Era lunes otra vez
Yo estaba esperando el autobús
Pero me sentía muy mal
No tenía ninguna esperanza acerca de ti
Interactuar con alguien era lo menos que deseaba ese lunes de mierda.
Te vi pasar y entrar a la tienda
Pero no te presté atención
Observé cómo me volteabas ver de reojo mientras pagabas
Saliste de la tienda y estaba tan absorta pensando en mi madre alcohólica
Que no me di cuenta cuando te detuviste a mi lado
Me tocaste el hombro y me preguntaste si la pulsera roja que sostenías en tu mano era mía
No lo era, yo jamás usaba pulseras.
Tomaste mi mano y me la pusiste
Dijiste que ahora era mía.
Te miré confundida sin entender que pasaba
Y tú me sonreíste
No puedo descifrar lo que sentí al ver como alzabas tus comisuras de una manera sutil y ligera
¿Qué era ese maldito sentimiento que se arrinconaba en mi estómago y me hacía querer vomitar a pesar de no haber ingerido ningún alimento aún?
¿Por qué tu sonrisa me hacía sentir así?
¿Por qué cuando me encontraba sumida en la desesperación tu sonrisa fue suficiente para querer seguir con mi día?
Por favor, dime ¿Por qué?
#20543 en Otros
#6037 en Relatos cortos
#32171 en Novela romántica
#5349 en Chick lit
Editado: 16.09.2020