Búscame en las estrellas

Capitulo 1 La Broma

Capitulo 1 Una broma pesada

Capitulo 1 Una broma pesada.

De cuando todo empezó (gracias a una broma pesada).

El cielo está muy soleado, ni una sola nube que amenace con tapar al radiante sol. La gente camina alegre por las calles, en el parque central de la ciudad hay demasiados puestos de chucherías: helados, dulces, frituras y frutas, también hay demasiada gente como para acabar con todos los productos de una. Los juegos mecánicos están instalados y listos para usarse, pero todos esperan pacientes a que llegue la noche y cumplir con su propósito de entretener a todos los chicos que lleguen.

—Joven maestro, ¿podría subir el vidrio, por favor?

Ni siquiera se toma la molestia de contestarle, solo acata su orden disfrazada de petición.

Siempre es lo mismo, "no haga eso, podría salir herido" "por favor, contrólese" "debe ser cuidadoso, mucha gente podría intentar herirlo" maldita sea la hora en que se decidió que naciera en esa familia. No puede hacer nada sin llevar una escolta tras de mí para cuidarle y velar por su seguridad. Siempre es transportado en una caravana de limusinas blindadas, solo falta que la gente se incline ante los autos cada vez que pasa para considerarse de la realeza, aunque no forman parte de la nobleza moderna en el continente Silver, son tan respetados como si pertenecieran.
La familia Lestrange, de ascendencia francesa, tan antigua como rubios son sus cabellos.

—Llegamos- anuncia el chofer.

—Gracias, Luis— sonríe amablemente cuando el señor abre la puerta y baja su portafolio.

—Pasaré por usted a las 1:00 en punto— le recuerda.

El asiente con la cabeza.

Borra su sonrisa amable, esa que solo está reservada para gente que en verdad le importa y la cambia por la sonrisa arrogante y perfecta destinada para todo el mundo. Camina a paso seguro hacia la entrada de la escuela, ignorando los halagos y suspiros que lanzas a su alrededor. Atraviesa el campo y busca con la mirada a sus amigos, pero antes de inspeccionar por completo el patio alguien lo llama.

—¡Hey, Leonard!

Gira sobre mis pies y camina en dirección a la voz.

—Hola— saluda.

Después del intercambio de saludos, platican un poco sobre cómo nos fue en el fin de semana. Ninguno hiso nada especial, solo si pasar el día en las piscinas del club más exclusivo puede ser considerado normal para todos.

—Aggh— todos giran hacia Zach—, no quiero amargarte el día pero mira detrás de ti— le dice y obedece.

Una -no tan- horrible imagen aparece frente a él, Arun Grafton está haciendo su aparición rodeado de lindas jovencitas de todas las edades y junto a él están sus primos, Kiara Grafton y Alexis Grafton. Quien pudiera pensar que un día ellos fueron amigos, un día muy lejano cuando eran unos críos... Cuando la rubia le sonríe y hace un gesto con la mano a forma de saludo, el se limita a asentir con la cabeza correspondiendo al saludo.
Leonard podrá ser muchas cosas, mimado, caprichoso, arrogante, orgulloso...pero jamás maleducado.

Joder, parece que los dioses aman a esa familia y sobre todo al apellido detrás de ellos: Grafton, los Grafton son tan antiguos como los Lestrange, a diferencia de que ellos llevan en la nobleza desde antes de la rebelión del continente, todos los de esa familia son tan agraciados como una buena copa de vino. Siempre recibiendo privilegios a donde sea que van.

—Son odiosos— se queja Zacharias.

Suelta un bufido—. No hace menos de un mes la querías en tu cama- le recuerda ganándose una mirada llena de odio por parte de su mejor amigo.

—Aun no entiendo que les ven todos— comenta Thomas con fingido enojo.

—Aunque me moleste admitirlo, los tres son bien agraciados— replica un castaño llamado Francis y nadie le contradice.

Leonard, por más que le cueste, debe admitir que Arun es muy apuesto, tiene cabello marrón muy oscuro casi pegando a negro y ojos tan peculiares como sus ancestros (de hace como mil siglos, según un exagerado y muy celoso Leonard), de un color ámbar, mismos que nadie desde el "Rey de marfil" y su hijo ha poseído (si en esos tiempos, alguien le preguntaba que como lo sabe, Leonard respondería que es porque se vio obligado a estudiar a la familia, pues son socios comerciales o eso hasta que decidan hacer las paces, y solo entonces podría considerara decir que fueron casi hermanos). Lo mismo sucede con los otros dos. Alexis, tiene el cabello incluso más negro que el vacío y ojos tan verdes que no es posible encontrar otra cosa para compáralos y que le hagan justicia, oh, y como olvidar a su prima Kiara, rubia, con ojos plateados, casi como mercurio encapsulado. Los tres tan atractivos como solo en esa familia es posible.

Internamente, Leonard los considera agradables aun después de muchos años, pero eso será historia para más tarde.

—Supongo—dice solo por decir.

Cuando sus amigos no pueden aguantar más la escena caminan hacia su salón asignado para tomar la clase de historia. Justo cuando esta por entrar una voz familiar lo detiene.

—¡Cariño!

—Hola, princesa— saluda devuelta y le da -como de costumbre- un corto beso en los labios.

—Se hubieran quedado en su casa.

—Hola, Thomas— saluda la pelinegra.

—Hola, Diane.

Diane pasa entre ellos y se coloca en su asiento, que convenientemente queda junto al de Leonard. El profesor entra en ese instante riendo junto a los Grafton.




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