buscando la libertad

capitulo 2

Respira, respira, respira

Era lo único que me decía a mi misma, 
¿Porque quieren verme?
¿Que hice ahora?
¿Me castigarán?
Muchas preguntas se formulaban en mi mente, pero todas sin respuesta.
Mi abuela está igual o peor que yo porque ni pestañeaba.
Trague saliva muy fuerte que hasta se escucho

-¿que ocurrirá si no voy con usted?- dije aún con mi voz temblorosa, Gracias a Dios lo dije claro.

-Se le castigará por desobedecer una orden real directamente y eso es castigado con la muerte- dijo indignado por mi pregunta

-¿ahora?... ¿en este instante?-rogué en mi interior para que su respuesta fuera un simple no, o se diera cuenta de que se había equivocado de persona y lugar pero eso no ocurrió.

-SI AHORA!-grito sacando a mi abuela de sus pensamientos.

-está bien, ella irá pero tendrá que esperar a que se lleve algunas cosas, 
¿Cuanto tiempo durará?-dijo mi abuela tratando de verse tranquila, pero yo sabía que tenía más miedo que yo, y esto no era bueno para ella, no lo merecía.

-El tiempo lo tendrá controlado su majestad, es inconcluso dependiendo de cómo se resuelva el asunto por la cual la necesitan-dijo esto de manera aburrida como si la pregunta de mi abuela hubiera sido absurda, esto era lo que me enojaba.

Nos trataban como si fuéramos unas personas con poco nivel intelectual ,como si fueran superiores y no necesitaran ayuda de alguien como nosotros,sino que en cada  palabra que decía nos trataba como niños. Quisiera poder defenderme, decirle unas cuantas cosas, que se quedará callado porque no tendría como defenderse... pero no podía, esas palabra podrían perjudicar a mi abuela y a mi.

-El tiempo corre!-dijo el guardia sacándome de mis pensamientos.-tiene diez minutos sino alcanza no es problema mío-dijo el insolente guardia.

-vamos rápido!-dijo mi abuela jalándome a una de las habitaciones.

Estaba sacando la maleta y un montón de ropa y la hecho así, sin ordenarla, pero es muy obvio, ya que el guardia sólo nos dio diez minutos.
Me doy cuenta de que ya cerró la maleta, ella sola alisto todo y yo no me ofrecí por estar perdida en mis pensamientos sobre el guardia.

Se dirige casi corriendo a una de las mesitas de noche y saca una caja con polvo, hay es donde me acerco a ella para ver que es y me quedo petrificada con lo que veo.

Son fotos de mis padres, del abuelo, y mías de bebé, que no sabía que tenía pero en el fondo había un pequeño collar y de digen una foto de mis padres. Lo saco y me lo pongo y  meto las fotos en un pequeño bolsillo de la maleta.

-pase lo pase ellos siempre estarán contigo y estarían orgullosos-dijo entre sollozos.

Sin pensarlo la abrazó fuertemente, no queriendo soltarla nunca

-volveré lo más pronto posible, te lo prometo-dije entre lágrimas también.

Era tan injusto, no había pasado ni tres horas con ella y ya nos iban separar ,sabiendo que en cualquier momento le puede llegar su hora, pero eso era lo último que quería pensar ahora.

Todo estará bien 
Me trate de convencer

-YA PASARON LOS DIEZ MINUTOS!-grito el guardia desde la puerta, ni siquiera había entrado, pues claro le daría hasta saco entrar aquí.

- hasta luego abuela ...te extrañare mucho.-dije aún llorando

Mi abuela solo asintió, no le salían las palabras de tantas lagrimas y la entendía, hasta a mi se me dificultó hablar

- te quiero-fue lo último que le dije antes de tomar la maleta e irme con el guardia , odiaba ver a mi abuela llorando por mi culpa.

-ya estoy lista vamos-dije tratando de caminar lo más rápido posible, pero la maleta no me dejaba, era muy pesada y yo no había comido y estaba muy débil.

Al salir de la casa me fijé en las otras casas, casi no conocía a los vecinos y no tenía amigos, después de la muerte de mis padres todo cambio, yo cambié.

En los institutos, para nuestra clase no hay tantos recursos por lo cual mi abuela dijo que empezaría a estudiar en casa ,que era lo mejor, que los institutos eran peligrosos ya que aveces los guardias se pasaban del límite con nosotros ya que somos más pequeños y por lo tanto menos fuerte y somos la carnada perfecta para ellos.

Suspire y vi al guardia llamando por teléfono a la persona que nos transportaría, se veía enojado cuando hablaba con la persona del otro lado, algo no le salió bien.

Cuando colgó se dio media vuelta viéndome hay parada con mi maleta

-El chófer que nos iba a llevar hasta el aeropuerto se ha perdido de dirección, por lo cual nos tocará irnos a pie hasta la ciudad a buscar transporte-me dijo de una forma educada que me sorprendió.

Yo solo asentí porque si abría la boca iba a decir cosas incoherentes hacia el. Pero eso solo significaba que iba tener que cargar mi maleta hasta la ciudad yo sola y no sabía si llegaría de pie hasta allá ya que a pesar de la crema que me hecho mi abuela en los pies, aún no sanaban y dolían un poco y la caminata solo lo empeoraría y si le preguntaba al guardia si me podría ayudar sólo de burlaría y me humillaría más de lo que he vivido hoy.



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En el texto hay: amor, realeza, monarquia

Editado: 09.04.2018

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