BRAELYN TOLEDO
Sevilla, España
¿Quién diría que planear una boda era tan duro?
Sinceramente solo esperaba que me preguntaran que quería, respondería detalladamente y eso sería todo.
¡Pero no!
En la última semana no he hecho más que ver vestidos, probar hasta el cansancio toda la sección de comida, matarme la cabeza escogiendo decoraciones, buscando salones, iglesias.
Tomando en cuenta la semana tan pesada que he tenido, decido que el sábado será mi día de descanso, no me levanto de la cama luego de que son las once de la mañana, hago pereza todo el día viendo series de época, mi almuerzo se basa en un par de frutas, algunas papas y lo complemento con una bebida gaseosa.
A mi madre casi le da un paro cuando me vio rodeada de pura comida chatarra, golosinas y bebidas energizantes, alego que puedo engordar y el vestido no me entrara.
Ni siquiera eh escogido el vestido.
A pesar de sus alegatos no tuve intención de levantarme, eran más de las siete cuando Angelina me escribió para salir a pesar de que ya lo habíamos hecho esta semana, no me pareció mala idea tener un momento de diversión, así que con emoción me pare de la cama y me dispuse a alistarme.
Como obra y gracia del espíritu santo mientras estaba en la ducha mi madre ingreso al cuarto, empezó a preguntar porque me estaba arreglando y simplemente le dije que iría a alguna discoteca con Angelina.
Fue como decirle a Julia que se había ganado la lotería, sus ojos brillaron y estableció que ella se encargaría de escoger mi atuendo.
Mi madre siempre ha sido una persona muy liberal, jamás tuvimos un problema del tipo que no me dejara salir o me prohibiera las cosas, Julia era una mujer sabia y disciplinada pero nunca me impuso reglas que no me dejaran ser yo.
Incluso llegue a pensar que mi madre era la más feliz cuando me iba de fiesta, nuestra relación de madre e hija de pronto pasaba a una de hermanas.
Eso si mi progenitora era un poco despistada, recuerdo una vez cuando era pequeña, tenía unos ocho o diez años, mama me llevo a una exposición de esculturas, estaba emocionada que quería recorrer todo el lugar como un rayo.
A mi madre le llamo la atención una escultura de una mujer, el creador empezó a narrarle la historia de esa obra y Julia se hundió tanto en el tema que se le olvido que yo iba con ella. En un descuido me soltó la mano y yo no perdí oportunidad para salir a correr como desquiciada, quería tocar todo, brincaba de allí para allá como un saltamontes, el caso fue que una hora después estaba cansada y quería ir a casa, ahí fue cuando caí en cuenta que no veía a mi mama por ningún lado.
Resultaba que Julia se había ido de la exposición sin caer en cuenta que su hija estaba sola recorriendo el lugar, los celadores me preguntaban el número de mis padres y entre mi llanto se los dije.
Poco después mama llego asustada.
Julia estaba a punto de llegar a casa cuando la llamaron avisándole que me encontraba en la exposición, lo bueno de eso fue que mi mama me compro un gran tarro de helado para que no le contara a mi padre.
Quien no guardaría silencio con tal de comer helado.
Como decía agradezco al de arriba por darme una mama amorosa, un tanto descuidada, pero al fin y al cabo una gran madre.
A pesar de que Julia de vez en cuando andaba en las nubes, no pasaba en alto alguna falta de respeto hacia nosotros, mi hermano y yo éramos su posesión más preciada y literalmente le salía el demonio si llegábamos a tener un diminuto rasguño.
Una mujer valiente capaz de darle cara a cualquier persona.
Digo tu madre puede descubrir a una amiga falsa o a un mal novio, antes de que tú puedas hacerlo, simplemente es un don que dios les dio.
- ¿Me pondré eso? –hable saliendo del baño
Mama había regado mi cama con un montonón de prendas, pero al final una resaltaba entre ellas.
-Tienes que lucir tus atributos.
Sonreí de lado cuando Julia tomo unos tacones altos y me los paso junto al vestido corto.
Que puedo decir, mi madre era capaz de meterme en una pintura y mostrarme a todo el mundo como la más bella obra de arte.
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Casi me caigo de culo cuando vi el rostro de Angelina, tenía unas grandes ojeras que intento cubrir con maquillaje, una expresión de cansancio, la piel algo pálida, el brillo en sus ojos no era tan notable como otras veces.
Angelina generalmente era muy risueña, decía lo que pensaba.
Me dio coraje ver lo apagada que se veía por culpa del idiota de Renzo, la palabra hombre le era mucho para él, a mi parecer era más como un gusano oportunista.
Mi amiga me había animado hace unos días cuando me encontraba estresada, así que era mi momento de apoyarla y hacer que pasara un buen rato.
Una vez dentro del antro me dirigí directamente a la barra para pedir nuestras bebidas, el lugar se caracteriza por una iluminación cálida y ambiental, y una decoración moderna. En el centro hay una larga barra con taburetes, detrás de la cual hay estantes iluminados con diversas botellas.
Sobre el área del bar cuelgan del techo singulares lámparas circulares, creando una atmosfera elegante. El techo en si presenta diseños intricados con elementos de iluminación adicionales que complementan las lámparas.
La pista de baile es extensa, el piso cambia de colores al ritmo de la música la cual está al tope.
Alrededor hay varias áreas de asientos con sofás y sillas mullidas dispuestos para conversaciones en grupo, las personas están dispersas, algunas están de pie hablando, sentados tomando bebidas o bailando en la pista.
Este es uno de los mejores lugares en España y por supuesto exclusivo.
Le indique al mesero el palco en donde se había ubicado Angelina, deje la orden y me encamine a lado de mi amiga; ella llevaba un vestido negro sin tirantes, los detalles recortados en el vestido añaden un elemento de interés visual y sensualidad, revelando sutilmente la piel de su torso, le llega a la mitad de sus muslos y se ciñe a su hermosa figura.