Venganza.
El mundo se mueve por el poder, eso es una verdad universal.
A nadie le importa llevarse a cualquiera por delante, solo por tener poder.
Poder.
Riquezas.
Y sobre todo, Autoridad.
Pero hay una fuerza aparte que mueve el mundo. Una fuerza que es capaz de regenerar cualquier herida por muy profunda que sea.
Y no, no hablo del amor.
Hablo de la venganza.
Un deseo que nace del más profundo dolor, y que solo puede ser aplacado, cuando esta es consumada.
Y ese, es mi objetivo.
La venganza.
Cumpliré mi deseo, sin importar a quién le lleve por delante.
Sin importar, que pueda ser afectado en el camino.
Ya que a nadie le importó romperme en mil pedazos; ahora es mi turno de romperlos a todos.
De arruinarlos.
Y con eso, salvar mi alma.
Libertad.
Una simple palabra, con 8 letras, que representan lo que más ansia el ser humano.
Ser libre.
Libre de ataduras, de compromisos impuestos, y sobre todo, libre de presiones por asumir un rol que nunca he querido.
Uno, que se espera que tome por simple convicción social.
Patrañas.
Lo único que quiero es huir de aquí.
Ser libre.
Y si para eso, tengo que usar a quien sea que me ofrece esta posibilidad, no lo dudaré ni un segundo.
Por que en definitiva, si hay algo que deseo desde muy joven es salir de aquí.
Y sólo hay dos formas de hacerlo: escapar o morir en el intento.
Y si hay algo que me caracteriza, es no perder la esperanza de salir con vida de este jodido lugar.
Aún si tengo que matarlos a todos, tendré lo que siempre he deseado.
De eso, no me cabe la menor duda.