Su olor, la suavidad de su piel, y un constante hormigueo estaba marcado en la mano de Suga. Además de que sus mejillas estaban rojas, y aunque llevaba puesto su ligero uniforme de baloncesto, estaba completamente acalorado.
— tengo que irme ya —señaló el pálido a la linda rubia, quien venía de la cocina con un vaso de agua en la mano— te veo mañana
— esta bien —le sonrío la joven— ve a casa con cuidado, y avísame cuando llegues
— okey... —fue lo único que respondió Suga antes de tomar su mochila y salir de ahí. Lo único que quería era irse de ese lugar lo más rápido que pudiera.
Casi trotando, el joven salió de la casa y se alejó con rapidez. No entendía que era lo que sentía 《así se siente cuando deseas a alguien》 le señaló su subconsciente con autoridad, pero el joven de cabellos verdes ignoró su propia cabeza intentando negarse a lo que era mas que evidente.
En todo el camino no dejo de pensar en ella, en su rostro, en su cabello, en su olor, en la suavidad de su piel... su piel. En cuanto llegó a su departamento lo primero que hizo fue ducharse con agua fría, y después de ponerse ropa cómoda para dormir se tumbó en la cama observando la nada, o más bien, viendo el bello rostro de la muchacha en esa nada.
Quedándose en esa posición, estiró su brazo y tomó su teléfono que se encontraba en su mesa de noche. 《Avisame cuando llegues》 recordó, escuchando la linda voz de la muchacha destro de su cabeza. Tenía que enviarle un texto ahora mismo.
Suga
|ya estoy en casa|
Escribió sin más, sin saber que otras palabras poner, era la primera vez que mandaba un mensaje de ese tipo, así que simplemente lo mando de esa manera.
Por algunos minutos esperó una respuesta viendo el techo, y en cuanto sintió el vibrar de su móvil, su corazón se aceleró.
Valery
|me alegro 😊 come algo y luego ve a dormir. Espero que duermas bien|
Lo leyó y volvió a re leerlo un par de veces más, sin darse cuenta que en su rostro se encontraba marcada una sonrisa.
《Tal vez... solo tal vez la venganza no sea un camino satisfactorio... quizás y... en este mundo de mierda existan otras maneras para ser feliz...》 pensó. Y por primera vez en su vida, la idea de vengarse de su hermano desapareció de su cabeza.
El siguiente día llego, la campana de fin de clases sonó, y el equipo de baloncesto junto con el de porritas debían ir a casa y prepararse para el viaje que iban a realizar a la ciudad de Incheon.
El partido de la semifinal estaba programado para el día siguiente, y los profesores de la preparatoria había decidido y planeado irse en un autobús al rededor de las 4:00pm, para después pasar la noche en un hotel cerca de Eurwangni Beach, ya que el partido era por la mañana, y de esa manera iban a estar completamente descansados y preparados los jugadores.
Suga con cansancio y dando repetidos bostezos se encontraba en un asiento del autobús esperando que el resto de los estudiantes llegaran, mientras observaba por la ventana. Detrás de él, sus amigo ya se encontraban ahí compartiendo asientos; Taehyung con Jungkook, Jin con Namjoon, y Hoseok con Jimin, únicamente el muchacho de cabellos verdes se encontraba solo, y no hacía falta ser muy listo para adivinar quién se sentaría con él.
Con una alta cola de cabello, unos jeans muy ajustados, y un top algo revelador, una chica de cabello castaño miembro de las animadoras se acercó al pálido y sin preguntarle nada tomó el asiento libre junto al muchacho.
Suga al darse cuenta hizo un gesto de desagrado.
— largo... —soltó con molestia, observando de muy mala gana a la joven. Ella con algo de pena y sin mencionar palabra se levantó enseguida y se fue de ahí para sentarse en otro lugar.
El pelimenta volviendo a su antigua posición concentró su mirada en la ventana del bus, notando un auto llegar, un auto que conocía perfectamente, pues se trataba del auto de Valery, pero esta vez no era ella quien se encontraba detrás del volante, quien venía manejando el vehículo era su profesor JaeJoong, el cual no había visto en días.
Suga enseguida recordó que el auto ya no era de la muchacha al ver bajar a su profesor, y al verlo con más detalle se dio cuenta que éste parecía mas un alumno que un profesor. llevaba puestos unos jeans, una polera gris, y una caqueta de cuero, lo cual enloqueció por completo a todas sus alumnas.
Suga observaba todo lo que estaba pasando fuera del autobús sin darle importancia, hasta que vio bajar a Valery del asiento del copiloto unos minutos después de que su profesor lo había echo, y como acción involuntaria sus cejas se fruncieron y su mirada se tornó molesta. 《¿Que hace él con ella?》 Se preguntó así mismo en sus adentros. Antes pensaba que ellos dos tenían una relación más allá de estudiante y maestro, pero ahora el sabía que no era así, o al menos no por parte de ella.
Valery al terminar de salir del auto cerró la puerta de éste y caminó hasta el autobús para entran en él. Dando una rápida mirada busco un asiento vacío, dándose cuenta que había varios, pero ella sin siquiera pensarlo se acercó al pálido y se sentó junto a él.
— se nota que tienes mucho sueño —le señaló ella con una sonrisa en él rostro. Él joven de cabellos verdes enseguida la observó.
— si tengo —le respondió el muchacho— así que te pido que no hagas ruido en todo el camino porque me voy a dormir
Suga sin esperar una respuesta por parte de ella, se colocó los audífonos en sus oídos y encendió la música a todo volumen mientras cerraba sus ojos. Estaba molesto, no sabía con exactitud porque pero lo estaba.
La muchacha no dijo nada más y enseguida entendió que su amigo estaba molesto, algo a lo que ya estaba acostumbrada.
En todo el resto del camino, Suga hizo exactamente lo que había mencionado antes; dormir profundamente. La joven sentada a su lado escuchó música todo el camino, sin hacer ni un pequeño ruido complaciendo a su acompañante.
Después de 1 hora con 54 minutos al fin llegaron al hotel señalado, el cual quedaba justo en frente de una hermosa vista al mar.