso no han...—le doy una mirada fulminante, con eso entiende todo y mejor cierra la boca—¿Saben?, yo ya tengo sueño ¿Ya tienes sueño verdad Emily?
—En realidad...
—Sí, sí lo tienes, vámonos cariño—se levanta y toma la mano de Emily, Kevin va con ellos.
—Ya también debemos irnos, te veo en la casa de tus padres Dayra, recuerda que me quedo esta noche—asiento hacia ella y se despide de Dylan con un beso en la mejilla.
Dylan junto a Samantha recogen algunas cosas con ayuda de los mellizos.
—Nos vemos mañana Hermana—me da un beso en la frente—Adiós Christian, yo llevo a los chicos a casa—él asiente aceptando lo que dijo mi hermano y se van junto a los chicos que planeaban quedarse pero al final se fueron a regañadientes.
Veo a Christian, el mantenía su vista en todo menos en mí.
—Siento el comentario de Luke, a veces puede llegar a ser muy idiota—le resta importancia con la mano y me da una sonrisa ladeada.
—No pasa nada—asegura y me da un abrazo.
—Yo, ya me tengo que ir, iba a hablar con mi mamá esta noche, así que...
— ¿No te quieres quedar un rato más aquí?—niego a su pregunta con una pequeña sonrisa, agarro mi bolso y lo pongo sobre mi hombro.
—Enserio estoy cansada ¿Me llevas a casa?—le doy un corto beso en la mejilla agarrando su mano derecha, le doy un leve apretón junto a una sonrisa para después salir de ahí junto a él.
Me abre la puerta, cierro los ojos un momento hasta escuchar que la puerta se abre, hasta ese momento los abro y veo hacia el frente, estoy cien por ciento segura que mataré a Luke, no importa que esté dormido, arruinó la despedida de solteros de mi hermano y Linda por sus absurdas preguntas y su gran boca.
— ¿Estás bien?—siento un leve cosquilleo al sentir el contacto de su mano con la mía.
Su vista se mantenía al frente, yo tenía mi cabeza recargada en mi mano mientras veía la ventana, pero ahora estaba viendo a Christian detenidamente, no me había puesto a observar el hermoso perfil que tiene, me le quedó mirando más de lo que quisiera, ya que de un momento a otro en su rostro se forma una sonrisa de oreja a oreja y luego detiene el auto, semáforo rojo.
Se gira levemente hacia mí sin dejar mi mano.
—No deberías sentirte incómoda...
—No me siento incómoda—lo corto antes de que dijera algo más y ya no comenta nada más, creo que fui algo grosera. Suspiro—Lo siento, es que... Siempre fuimos nosotros tres ¿Sabes?, Luke, Emily y yo, sólo nosotros tres contra todo y nunca me molestaron los comentarios de Luke porque él es así y lo amo como es, pero siento que... De alguna forma, se sobrepasa y no me gusta—hago una mueca triste—Al menos ya no tanto.
—No deberías preocuparte si nos incomoda a los demás o nos molesta, porque no es así, queremos a Luke, es un gran chico—le doy una sonrisa ladeada.
Christian pone la radio, la música no se escuchaba tanto así que no podía cortarse la gran incomodidad que había en el aire.
Al llegar a la casa de mis padres veo que está mi camioneta y las luces del piso de abajo están prendidas, veo enfrente de nosotros había otro auto, se veía muy... Llamativo, un convertible negro.
—Gracias por traerme Chris—me giro hacia él y me inclino para darle un beso en la mejilla.
—No hay de qué, nos vemos mañana hermosa—me da un casto beso en los labios y bajo de la camioneta.
Al salir Chris viene hacia mí para ayudarme a llegar a la entrada, pero antes de poder hacerlo de la puerta de mi casa sale esa persona que no en pintura lo quiero ver.
— ¡Mark ven acá pedazo de idiota!—se escucha dentro de la casa los gritos de Luke, el cual, venía dando zancadas.
— ¡No vengo a hablar con ustedes si no con Dayra!—llega hasta estar enfrente de mí, trata de darme un abrazo pero me hago hacia atrás evitando eso.
Editado: 14.03.2021