Lo encontré

Piotr corrió desesperado para proteger con su cuerpo a Gonzalo, cuando el machete se hundió en el estómago del camionero, su cuerpo empezó a brillar, el hombre herido sintió que su mente explotaba, por fin sus recuerdos volvieron.

Sus uñas crecieron, sus orejas se alargaron y se pusieron en punta, su piel se volvió verde, de su frente salieron antenas, ya no había ningún bello en su cuerpo, su estatura, que ya de por si era muy alta, subió al menos en 20 cms., sus colmillos crecieron y se pusieron afilados.

— ¿Go... han...? — el ex camionero miró al muchacho que había usado el nombre de Gonzalo.

Casi todos los presentes estaban confundidos con el cambio, el namek sacó el machete de su estómago, su cuerpo se regeneró, de un solo puñetazo dejo inconsciente a Iván, luego cortó las amarras del joven — no debiste venir a buscarme.

— No puede ser — gritó furioso el Blanco, al ver que Piotr eran en realidad Piccolo — destruyan a ese sayayin y al namek.

El guerrero verde, a pesar que no tenía sus poderes, conservaba los inherentes a su raza, así que entre él y Gohan dejaron a sus contrincantes en el suelo en poco tiempo.

— Deberé ser yo quien los acabe — se les acercó con sonrisa maligna el ser conocido en ese lugar como El Blanco.

Los golpes del mafioso eran demoledores, en unos minutos logró tomar a Piccolo del cuello, y puso el machete en alto.

— Si le destrozó la cabeza no podrá regenerarse, dame el medallón.

Piccolo le hizo una señal casi imperceptible al medio sayayin, que empezó a quitarse el medallón, cuando lo tenía en la mano, el de piel verde, al ver al Blanco concentrado en el moreno, alargó uno de sus brazos, tomó el machete y se lo quito, al mismo tiempo la otra rodeó el cuerpo del hombre, que sorprendido no supo reaccionar.

— Ahora Gohan — gritó el de las antenas.

El namek se movió a un costado y retiró el brazo, haciendo que el ángel renegado diera vueltas, cuando estaba por caer al suelo, el hijo de Goku tocó ciertas partes del medallón y el ser que habían derrotado fue absorbido.

Mary y John vieron todo, cuando los soltaron, no les tuvieron miedo al joven ni al ser de piel verde, solo querían entender que había pasado.

— ¿Qué pasó contigo Piotr? — John los miraba asombrados.

— ¿Qué...? ¿Cómo...? ¿Dónde se fue el Blanco? ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué no usabas tu nombre verdadero... Gohan? — Mary tenía muchas preguntas que hacer, pero estas fueron las primeras que pudo verbalizar.

— Tenía miedo que Cider, o "El Blanco" me pudiera encontrar. Con el señor Piccolo, o Piotr como ustedes le conocen venimos de otra dimensión, allí formamos parte de un grupo de guerreros, el Blanco era un ángel renegado, su padre en vez de destruirlo lo congeló, pero con los milenios reunió la energía suficiente, y logró escapar. Trato de destruir nuestro universo, quisimos detenerlo entre todos, pero era muy fuerte, al ver esto Daishinkan, su padre, creó un agujero hacia una zona muerta, pero a última hora Cider logró soltarse, así que el señor Piccolo se tiró contra él, ambos pasaron, pero el ángel rebelde había cambiado el destino. El Sumo Sacerdote nos dijo que su hijo, aquí, mantendría habilidades muy básicas, así como recordar quien era, no así el señor Piccolo por tener menos poder, además su cuerpo sería como el de los seres de este planeta hasta que recobrará su memoria. Mi padre, Son Goku, se ofreció a venir a buscarlo, pero preferí ser yo, pensé que lo reconocería apenas lo viera porque nosotros nos... amamos — miró triste al piso.

Una semana antes de la lucha contra Cider, Gohan y Piccolo se habían confesado su amor, situación que fue rechazada por la madre del joven.

— Esto es antinatural, él se aprovechó de tu ingenuidad...

— Madre, yo me le declaré. 

— No, no, no — la mujer estaba en shock — mi niño, tú no...

— No soy un niño, tengo 16 años, le guste o no yo lo amo.

En eso estaban cuando se dio la lucha contra el hijo del Gran Sacerdote, en el que Piccolo fue el único que no volvió.

— Gohan, esto es una señal del destino — argumentó la mujer — tú y él no deben...

— Madre, solo vine a despedirme, no sé cuánto demoraré en encontrarlo, porque no volveré sin él.

— No te arriesgues — miró a su esposo, para que le ayudará — Goku, dile algo.

— Suerte hijo.

— ¡¡¡¡QUÉ!!! — la mujer no podía creer lo que había escuchado.

El Daishinkan estaba preocupado que su hijo, a pesar que no tenía casi poderes, pudiera tomar el control del lugar donde fue, le dio parte de su poder a Gohan para que no olvidará quien era y su misión, y un medallón que tendría ki para emergencias, y que le serviría para abrir el portal para volver cuando entrará a Piccolo, y entre los dos hubieran capturado a Cider.

— Terminaron juntos y enamorados, aunque no sabían quién era en realidad el otro, eso es lo que importa — dijo Mary, quien luego de lo que vio, no tuvo dudas de que lo que le explicaron era verdad — ¿Cómo sabías que estaba en Estados Unidos?

— El Gran Sacerdote me dijo que vendría a este mundo relativamente cerca de donde llegaron su hijo y el señor Piccolo, pero no tenía idea que aquí habían pasado 10 años, allá solo fueron unos días.

— ¿Ahora usarás ese medallón que dijo el Blanco para volver a su casa? ¿No escapará de nuevo?

— No, el Daishikan lo mandará a la zona muerta, dentro de esta joya, antes no lo hizo porque quiso darle la oportunidad de cambiar — el joven sacó el colgante y lo apretó, entonces se abrió un portal multicolor — por aquí volveremos a casa, gracias por todo.

El namek y el medio sayayin se despidieron de los encargados del refugio.

Antes de entrar al pasadizo dimensional, Piccolo tomó del hombro a Gohan y lo besó.