Brujas, La Legión

Capítulo 8

Las tres brujas aparecieron en un bosque, era de noche, no podían distinguir dónde estaban, pero al menos estaban juntas, las tres se tomaron de las manos, como si algo en cualquier momento las pudiera separar. Era de noche, no podían ver nada entre las ramas de los árboles, sea dónde sea que Han las haya mandado, no tiene que ser cerca del Vaticano, las quería lejos.

—¿Dónde demonios estamos? —pregunta Sally, después de golpearse la cara con una rama.

—No lo sé, no logro ver nada. —contestó Jessica.

Eva cerró su mano en un puño, lo mantuvo cerrado por unos segundos, cuando lo abrió, una pequeña luciérnaga apareció justo en su palma, Eva levantó lentamente su mano, dejando la luciérnaga volar, luego movió su mano por todo el lugar, que seguidamente fue iluminado por millones de pequeños insectos luminiscentes. Finalmente, pudieron ver el bosque en el que estaban.

—¿Por qué nos enviaría a un bosque? —Jessica sonaba muy desconcertada.

—Nos quiere lejos de ella, lo más lejos posible, sabe que somos las únicas que podemos detenerla. —contesta Eva.

—Necesitamos saber exactamente dónde estamos, tenemos que encontrar civilización, así que caminemos. —dice Sally. —Eva… —prosigue, haciéndole saber a Eva que les diga a las luciérnagas que las lleve a la ciudad más cercana.

Evangeline voltea a su cabeza hacia arriba, y los insectos comienzan a volar hacia el norte, ellas siguiendo a paso rápido debajo de las luciérnagas.

Caminaron por al menos veinte minutos, hasta que finalmente divisaron un pequeño pueblo bajando de la colina dónde estaban. Una vez abajo, caminaron por el pueblecito, las casas estaban hechas de madera, afuera de cada casa había un pozo, a las mujeres les pareció extraño, debían estar en otro país, pero necesitaban saber exactamente dónde, era de noche y las casas estaban cerradas, pero dentro de algunas se lograba ver las luces encendidas.

—¿Creen que debemos tocar? —pregunta Sally.

—No lo sé, este lugar se ve un poco extraño. —contesta Eva.

Las tres mujeres se quedaron analizando el lugar, las tres sentían escalofríos, culpaban al frío viento que estaba corriendo.

—¡Por Dios! No sean paranoicas, enfrentamos demonios. —contesta Jess y suelta la mano de Eva y camina directo a una puerta.

Jessica tocó tres veces, pero nadie le abrió, así que fue a otra casa y tocó hasta que alguien le abriera. Eva y Sally corrieron hacia ella. Un hombre abrió la puerta, era alto, con barba, gordo, y llevaba un hacha atada a su cinturón.

—Señor, ¿podría decirnos dónde estamos? —pregunta Jess amablemente, después de dejar de mirar el hacha del hombre.

—¿Solo para eso llamas a mi puerta? —dice el hombre con una voz gruesa, y completamente molesto.

—Solo queremos saber dónde estamos. —apoya Sally.

—En Salem. Ahora, váyanse antes que alguien las vea, brujas. —dice el hombre, cierra la puerta y apaga la luz.

—¿Salem? —dice Eva alarmada halando a Jess de la puerta del hombre.

—Han no nos mandó a otro lugar, nos envió al pasado. —dice Sally, ahora analizaba cada movimiento en el lugar.

—En la temporada donde cazaban brujas al parecer. —completa Jess.

—Tenemos que salir de aquí ahora. Debemos encontrar refugio, si alguien nos ve vestidas de negro, nos van a asesinar. —dice Jess halando a sus hermanas.

Las tres brujas corrieron del lugar, todas en dirección al bosque, por el momento era el lugar más seguro que conocían, no podían adentrarse más en el pequeño pueblo vestidas de negro, en Salem asesinaban a mujeres inocentes solo por vestir de negro, y si alguien se enteraba que ellas eran realmente brujas, no las iba a dejar en paz. Las hermanas corrían rápida y sigilosamente, no querían despertar a nadie, mucho menos hacer que alguien abriera la puerta, pero sus tacones resonaban contra las piedras. Una vez llegaron a la cerca, que cruzando las llevaba directo a la colina y ésta al bosque, tres hombres bloquearon su paso, entre ellos, el que antes les ayudó.

—¿Dónde van bonitas? —dice uno de ellos. Los tres hombres llevaban armas, hachas y horquillas.

Ignaro. —dice Sally levantando su mano, pero nada pasó. —¿Qué pasa? Mi magia no está funcionando.

—Esos hechizos aún no han sido escritos. —dice Eva que intenta activar su espada. Pero tampoco sucede nada. —Las armas tampoco. —aclara.

Jessica se acerca a uno de ellos, el hombre la intenta golpear con su hacha, pero ella hábilmente esquiva el golpe y le arrebata el hacha, la cual le pasa a Eva. Eva coge el hacha en el aire, gira y golpea al uno de los hombres en la cabeza, haciéndolo caer al suelo. Los dos hombres se abalanzan sobre ellas, pero las brujas golpean a los tres, dejándolos en el suelo.

—¡Auxilio! ¡Brujas! —grita uno de los hombres en el suelo.

Las puertas de las casas se abrieron inmediatamente, de muchas de ellas salieron hombre armados, unos traían una simple escoba. Eva. Jess y Sally intentaron correr hacia la colina, pero los hombres las cogieron de los pies y las hicieron caer al suelo, ellas no dudaron en golpear la cara de éstos hombres con sus pies, pero no las soltaban.



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En el texto hay: accion y amor, aventura., accion drama

Editado: 28.11.2020

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