Capítulo Quince

—Dayra—
 

—¡¿Dónde están mis sartenes?!—el grito de mi madre provoca que me despierte de golpe, me agarro la cabeza cuando veo que todo da vueltas. 
 

—Mierda—expreso con los ojos cerrados. 
 

—Dayra tu mamá nos va a matar—veo con el ceño fruncido a Emily y a Luke. 
 

—¿Por qué lo dicen? 
 

—Nosotros tiramos sus sartenes—abro los ojos ante tal confesión. 
 

Mi mamá ama 5 cosas en todo este mundo, primero a su familia por supuesto, segundo, al pueblo, tercero, su trabajo, cuarto, sus toppers y en quinto... Sus sartenes.
 

—¿Todos los sartenes?—pregunto y los tres asienten, levanto una ceja—¿Puedo saber la razón por la cual hicieron esa babosada?
 

Ambos se ven entre ellos antes de que la puerta de mi cuarto sea tocada, sé que no es mi mamá ya que ese fue un toque tranquilo.
 

—¿Quién?—pregunta Luke con miedo en su mirada.
 

—Soy Kevin, vengo por Emily, se supone que íbamos a salir a esta hora—veo a mi amiga que tenía los ojos fuera de sus órbitas, sin más se levanta yendo directamente hacia el baño.
 

—¿Eso es un código gris?—veo con duda a Luke, ya que no recordaba de qué era el código gris pero páramo quedar como mala amiga y una olvidadiza, opto por decir que sí.
 

Luke asiente y se levanta de la cama para ir directo a la puerta, abre y de reojo veo a Kevin con el ceño ligeramente fruncido. 
 

—Emily ya no quiere estar más contigo, lo siento, pero debes irte—me levanto de sopetón al escuchar lo que dice Luke y voy directo a la puerta. 
 

—¿Espera qué?—cuestiona Kevin nervioso pero empiezo a hablar. 
 

—No escuches a Luke, lo que quería decir es que Emily aún no está lista, se sigue alistando, en un momento baja—le digo y él asiente lentamente viéndonos aún con ese semblante atemorizado y su piel estaba completamente pálida. 
 

Cuando por fin se va y me aseguro de que baja de las escaleras cierro la puerta y de inmediato le doy un zape a mi amigo idiota. 
 

—¡Auch! 
 

—Idiota, casi arruinas la primera relación estable que ha tenido nuestra mejor amiga—lo reprendo y él pone su cara de perrito mojado. 
 

—Perdón... 
 

—Al menos no pasó nada más grave—comento y él asiente mientras muerde su uña del pulgar con nerviosismo. 
 

Estábamos aún sentados cuando Luke se voltea a verme con rapidez y el ceño fruncido, se levanta y me agarra de los hombros mirándome fijamente. 
 

—Te levantaste con ambos pies recargados en el suelo sin soltar ningún quejido—paso saliva mirando un punto fijo en el suelo—Dayra... 
 

—Agh, bien, el dolor se estuvo yendo en el transcurso de esta semana—me siento sobre la cama y él a mi lado soltando un gran suspiro con la vista en algún punto de la habitación sin decir nada. 
 

—¿Por qué estás fingiendo que aún tienes dolor?—pregunta después de unos segundos de silencio en donde sólo se escuchaba el agua de la bañera caer. Emily se estaba bañando. 
 

—Yo... No lo sé, sabes que amo bailar, es lo único que he hecho desde que tengo memoria y perdí mucho por figarme más en ello, y ahora tengo a mis padres, a mi hermano, a Linda, a Sam, a Kevin, a los mellizos y a Christian...
 

—Debiste decirnos—toma mi mano con la suya—Sabes que nosotros nunca te juzgaríamos, es más, te estaríamos apoyando, y si necesitas estar más tiempo aquí sólo habla con Roger, Meli y Esperanza, estoy seguro que ellos también entenderán—acaricia mi mejilla y no lo evito más, lo rodeo con mis brazos abrazándolo con fuerza y él a mí. 
 

—Lo lamento tanto, pero enserio adoro estar aquí, fui una estúpida al haberme ido de esa forma y nunca hablar, fui una estúpida al nunca darme cuenta que Chris me amaba. 
 

—Ey, no te debes decir eso, eres una persona y las personas cometen errores, cometemos errores—me da media sonrisa y en eso el sonido de la puerta siendo abierta hace que volteemos hacia el baño. 
 

Emily sale con la toalla enredada en su cuerpo y otra en su cabello, nos ve con una sonrisa pero luego esta desaparece y nos ve confundida.
 

—¿Me perdí de algo? 
 

Me levanto y doy una vuelta dándole a entender que yo ya estaba mucho mejor. 
 

—Oh por dios—pone sus ambas manos en sus mejillas con la boca en un gran círculo, provocando así, que su toalla cayera y dejara ver todo su cuerpo desnudo y mojado. 
 

Luke suelta una risotada y va directo a la toalla y la pone sobre el cuerpo de nuestra querida amiga desnuda. 
 

—¿Estás mejor? ¿Desde cuándo?
 

—Desde hace unos días, el dolor se ha ido, aún siento un leve galón pero ya no es nada comparado a lo que sentía antes, me siento mejor y tengo muchas ganas de bailar—expreso emocionada y Emily corre hacia mí otra vez extendiendo sus brazos hacia mí, y como es obvio, la toalla volvió a caer en el suelo. 
 

—Okey, sé que soy gay y todo eso pero tampoco es para que anden desnudas frente a mí, no me incómoda, no me excita pero... No, no quiero ver sus cuerpos desnudos más veces de lo necesario—ambas reímos por lo que dice Luke y Emily se pone rápido su ropa interior y empieza a arreglarse mientras me preguntaba sobre mi recuperación. 
 

—¿Ya les vas a decir a Meli, Roger y a Esperanza sobre qué estás mejor?—hago una mueca, ella alza una ceja—¿Ese es un no?—se sienta a mi lado empujando a Luke y tirándolo al piso.